Los que tomaron la pastilla de cianuro ¿Cómo las catalogamos?


Los guerrilleros u otros militantes no-combatientes que tomaron la pastilla de cianuro (o se suicidaron de otro modo como el caso de Victoria Walsh) ¿Deberían ser catalogados como "víctimas de la dictadura"??? Creemos que el Estado debería clasificarlos como tales, pero siempre con las explicaciones pertinentes. Es verdad que estos sujetos no fueron estrictamente asesinados, pero resulta bastante obvio para cualquiera que las consecuencias de ser capturados vivo eran la tortura prolongada durante horas o días enteros, y no había certeza que los militares te dejaran sobrevivir aún si delatabas. No fueron suicidios voluntarios sino contra su voluntad, o mejor dicho con su voluntad viciada

Los apologistas de la dictadura intentan desarticular este planteo lógico con la siguiente excusa: "Los guerrilleros tenían órdenes de suicidarse". Esto es engañoso; pero dejando momentáneamente la patraña y suponiendo que sea verdad, aquí nos enfrentamos con dos probabilidades ¿A qué le tenía más miedo el guerrillero o militante? ¿A desobedecer una orden y recibir sanción de la organización (que podría incluir la pena de muerte, pero también otros castigos como degradación, expulsión, etc.)? ¿O le tenía más miedo a ser terriblemente torturado y muy posiblemente asesinado?? Como verán, ninguna de las dos opciones era segura para el militante, pero sería bastante incongruente pensar que el sujeto le tenía mayor miedo a una pena menos gravosa (las sanciones de la organización) que a una pena más gravosa (las torturas y muerte de los militares)

Además, Montoneros/ERP no castigaban a la persona que no tomara la pastilla, sino a los que delataban marcando gente y ofreciendo datos importantes: si eras corajudo y soportabas la tortura sin hablar, las organizaciones no tenían motivos para sancionarte (salvo que fueras alguien muy importante en la organización, sobre cuya caída se traduciría en un "triunfo político" para el enemigo). Eso significa que la pretendida "orden de suicidio" no tiene por sí mismo valor sancionatorio. Aún en casos muy extravagantes y ridículos como el "juicio" que realizó Montoneros a Tulio Valenzuela (quien fue acusado de "colaborar con el enemigo" pese a que Valenzuela les salvó la vida a la cúpula de la organización), incluso en este caso Valenzuela fue castigado con la degradación (lo cual desmiente que la organización castigara por no tomar la pastilla de cianuro)


Película "Operación México". En el minuto 1:15:51 recrean el juicio revolucionario que Montoneros hizo a Tulio Valenzuela, en La Habana (Cuba); año 1978


Por último, el alcance de la organización armada para aplicar sus sanciones resultaba muuuuy limitado en los casos de pena capital. Bastante diferente a los militares que contaban con un aparato logístico más grande, y con decenas de miles de efectivos policiales y de fuerzas armadas para cumplir sus designios. Eso el guerrillero no lo podía desconocer: debía preocuparse mucho más de la omnipresente amenaza militar que de las amenazas de sus colegas

De acuerdo a la publicación del Poder Ejecutivo en 1979 "El Terrorismo en la Argentina", de las 687 muertes provocadas por la guerrilla en el lapso 1969-1979, tenemos 11 "subversivos arrepentidos" asesinados por la guerrilla. Número insignificante para creer que las organizaciones guerrilleras ejercían un miedo terrible a sus militantes con sus parodias de juicios revolucionarios

http://www.derechos.org/nizkor/arg/causa13/cap2.html 



Página de la revista Evita Montonera de abril-mayo de 1976, en el que la Organización felicita la decisión de una militante de suicidarse antes que ser capturada por la policía. Su pareja ayuda al suicidio y también es felicitado. Ultima página: 



En una entrevista que Felipe Pigna le realiza a Mario Firmenich a mediados de los años 90, éste manifiesta:

No es lo mismo si uno recurre a una leva obligatoria, a un servicio militar obligatorio; en esos casos se obliga a una persona a jugar su vida al margen de su voluntad. No es el caso de una organización política clandestina, que solamente cuenta con el consenso absolutamente, explícitamente voluntario de cada uno de sus militantes, minuto a minuto. No hay nada más fácil que desertar de una organización clandestina: nadie sabe tu nombre, si conocían tu nombre legal, nadie sabe el nombre de tu documento falso, nadie sabe tu domicilio, nadie sabe tu cobertura, cómo te presentás frente a la sociedad, frente a tu barrio. Es muy fácil no concurrir a una cita y separarse de la organización. Eso es todo lo que hay que hacer. De modo que el concurso explícito de la voluntad cotidiana de los militantes es lo único que hace posible el desarrollo de esa estrategia de lucha


Obviamente estas declaraciones de Firmenich deben ser evaluadas bajo sus propios términos: la de una persona que intenta suavizar su responsabilidad, que intenta lavarse las culpas o dar a entender que él no tuvo nada que ver con la muerte de todos sus militantes que le seguían. Pero más allá de esto, el razonamiento que hace Firmenich para el caso que estamos analizando en este posteo no es del todo errado: un militante de Montoneros debía estar muchísimo más preocupado de la represión que de su propia organización en caso de deserción. El militante podía fácilmente escapar de la persecución de sus compañeros con simplemente mudarse de barrio; pero era tremendamente complicado zafarse de la persecución que el gobierno militar ejercía en todo el país bajo sus aparatos de policías provinciales, federal y las 3 fuerzas armadas



Un montonero desertor ironiza sobre el tema, dando a entender que con su deserción solo iba a ser perseguido por un grupo más. Minuto 1:00:56

Ejemplo de una militante que delató a su compañero, pero que la organización decidió no ejecutarla según dictaba el Código Penal Montonero:


A los militantes de la Columna Oeste, al parecer, no les asustaba mucho el problema de los castigos de la organización. En este documento interno de septiembre de 1977 de la Col. Oeste, indican que un grupo entero de combate (aprox. 20 combatientes) desertó 



Se ve que los desertores le tendrían más miedo a otra cosa, y no tanto el supuesto castigo que la cúpula montonera les depararía por su deserción


Miriam Lewin fue una de las más conocidas militantes de Montoneros que intentó fallidamente suicidarse para evitar la tortura. Tal como lo explica aquí (a partir minuto 16:43):



Sobre los suicidas que lograron su misión: ante la imposibilidad metodológica de conocer qué pensaba el suicida en el momento de su muerte y cuáles eran sus miedos, es dable que el Estado pueda crear una ficción donde se presupone que el suicida tenía un miedo mayor a lo más gravoso (tortura), y no a lo menos gravoso (sanción de la organización). Nunca sabremos en el mundo real qué pensaba cada suicida, pero es una ficción tolerable; no estamos realizando ficciones epistémicas absurdas o para denigrar a los militares

Pero bueno, siempre la tendremos a Vicky Villarruel. Porque pareciera que la ex montonera Miriam Lewin no está lo suficientemente agradecida a los militares, pues éstos le "salvaron" la vida a Lewin, según el criterio de Villarruel, al quitarle la pastilla de cianuro. Claro, poco importa si Lewin después fue torturada por esos mismos "salvadores", tal vez Villarruel es una persona tan valiente y con tantos ovarios que, si tuviese una pastilla de cianuro a su alcance, la arrojaría a un lado y se entregaría voluntariamente a un verdugo para ser picaneada:

https://twitter.com/VickyVillarruel/status/1280234030823243778 

Aquí Villarruel nuevamente dice que a Lewin le salvaron la vida (lo cual es cierto..... y ya sabemos el "por qué" se la salvaron). A partir del minuto 42:40



La estafadora compulsiva de Villarruel tergiversa el sentido de las palabras de Lewin, al sugerir que se intentó suicidar por un fanatismo irreductible de la "secta" de Montoneros, sin mencionar la tortura como móvil principal para su intento de suicidio -y de su sentimiento de derrota cuando no lo logró-


Este es un caso típico de cómo un apologista utiliza a militantes o guerrilleros como "fuente", pero desfigurando el sentido o alcance de esa fuente. Como sea, la apologista que supuestamente "no defiende la dictadura" (como a ella tanto le molesta que le reprochen), es la que cínicamente, y repulsivamente, insinúa que Miriam Lewin tomó la pastilla por ser una loquita fundamentalista islámica, en vez de ser una actitud obvia para no ser torturada. Cualquier persona honesta, aún los que odien totalmente a Montoneros pero sean honestos, saben perfectamente que la pastilla de cianuro era la opción para evitar la tortura atroz. Pero no para la cínica de Victoria Villarruel: para ella la pastilla es por mero fundamentalismo talibán de los "terroristas montoneros", mientras las "fuerzas legales" les salvaron la vida a estos loquitos que solo querían morir por capricho.......... y yo pensé que con la mentira ridícula de la Ñata Monasterio Villarruel no podía caer más bajo

Pero hay más bajeza de su parte: en el libro "Los Llaman... Jóvenes Idealistas", en la página 141, dice Villarruel:

La imposición de la pastilla [de cianuro] fue apoyada con una campaña secreta de acción psicológica con el fin de convencer a los militantes, por medio de reuniones de adoctrinamiento y boletines internos, bajo la premisa de que era preferible suicidarse a tener que soportar “las horripilantes torturas” a las que serían sometidos. Sin embargo el uso de la pastilla de cianuro no detuvo su derrota militar, pues las Fuerzas Armadas en lugar de torturar sistemáticamente, como sostenían los dichos de la organización, incorporaron antídotos contra el cianuro y favorecieron el colaboracionismo, como puede comprobarse en los testimonios correspondientes a testigos de la causa ESMA

Nótese que Villarruel insinúa que las fuerzas armadas no torturaron sistemáticamente (por lo que las "torturas horripilantes" era pura propaganda de la guerrilla). Y hace una falsa oposición entre "colaboracionismo" y "tortura" como si fuesen excluyentes. Cuando las dos cosas coexistían incluso en un mismo prisionero. Eso sin contar que la ESMA no fue ni mucho menos el único centro clandestino del país. Con este nivel de monstruosa superficialidad opina Victoria Villarruel


Despectivamente Victoria Villarruel ha señalado en innumerables ocasiones que en el Parque de la Memoria hay placas de militantes que se tomaron la pastilla, dando a entender un "error" o incongruencia de criterios para ponerlos en el muro. Si nosotros tuviéramos que echarle la responsabilidad única y exclusivamente a la persona que se suicida porque eligió voluntariamente morir, entonces tendríamos que concluir que el suicidio de Argentino del Valle Larrabure es responsabilidad exclusiva de él mismo; lo que sería una aberración. Larrabure no se suicidó porque tenía una voluntad real de hacerlo, sino porque muy posiblemente ya estaba harto o deprimido por su largo secuestro. Su voluntad estaba viciada y el ERP es responsable de su suicidio. Pero en fin.... quizás para Villarruel esto no aplique ¿no es cierto???


-Los que murieron resistiendo a la autoridad: ejemplos como los de Hilda Olivier y Victoria Walsh entre tantos (aunque Walsh finalmente optó por el suicidio, pero no importa). Son aquellas personas que, al verse cercadas por autoridades militares, en vez de entregarse dieron combate, dieron pelea y murieron 

Para Victoria Villarruel, estos "terroristas" (porque ella llama "terrorista" a cualquier cosa que le huela a montonera), estos extremistas no deberían estar conmemorados en el Parque de la Memoria ni son víctimas ni na´


Para ella no son víctimas porque "murieron en combate", en vez de ser torturados y finalmente asesinados

Para nosotros, aplica los mismos criterios que el caso de la pastilla de cianuro. Sin importar si quienes enfrentaron el cerco eran efectivamente combatientes de guerrilla o no lo eran, el problema es que no había elementos objetivos que permitieran configurar, en la mente del agredido, que su entrega a las autoridades iba a derivar en el respeto a su integridad física

Daremos un ejemplo bastante ilustrativo: Mario Chironi fue voluntariamente a la comisaría a fines de 1976, porque se sentía perseguido. Sentía que lo estaban buscando y, ante el miedo, fue primero a pedir ayuda a monseñor Hesayne, y éste le dijo que, si él no había hecho nada malo, no tenía por qué temer a la policía. Le animó a que vaya a la comisaría a aclarar su situación, prometiéndole que lo iba a visitar en la comisaría luego. Entonces, Chironi fue VOLUNTARIAMENTE a la policía para demostrar que no tenía nada que esconder. Hesayne lo visitó y las autoridades le indicaron que iban a mandar al detenido al V Cuerpo de ejército para investigarlo.... a partir de allí, empezó el calvario para monseñor Hesayne, quien tuvo que recorrerse todos los lugares e insistir a todas las autoridades habidas y por haber, porque Chironi estaba desaparecido y todos negaban que lo tuvieran en sus dependencias. Mientras eso ocurría, Chironi estaba siendo torturado en "La escuelita" de Bahía Blanca

Testimonio de Hesayne en el juicio a las juntas:


Se imaginarán entonces qué tipo de garantías podía tener un chico al que estaban pidiéndole por el altavoz que se entregue, cuando un sujeto que ha ido voluntariamente a la comisaría le pasa lo que le pasa........ es obvio que uno iba a resistirse a los tiros. No porque fuese "terrorista" exclusivamente; cualquier persona inocente o culpable con un arma a mano lo habría hecho, si tenía conciencia del "buen trato" que los militares le daban a sus huéspedes

Excepto que Victoria Villarruel tenga elementos objetivos para demostrar lo contrario, entonces lamentablemente para ella las víctimas que murieron resistiendo a la autoridad están bien integradas en el Parque de la Memoria. Tal vez el ideal de Villarruel es que la persona cercada se entregue voluntariamente a ser torturada, asesinada y desaparecida. Siguiendo la lógica de Villarruel, si el día de mañana unos ladrones entran a tirotear en tu casa, y vos te defendés con un arma pero te matan igual..... no serías una víctima sino un combatiente!!! No tiene sentido

Con este retorcido criterio, Villarruel califica casos resonantes como la muerte de Lucila Revora, como una "muerta en combate". En ningún momento la apologista repara que la patota que fue a buscar a Revora era del centro clandestino "Olimpo", y que de haber atrapado con vida a Revora la hubieran torturado y luego matado (crímenes que Montoneros y otros organismos como Amnistía Internacional ya sabían de sobra). Para Victoria Villarruel, Revora se tendría que haber entregado pacíficamente a que la arrojen en el bául del automóvil, y que le metan después picana o le arranquen las uñas de los dedos


Estas disquisiciones no son meramente filosóficas sino que tienen repercusión en el ámbito estrictamente judicial, al momento de dirimir la culpabilidad penal del sujeto que intentó capturar a un militante mientras este último alcanzó a suicidarse ¿Es un suicidio voluntario, o viciado? Dependiendo la opción elegida, se responsabilizará al autor del allanamiento con el "homicidio", o se lo absolverá de ese tipo penal concreto

Algunos ejemplos de casos judiciales donde se trató este tópico:





Diario La Nación del 7 de julio de 1977, en el que narran la crónica de la muerte en combate de José Pablo Ventura. Este "subversivo" había cometido el "gravísimo" delito de tener armas y municiones en el año 1974, por el cual fue arrestado y puesto a disposición del PEN.... y el mismo gobierno lo liberó meses después. En 1977 muere en un enfrentamiento cuando los militares se disponían a capturarlo (y ya saben a qué lugares presumiblemente lo iban a enviar). Según la lógica de Victoria Villarruel, este terrible terrorista subversivo (del cual los militares no le adjudican ningún asesinato ni nada muy grave), este tremendo apátrida marxista no es una víctima porque parece que su deber era quedarse sentado en su hogar en total pasividad esperando que los bondadosos militares lo deriven a una cárcel legal acusándolo de delitos muy graves que seguramente cometió. Desde ya que los militares no lo iban a torturar ni matar, por lo tanto no ameritaba en lo absoluto que el subversivo ultra-criminal se pusiera a pegar "cuetazos" a los milicos



Ejemplo de un militante montonero del área Sanidad de la organización, que arrinconado en un hospital por las fuerzas de la ESMA, ingirió la pastilla de cianuro.... con tal mala suerte que los represores de la Marina obligaron a los médicos del hospital, a punta de pistola, que lo "resucitaran". Y efectivamente el militante volvió a la vida. Los represores se lo llevaron y posteriormente fue asesinado












Militantes sindicales y propagandísticos de la Secretaría Política (no-combatiente) de Montoneros, PRT-ERP y otros; muertos en enfrentamiento. Los apologistas suelen aprovecharse de estos casos para dar la lata que estas personas no murieron por el Estado en un centro clandestino, sino que murieron "en combate". Algo de razón tienen... el problema es ¿Qué deberían haber hecho estos militantes? ¿Quedarse quietitos esperando el arresto, con las obvias consecuencias de ello? Entonces, si intentaron escapar con un enfrentamiento (donde incluso pudieron matar a policías y militares en el medio de ese escape) ¿Hasta qué punto se puede reprochar su deseo de no ser torturados por las fuerzas que intentaban detenerle?

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