¿La mayoría de los desaparecidos eran "terroristas" o guerrilleros?


El apologista más interesado en resaltar que la mayoría de los desaparecidos eran "terroristas" es Nicolás Márquez y su acólito Agustin Laje en menor medida. En bastante menor medida Victoria Villarruel, de modo mucho más implícito. Pero en cuanto a Márquez, sus argumentos se sintetizan en la siguiente oración: "De los 8.500 desaparecidos y asesinados, solo hubo un margen de error de 10 o 20 personas. El resto eran terroristas asesinos"

Puntualmente el charlatán de Nicolás Márquez escribió:

Cabría agregar que salvo aisladas excepciones, todos los desaparecidos eran todos terroristas asesinos y como tales, murieron en su ley en el marco de la guerra civil que ellos mismos desataron

Así, sin pelos en la lengua lo dice. A lo macho basado

Para que se vea que no mentimos, en el siguiente artículo de la página "Prensa Republicana", dirigida por Nicolás Márquez, se enterará de los cálculos y argumentos del señor:

https://prensarepublicana.com/desaparecidos-loperfido-se-quedo-corto-por-nicolas-marquez/ 


Sin pronunciarnos ahora sobre la cifra de muertos y desaparecidos, y aceptando por el momento que son 8500 como dice Márquez ¿Esos 8500 eran casi todos "terroristas"? ¿Qué significa ser un "terrorista"? ¿Ser un montonero es automáticamente ser "terrorista" aunque no hayas cometido un crimen de trascendencia ni colaborado en el combate? ¿Es lo mismo "terrorismo" que culpabilidad penal? Y si no es lo mismo ¿Cuál es la trascendencia de ser titulado "terrorista"? ¿Todos los desaparecidos cometieron crímenes macabros? ¿Las fuerzas armadas ejecutaban montoneros porque eran terribles peligros para la humanidad o como castigo de sus crímenes? ¿Qué actividades tenían los desaparecidos? ¿Por qué apologistas como Victoria Villarruel homenajean y reivindican a militantes de organizaciones armadas privadas de derecha como la CNU, si les cabe los mismos reproches que Montoneros y ERP?? Explicaremos todo esto pero vayamos despacito por partes:



Listado confeccionado por el Coronel Alfredo Sotera, represor de Rosario jefe de inteligencia del Destacamento 121. Allí enlista a algunas personas secuestradas y torturadas a la fecha 2 de noviembre de 1976. Como se observa en el apartado "Área" y "Grado", eran militantes estudiantiles y sindicales, milicianos y activistas de bases (no-combatientes). Pag. 10:




Documento de la organización Montoneros capturado por las fuerzas armadas. Para junio de 1976, Montoneros tenía unas 18 células de combate en todo el país (aprox. 500-600 combatientes). Pag. 180


Para un mayor análisis de este documento tan trascendente, véase nuestro apartado "¿Cuál fue la cifra de combatientes de Montoneros en 1976?"



Cifra de pelotones de combate de la organización Montoneros, consignados en su revista mensual de propaganda clandestina Evita Montonera, desde enero de 1975 a marzo de 1976 (véase el apartado de este blog "¿Cuál fue la cifra de combatientes de Montoneros en 1976?"). Enlace con todas las revistas disponibles:


La escasa cifra de combatientes y logística guerrillera en modo alguno cubre la enorme represión posterior contra, al menos, 12.000 personas (desaparecidos, muertos y sobrevivientes registrados por el Estado), ni puede explicarla en que todos los 8.500 desaparecidos eran terribles peligros bélicos


-La descarada ausencia de un lenguaje riguroso en el apologismo

Antes de empezar con mi habitual costumbre de revolear fuentes y documentos militares a cascoporro, es súper hiper mega necesario extenderme en una larga explicación sobre las imprecisiones de lenguaje al momento de abordar este capítulo. El lector impaciente que solamente quiera ver fuentes, entonces tiene el siguiente posteo donde después del 4to o 5to párrafo encontrará un listado rápido de fuentes primarias y documentos

https://spineoff.blogspot.com/2020/04/en-las-escuelas-no-se-ensena-la.html 

Uno de los requisitos básicos y vitales para construir una investigación mínimamente rigurosa (ya sea una investigación científica o periodística, etc.), es la rigurosidad del lenguaje. Que nuestro lenguaje sea lo más preciso posible al momento de narrar los argumentos que deseamos transmitir; de lo contrario se cae en la confusión y nunca podremos seguirle la pista al argumento ¿A qué viene todo este cuento? A que los apologistas de la dictadura, en líneas generales, hablando de personas como Agustin Laje, Ceferino Reato, Pablo Avelluto o Victoria Villarruel, entre otros; no formalizan muy bien sus argumentos en un lenguaje exacto y preciso. Y esto termina por generar conclusiones falsas, o declaraciones que suenan muy lindas gramaticalmente pero que no significan nada argumentativamente

Veamos el caso que nos trae a este posteo: los desaparecidos ¿eran inocentes? Podemos leer en las redes sociales, o escuchar en boca de algunos apologistas de los medios de comunicación, que los desaparecidos no eran "inocentes". Un ejemplo de ello es la siguiente foto del ex-candidato a presidente José Gómez Centurión



Olvidemos por un momento el tema de la cifra de desaparecidos (tengo un artículo dedicado exclusivamente a tratar la cifra de desapariciones). En el mentado buzo se sostiene una frase no muy infrecuente de estos apologistas: "ni fueron inocentes"

El problema con todo ello, es que los apologistas como Centurión no especifican a qué se refieren con el concepto de "inocente", ni lo cuantifican en ninguno de los sentidos. Dado que no explica qué entiende él por "inocente", tampoco podemos seguirle el argumento y comprender de qué cosa serían culpables cada uno de los desaparecidos ¿Todos son culpables de lo mismo? ¿Tres cuartos son culpables de una cosa y 1/4 es culpable de otra cosa? No queda para nada claro

Si por "inocencia" lo entendemos desde un enfoque estrictamente penal, deberíamos ajustar la vara también ¿En qué momento una persona pierde la "inocencia"? ¿Acaso cuando comete un crimen gravísimo (como asesinato)? ¿Acaso cuando comete un delito leve? ¿Acaso cuando comete un delito en el pasado que hoy no es considerado como delito?

Daré un ejemplo tonto para que se entienda el problema de la imprecisión desde este enfoque: si el día mañana yo saco fotocopias a un libro que tiene copyright, o me descargo por el Torrent un videojuego con copyright, estoy cometiendo un delito. Quizás a la policía no le importe mucho perseguirme por eso, pero el delito lo estoy realizando ¿He perdido la "inocencia" entonces? Y si la he perdido ¿Cuál es la relevancia de ello?

Pero también se puede pensar la "inocencia" por fuera de los dictámenes del Código Penal, yendo a la doctrina pura de la lesión. Si el día de mañana, por alguna razón, El Código Penal dijera que todas las personas que se vistan con remera azul serán sancionadas con la prisión perpetua, no habría dudas que para el Estado la persona con remera azul es un delincuente, pero para nosotros ¿Sería un delincuente? O mejor dicho ¿De qué serviría la palabra "delincuente" frente a una persona que no ha producido ninguna lesión concreta, tangible a los demás? ¿De qué serviría además su sanción a perpetua frente a un "delito" que no genera ningún daño real?


Volviendo al enfoque penal, cuando los apologistas dicen que los desaparecidos no eran "inocentes" ¿Se están refiriendo a que los desaparecidos son culpables de cualquier clase de delitos? Por ejemplo, si un desaparecido sacó fotocopias a un libro con copyright ¿El apologismo entiende su culpabilidad de ese modo? Estoy seguro que los apologistas no lo entienden así ni están interesados en criminalizar a los desaparecidos por tan insignificante delito. Creo que el apologismo pretende decirnos otra cosa muy diferente

Tal vez, lo que los apologistas quieren decirnos, es que el desaparecido es culpable de un crimen gravísimo. La frase "no son inocentes" no debe entenderse como "son culpables de un delito cualquiera hasta la infracción más tonta", sino que debe entenderse como "son culpables de un crimen gravísimo". Solo así se entendería la lógica de la mano dura militar contra los desaparecidos: los militares persiguieron a los desaparecidos porque todos ellos cometían crimenes súper gravísimos y entonces los militares tenían que pararlos

Porque es mucho más tolerable la mano dura contra aquellos que cometieron crimenes más graves, que contra aquellos que cometieron delitos más bobos. Independientemente de la ética, sería bastante ridículo que me secuestren, me torturen y me asesinen por haber cometido el delito de descargar una película por internet. En cambio, si la mano dura se aplica a los delincuentes más graves, parece más tolerable

(Aclaremos en este mismo camino, que no es lo mismo un guerrillero que mata a un inocente, que un guerrillero matando a un represor. Porque si vamos a aplicar la vara de la mano dura, no todas las víctimas de la guerrilla son "inocentes". Pero eso se tratará en un posteo específico de este blog)


Después los apologistas sacarán la muletilla políticamente correcta de "no estamos a favor de los métodos del proceso militar", pero en primera instancia, uno debe concluir que el apologismo considera que todos los desaparecidos (o la mayoría) eran culpables de crímenes gravísimos

Pero ¿Cuáles serían estos crímenes gravísimos? El apologismo no lo precisa. Podemos estar de acuerdo que un asesinato es un crimen gravísimo. Un secuestro es mucho menos grave, pero podría entrar en el panorama con algo de voluntad. Colaborar en la logística o Inteligencia del combate quizás podría también entrar (aunque la sanción penal es mucho menor, la verdad sea dicha). Ahora ¿tirar un volante a favor de Montoneros es un "crimen gravísimo"? ¿Simpatizar políticamente con Montoneros es un crímen gravísimo? ¿Hacer sindicalismo en favor de una ideología revolucionaria es un crimen gravísimo? ¿Repartir juguetes en las villas a nombre de Montoneros es un crímen gravísimo? Estoy seguro que el Código Penal no sanciona esas acciones.... pero incluso si las sancionara el día de mañana, estamos frente a un delito no lesivo: un delito que no produce un daño concreto, tangible, real a los demás. Puede producir una incomodidad, incluso una suerte de daño moral si le ponemos mucho esfuerzo, pero no un daño real

Entonces, si los militares torturaron, violaron, robaron el bebé de una chica cuyo acto más "terrible" era haber voleanteado consignas a favor de Montoneros o PRT ¿no podríamos considerarlo como bastante ridículo? Olvidemos la ética de nuevo: torturar a una chica por unos volantes, genera bastante risa y burla en contra de las fuerzas armadas. Significa que los militares emprendían una "guerra" contra gente muy perejil, y por lo tanto los militares no tienen méritos de nada

Todavía en aquellas acciones menores que pueden ser sancionadas por el Código Penal, como el robo de alimentos para repartirlos en la villa (una acción habitual estilo "Robin Hood" que realizaban los militantes del ERP), se trata de delitos tan poco trascendentes a nivel bélico o penal... que implicaría que las fuerzas armadas torturaron y mataron a personas de escasa relevancia bélica

El apologismo nunca da precisiones sobre el punto. No explica si todos los desaparecidos eran culpables de asesinatos, si la mitad eran culpables de asesinatos y la otra mitad de secuestros, si solamente un tercio era culpable de asesinatos y secuestros y los otros dos tercios eran culpables de tirar volantes (algo que no es delito ni produce daño real), nada de nada de nada de nada. El apologismo NO UTILIZA UN LENGUAJE PRECISO. No formaliza sus argumentos


Por supuesto que no basta únicamente con un lenguaje riguroso, sino también hay que ofrecer pruebas de las afirmaciones que se hacen. Si yo digo taxativamente que todos los desaparecidos eran violadores y asesinos, naturalmente tengo que demostrarlo. De lo contrario estoy hablando porque es gratis, y diciendo pavadas con objetivos probablemente turbios

Pues bien: los apologistas ni dicen las cosas con un lenguaje riguroso, ni prueban siquiera las insinuaciones más o menos explícitas de sus comentarios. Ellos quieren reducir su argumento a la siguiente expresión


Los desaparecidos no eran inocentes = los desaparecidos eran culpables de crímenes gravísimos


Este paralelismo es falaz, porque la ausencia de inocencia, como hemos visto, no implica haber cometido un crimen gravísimo o siquiera haber cometido un delito que a la gente le importe sancionar, o siquiera haber cometido un delito del Código Penal. Al no precisar el concepto de "inocencia", los apologistas pueden dar a entender lo que a ellos les conviene argumentar

Pero no resuelve la falta de pruebas: ¿En qué se basan para decir que los desaparecidos no eran "inocentes" (lo que sea que eso signifique)? Los apologistas, una vez más, usan un lenguaje inexacto para fabricar lo que ellos creen una prueba: la militancia política del desaparecido

Aquí viene otro problema semántico: los chantas como Márquez, Laje, Villarruel o Reato, nunca explican qué entienden ellos por "Montoneros" o "PRT-ERP". Al parecer, el objetivo de ellos es reducir estas expresiones a la clave armada. Es decir, quieren perpetuar el estereotipo del montonero como un militante que se levantaba todos los días para ametrallar a alguien, o planificando acciones armadas con bombas y pistoletazos. O sea, quieren que todo montonero o perretista sea mirado como un combatiente

En realidad, Montoneros y PRT-ERP eran organizaciones "político-militares". No eran organizaciones 100% armadas, donde absolutamente todos sus militantes eran combatientes que pensaban matar. Eran organismos que tenían varias Secretarías: una Militar, otra era la Secretaría de Prensa, otra era la Secretaría Política, etc. Más abajo en este posteo profundizamos sobre dicho esquema

La Secretaría Militar de Montoneros era la sección encargada de las operaciones de combate, y entre sus militantes tenías combatientes, militantes logísticos y militantes de Inteligencia. Y ya está. El resto de las Secretarías: o no tenían relación directa ni indirecta con el combate.... o tenían una relación tan vaga en una larga cadena, que vuelven imposible una sanción penal. En modo alguno podemos afirmar seriamente que un militante de la Secretaría de Prensa de Montoneros estaba involucrado en el combate, aún si escribía tonterías a favor de lo que hacían los Montoneros

Si siguiéramos ese razonamiento, entonces tendríamos que concluir que todo periodista que le chupaba las medias a Pinochet o a Videla, es un "represor", y tendrían que ser condenados a prisión perpetua como si fuesen represores. Por ejemplo, Chiche Gelblung desde 1976 a 1978 dirigió la revista GENTE, que era muy favorable a la dictadura ¿Tendríamos que meterlo preso de por vida a Gelblung como si fuese un represor? No tiene sentido

[Y no, antes que alguien salte con la tontería de la "asociación ilícita", recordamos que en este posteo se tratará más extensamente este tópico de la asociación ilícita

https://spineoff.blogspot.com/2020/06/la-mentira-de-nicolas-marquez-de-las.html 

No cambia el hecho de constituir un delito no lesivo]




Ejemplo de actividad militante: una sobreviviente del centro clandestino Vesubio, Alejandra Naftal, iba regularmente al colegio y además militaba en la UES (célula estudiantil de Montoneros). Una de sus "impresionantes", "bélicas", "criminales" misiones como militante... era realizar pintadas clandestinas en horas nocturnas (minuto 48:47). Algunos apologistas como Nicolás Márquez realmente están convencidos que esas actividades inocuas y estos adolescentes menores de edad eran terribilísimos criminales que "murieron en su ley"


Bueno, a los apologistas les importa tres pijas todas estas explicaciones y te dicen que, si el desaparecido es montonero, automáticamente "no es inocente"... sin precisar el concepto de "inocencia", por supuesto

Pero es que, pensándolo bien, ni siquiera te dicen que son culpables. En cambio utilizan un vocablo más confuso todavía: son "terroristas". El desaparecido no es inocente pero tampoco culpable!!!! es terrorista

Again: suena muy lindo decir que el desaparecido es terrorista.... pero los apologistas no explican qué entienden por "terrorista", cuál es la trascendencia penal de dicho calificativo. Se apela a un silogismo falaz como el siguiente:


El desaparecido no es inocente = el desaparecido es terrorista


Ahora no queda claro ni qué significa "inocente", ni qué significa "terrorista". Y como no queda claro lo que ellos entienden por cada uno de estos conceptos, yo puedo crear el siguiente razonamiento:


El desaparecido es inocente = el desaparecido es terrorista


Como ven, yo puedo jugar con la vaguedad del apologismo y producir una paradoja con su lenguaje impreciso: se puede ser "terrorista" y ser inocente para la Justicia de cualquier crimen extremo. Entonces, el calificativo de "terrorista" se convierte en un insulto irrelevante, trivial, meramente peyorativo pero sin ninguna sustancia semántica, ni sustento jurídico-penal

Es difícil dar una respuesta a los argumentos del apologismo porque, como hemos observado, a ellos no les interesa formalizar su lenguaje, no dan precisiones y cualquier argumento de estos embusteros es lo suficientemente vago como para abarcar la narrativa que ellos quieren imponer. En cualquier caso, viendo el terrible desastre de lenguaje que cometen los charlatanes de Márquez o Villarruel, lo importante para ofrecer una respuesta rigurosa, es analizar exactamente qué crimenes gravísimos cometieron los desaparecidos, y prescindir de cualquier calificativo ambiguo como "inocencia", "culpabilidad", "terrorista" o "santo" o cualquier otro que no dé cabal idea del peligro real, concreto, tangible de cada desaparecido

De lo contrario, se llegaría al absurdo de clasificar a un sindicalista montonero de "terrorista" cuando hace las mismas actividades que un sindicalista infiltrado del PST (partido que no tenía brazo armado). O incluso el sindicalista montonero fácilmente podría librarse de la etiqueta de "terrorismo" declarando que sus acciones las hace para favorecer a otro partido legal!!! O viceversa: un militante del PST decide que una de sus acciones panfletarias o sindicales la va a firmar como "Montoneros" en vez de PST; ese militante por unos minutos se convierte en terrorista!! Así de absurdo sería extender analógicamente a cualquier persona con el mote de terrorismo


Tenemos el siguiente caso como un ejemplo de tantos, donde Victoria Villarruel ha calificado a Laura Carlotto de "terrorista":


Laura Carlotto militaba en la sección de prensa de Montoneros (véase el libro "Vida y Militancia de Laura Carlotto"). Victoria Villarruel, una vez más, no formaliza en ninguna parte de sus trabajos su concepto de "terrorista", ni su concepto de "Montoneros" (no queda claro si se refiere a todo Montoneros, si se refiere a la Secretaría Militar, etc.), ni parametriza los "gravísimos" crimenes de Laura: ser militante de prensa a favor de Montoneros dudo mucho que sea penalizado con perpetua u otra sanción destacada en una democracia normal. Si Laura estuviese viva hoy, dudo que fuese a prisión por escribir o repartir prensa a favor de Montoneros

Por lo que la calificación de "terrorista" parece más bien una etiqueta hiriente de Villarruel pero sin ninguna repercusión argumentativa

Imaginemos que yo ahora mismo les digo a ustedes: "soy montonero, me reivindico como montonero", aunque yo sea un gordo compu que no hizo nada trascendente en ningún combate, a lo sumo tiro un volante en la calle. Pues para Villarruel y Márquez ya soy automáticamente "terrorista" en este mismísimo momento (lo cual avalaría a la policía a que me disparen como si fuese un "blanco lícito") ¿De qué sirve la etiqueta "terrorista" en mi caso entonces? Es una pelotudez. Pero supongamos que Vicky Villarruel y Nicky Márquez tienen un poquito más de criterio y dicen: "bueno, vos no sos terrorista porque tenés que haber realizado acciones más importantes". Ahí estarían admitiendo que el "ser montonero" carece de trascendencia penal y ontológica. Lo que importa son las acciones, no las ideas o la pertenencia. Pues curiosamente con desaparecidos como Laura Carlotto los apologistas aplican un Derecho Penal de autor: categorizan por pertenencia y no por acciones concretas lesivas. Encima utilizando etiquetas imprecisas como "terrorista"

De manera sorprendente, el mismo Jorge Rafael Videla en esta entrevista que le realizó Nicolás Márquez, tilda implícitamente a los panfleteros como "perejiles" ¡¡Menos mal!! me quedo más tranquilo:

https://prensarepublicana.com/primicia-ultimo-testimonio-jorge-rafael-videla/ 


(Aunque eso no evitó que los reprimiera igualmente)


Esto nos lleva al nudo del problema: que Villarruel no formaliza ni quiere formalizar su concepto de "terrorista". No queda muy claro qué entiende ella por "terrorista", y no podemos seguirle la pista para una correcta contra-argumentación: no queda claro si ella califica de "terrorista" a una persona que cometió un crimen gravísimo, si califica de "terrorista" a un simpatizante de Montoneros, etc.

A Villarruel le cuesta hablar con términos precisos y con una rigurosa cuantificación. No tiene parámetros penales al momento de hablar de estos temas. Así, ella puede calificar de "terrorista" a una persona que recibiría como mucho, 1 año máximo de prisión por ejemplo, o 4 años por un delito no lesivo para dar otro ejemplo. Lo que vuelve su concepto de "terrorista" en un calificativo trivial e irrelevante, simplemente peyorativo

Villarruel y Reato, entre otros apologistas, se aprovechan que el lenguaje humano es impreciso. Nuestro lenguaje hablado no tiene la precisión del idioma matemático. Por eso se aprovechan para narrar estos temas con un lenguaje intencionalmente confuso

Nótese que caeríamos en una paradoja con el lenguaje intencionadamente confuso de Villarruel: se puede ser "terrorista" y no ser culpable de nada (o de algo grave, relacionado con el combate o un crimen). Esto pasa por chamuyar con palabritas lindas como "terrorismo" y no cuantificar

En el colmo de la paradoja, debemos concluir que las fuerzas armadas secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de "terroristas" que no hubiesen cumplido ninguna sentencia judicial relevante por no ser culpables de nada grave

Incluso si suponemos que repartir un panfleto del PRT o simpatizar políticamente con el PRT-ERP era un delito de máxima gravedad en aquella época, seguimos lidiando con un delito no lesivo. Es decir, que la represión mataba a sujetos que cometían delitos no lesivos

Pero Victoria Villarruel, en su lenguaje confuso, desea crear el siguiente silogismo

Laura Carlotto era militante de Montoneros = era terrorista


que derivaría de estos otros:

Ser militante de montonero = no inocente

no inocente = terrorista


Ninguno de los conceptos esenciales de este silogismo ("inocente"; "Montoneros"; "terrorista") han sido precisados en su lenguaje. Por lo que no pueden tomarse como argumentos válidos

Así, el argumento de Victoria Villarruel de "Laura Carlotto era terrorista" no es ni verdadero ni falso: ni siquiera es un enunciado coherente en su lenguaje. Es una simple oración con una semántica inestable, por lo que no podemos seguirle la pista para responder en un sentido u otro

Cuando Villarruel se digne a precisar sus conceptos lingüísticos y formular una oración semánticamente correcta, ahí podemos decir "Si, Villarruel: usted tiene razón" o "No, Villarruel: usted se equivoca". Hasta que eso no suceda, sus declaraciones son imprecisas e imposibles de considerarse argumentos válidos o pasibles de someterse a una falsación 

Porque podría ocurrir que Laura Carlotto efectivamente sea "terrorista".... pero sea inocente de un crímen grave. Por lo que el calificativo de "terrorista" no sirve para nada destacable excepto como mero insulto peyorativo. O podría ocurrir que Laura Carlotto no sea terrorista, pero es una criminal peligrosísima. O podría ocurrir las dos cosas: que Carlotto sea terrorista y criminal peligrosa al mismo tiempo. Pero Victoria Villarruel no ha dado ningún argumento falsable porque ni siquiera ha formulado la oración de modo coherente

Supongo que a Villarruel le debe dar igual. Para ella, ser militante de prensa es ser "tan terrorista como el que mató". Pero que le de igual no significa ni que su lenguaje sea preciso, ni que podamos entender la verdadera naturaleza represiva con sus argumentos banales. Si quitamos todos los calificativos y dejamos el hecho puro, los militares reprimieron a miles de personas que no suponían un peligro bélico. Por eso el apologismo necesita tapar los hechos puros con maquillaje lingüístico impreciso. Lo de Villarruel es mera verborragia que no nos dice nada del peligro tangible o los hechos puros


Las dos frases del apologismo: "tal persona era terrorista" o la siguiente de "no eran inocentes", son las más difíciles de someterse a una falsación adecuada. El apologismo utiliza estas frases ambiguas para acomodar sus intenciones según les convenga (similares objeciones podemos hacer contra la declaración que indica que lo ocurrido en los 70 fue una guerra: no especifican qué entienden ellos por "guerra" y no podemos responder si es verdadero, si es falso, si es verdadero pero el concepto carece de trascendencia, etc. Idem con la noción de "excesos")


Esta lógica de calificar a cualquier militante de "terrorista" se les vuelve en contra de los apologistas, ya que algunas víctimas de la guerrilla también militaban en organizaciones "raras" y no obstante son reivindicados por los apologistas. Estoy muy seguro que Victoria Villarruel no llama "terroristas" a los militantes de la guerrilla derechista CNU, sino que incluso los reivindica ¿Nos fijamos?


https://twitter.com/VickyVillarruel/status/1565474693792030722



https://twitter.com/VickyVillarruel/status/768856887941013505


Estoy confundido: Villarruel homenajea y reivindica a militantes de una organización "terrorista" de derecha (encargado de asesinatos como el de la estudiante Silvia Filler en 1971; encargado de masacrar a miembros del partido no armado "Partido Socialista de los Trabajadores" en 1975; incluso con la comisión de robos comunes). Si para Vicky Villarruel, todo militante de Montoneros o ERP es "terrorista" con independencia de si resulta combatiente o no, con independencia de si milita en una célula estudiantil o es un combatiente consumado; con la misma lógica todo militante de la CNU es terrorista también. O sea que Villarruel homenajea terroristas

Acá algunas noticias de los asesinatos más conocidos de la CNU:

https://www.0223.com.ar/nota/2022-5-9-7-59-0-coca-maggi-la-decana-que-pago-con-su-vida-la-defensa-por-la-educacion-gratuita

https://izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/elsocialista/item/13185-a-40-anos-del-asesinato-de-carlos-scafide-pst

https://www.pstu.com.ar/juicio-oral-publico-los-asesinos-la-cnu/


a partir pag. 11:

https://memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.4333/ev.4333.pdf




El CELTYV (organismo presidido por Victoria Villarruel) reivindica a un militante de la CNU asesinado en julio de 1974. La CNU era una organización universitaria ultraderechista que para ese entonces tenía en su haber varios atentados (incluyendo el asesinato de Silvia Filler en 1971 y un fallido intento de atacar una Petroquímica en 1973); también robos comunes (caso de Patricio Fernández, dirigente de la CNU, que se manejaba en un auto robado). En 1975 la CNU se volvería más sanguinaria con mayor número de asesinatos

https://twitter.com/celtyv/status/1410599835812565001 


Si Villarruel considera que un militante no-combatiente de la CNU no es "terrorista" (o al menos no es un blanco lícito para ser abatido por una organización armada de izquierda), y que en cambio es un "civil no-combatiente"; entonces esto aplica también para Montoneros y PRT-ERP. Cuando le conviene a Villarruel, no clasifica a ciertas personas como "terroristas", pero como hemos dicho a lo largo del posteo, tampoco es que el calificativo que ella propone de "terrorista" signifique algo concreto, sino que es una simple etiqueta peyorativa que ella utiliza como si fuese algún argumento de peso

Imagínense si con esa vara acusamos al que le lustraba los zapatos a Massera como "cómplice de criminalidad", "asociación ilícita", "colaboracionista" o "represor infiltrado". O vamos a meter a todo periodista propagandista de la dictadura preso porque "era parte de la dictadura". Sería medio nabo. Bueno, los apologistas quieren implantar esa lógica para el desaparecido


También Villarruel reivindica a víctimas como Miguel Castrofini, un militante de la guerrilla derechista en los años 60 que fue asesinado en 1974 por una fracción del ERP que se escindió llamada "ERP-22 de Agosto". Villarruel nunca denomina a Castrofini como "terrorista" o como "ex-terrorista" ni nada por el estilo




Habría que avisarle a esta abogada, la existencia del artículo 19 de la Constitución Nacional de Argentina, el cual dice: 

Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe


La esencia es su primera parte: "Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados". La simple militancia estudiantil, sindical, propagandística, barrial de una persona en una organización "terrorista" (según califican los apologistas a estas organizaciones), o incluso la simple unión a una organización así, no supone violación del artículo 19 de la CN. Lo contrario implica castigar una acción que todavía no lesionó a terceros, y que no puede lesionar por sí mismo tampoco (la simple asociación no provoca daños); lo cual vulnera el artículo 19 de la CN

Esto vale para cualquiera: ya sea militares, guerrilleros, civiles simpatizantes de los militares o guerrilleros, da igual. Una persona que mata o colabora directamente en un delito, está provocando un daño a tercero. Pero una persona que simplemente se une a una organización, no provoca daños. Entonces, el calificativo inexacto de "terrorista" es constitucionalmente irrelevante


La vaguedad semántica y narrativa se hace presente también en quien fue el máximo jefe de la batuta, Jorge Rafael Videla. En el libro del periodista Ceferino Reato "Disposición Final", Videla dijo lo siguiente:

Había que eliminar a un conjunto grande de personas [7 mil a 8 mil personas] que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas


Esta idea de "no podían ser fusiladas ni llevadas a la justicia" obedece a la razón de un posible escándalo internacional si ejecutaran legalmente en masa. Pero más allá de ese punto, muy lamentablemente Ceferino Reato no le re-pregunta a Videla lo que es obvio de repreguntar ¿Qué hicieron esas 8 mil personas para ameritar su fusilamiento o la "Justicia"? [que dicho de paso, Videla tampoco define el alcance de su concepto de Justicia hacia esas personas ¿Prisión perpetua para todas esas 8 mil personas? ¿Para la mitad? ¿Absoluciones para algunos, para muchos?] 

Videla lo deja todo en el aire, en la nebulosa. Somos nosotros quienes tenemos que imaginar y especular sobre los contornos de sus declaraciones por demás ambiguas ¿Esas personas eran todas criminales pero por alguna razón insondable no podían ser condenadas a prisión perpetua u otras elevadas sanciones judiciales? ¿Eran inocentes esas 8 mil personas pero por un motivo misterioso no las podían liberar? Son declaraciones tan absurdamente exiguas, que podemos interpretar cosas totalmente contrapuestas: o bien la mayoría de esas 8 mil personas (o todas) eran culpables de atroces crímenes que la declaración de Videla jamás se preocupa en demostrar.... o muchas de esas 8 mil personas (o todas) eran inocentes de gravísimos crímenes y fueron asesinadas a sabiendas de una inocencia o irrelevancia penal que la declaración de Videla no desea admitir


Panfleto del Comando Libertadores de América, un organismo para-policial ultraderechista de Córdoba que reprimió hasta antes del golpe de Estado. En este comunicado avisan que ellos asesinaron a una militante del ERP, Susana Luna, que se dedicaba a la propaganda (no era combatiente)


La ambigüedad de lenguaje en Videla puede ser disculpada por constituirse el principal implicado en los crímenes del gobierno militar. Asi que es obvio que en su testimonio se va a cuidar de ser demasiado específico. Pero los apologistas como Nicolás Márquez, Agustin Laje o Victoria Villarruel no tienen tantas excusas para ser tan ambiguos.... excepto, claro está, que su imprecisión de lenguaje es deliberada para dejar bien parados a sus amados represores e insinuar lo que no pueden decir de frente: que la mayoría de los desaparecidos merecían ser perseguidos por las fuerzas armadas, aunque los apologistas no puedan demostrar la peligrosidad real de la mayoría de ellos

Como no pueden demostrar que la mayoría eran criminales peligrosísimos.... recurren a la ambigüedad de lenguaje, de manera que ellos con simples palabritas confusas abarquen la narrativa que quieren dibujar, ahorrándose de ofrecer pruebas, fuentes y datos concretos del peligro real de las víctimas del gobierno militar


Uno de los trucos del apologismo totalmente retóricos (pero carentes de argumentación ética y jurídica consistente) es calificar a Montoneros como "organización terrorista" y por simple procedimiento metonímico, todo militante de este grupo sería automáticamente un "terrorista", aprovechando las connotaciones negativas de esa palabra. El nivel de imprecisión de estas aseveraciones es tan grande, que además de nunca quedar claro lo que significaría ser un "terrorista" a nivel penal, permite incluir con el mote despectivo a cualquier sujeto con independencia de su peligrosidad real. Como es el caso de María Lennie (foto), militante del frente sindical de Montoneros y muerta en un intento de secuestro de los represores de la ESMA. Ella no era combatiente pero es etiquetada por el apologismo como "terrorista", a pesar que los apologistas nunca fundamentan su peligro real. Así, los militares habrían asesinado a simples sujetos con etiquetas, en vez de sujetos con peligro real; invirtiendo además la carga de inocencia: ella tendría que demostrar que no hizo nada delictuoso trascendente en vez del apologismo demostrarlo. Finalmente la carga de la prueba se convierte en una prueba diabólica: el hecho de ser montonera es prueba automática de que los militares tenían motivos fundamentados para abatirla, con independencia de su peligro real o que ellos supieran que no era combatiente


Es más, vamos a hacer exactamente lo que Villarruel y el prostituto de Nicolás Márquez no quieren hacer: vamos a cuantificar los "delitos" de la señorita Laura Carlotto

Si Laura estuviese viva hoy, y suponemos que es juzgada por un tribunal civil ¿De qué la acusarían y cuál sería la pena? La podrían acusar de:

1-Asociación ilícita por su militancia en Montoneros: esta acusación no estaría bien fundada, ya que la asociación ilícita supone la unión grupal con el fin de cometer delitos, cosa que aquí no ocurre. Laura militaba en la Secretaría de Prensa de Montoneros, no en la Secretaría Militar. De por sí el tipo penal "asociación ilícita" viola el artículo 19 de la CN, pero ese es otro tema

Si ella hubiese militado en la Secretaría Militar de Montoneros, entonces la calificación penal de "asociación ilícita" tendría más sentido, incluso si no hubiese actuado en ningún delito concreto. Porque la Secretaría Militar era la parte "militar" o "combatiente" de Montoneros, cumpliendo con el tipo penal de "unión de dos o más personas con el fin de cometer delitos" 

Sobre la doctrina referida a la asociación ilícita, en el siguiente posteo hemos tratado más extensamente este punto: 


Para hacer una comparación: el cocinero de Videla, es decir el hombre que le hacía las comidas todos los días a Videla, no sería acusado de "asociación ilícita" porque no está unido a Videla con el fin de cometer delitos ni participar de ellos. En cambio, los oficiales militares que ejecutaban sus ordenes para la comisión de crimenes en los centros clandestinos, cumplen con el tipo penal de "asociación ilícita"

Aún así, vamos a suponer la ficción que Laura Carlotto puede ser acusada penalmente de "asociación ilícita". La simple asociación en este contexto está penada con 3 años de prisión, puede ser excarcelable si un juez lo desea


2-Apología del delito, debido a su propaganda pro-Montonera: pues tampoco está bien fundamentada esta acusación. La apología del delito es penalmente relevante cuando implique un peligro demostrable, cierto e inminente de influenciar a otros de cometer un delito. Además que tampoco está demostrado que Laura haya siquiera exaltado un delito en particular y en tono apologético

Aún así, suponiendo que Laura hubiese realizado una apología delictiva penalmente relevante, la pena máxima es de 1 año de prisión (excarcelable)


Los dos delitos consignados, por no ser lesivos, conllevan además problemas de constitucionalidad en su calificación


Como pueden ver, el gigantesco, apoteósico, magnánimo peligro que representaba Laura Carlotto se materializa en dos delitos de difícil encuadramiento (es decir, que resulta complicado acusarla de ellos), de los cuales esos 2 delitos no son lesivos (no ocasionan un daño tangible), y su pena ameritaba 4 años como máximo. Ambos delitos cuyas penas son excarcelables

O sea que los militares secuestraron, torturaron, mataron e incluso le robaron el bebé a Carlotto.... siendo ella una persona de nula peligrosidad!!!! Con razón Victoria Villarruel intenta maquillar todo con la palabrita mágica de "terrorismo": porque de lo contrario nos daríamos cuenta lo tremendamente ridículos que fueron los militares  en su supuesta "lucha contra la subversión"

Es como si yo matara a golpes a un chico de 5 años que me robó una manzana, y encima me jacte frente a la sociedad que combatí a un terrible peligro. La gente se me cagaría de risa por el pretendido peligro que combatí. Pero Villarruel quiere que vos aplaudas a los militares por torturar y asesinar a irrelevantes peligros, que los comprendas y que perdones sus "excesos" porque ellos nos salvaron de un gigantesco peligro. Y como Villarruel no tiene los ovarios para defender a los militares con la verdad, entonces apela a palabras mágicas como "terrorista" que oculten el nulo peligro al que se enfrentaron los militares

A mi personalmente no me molesta que un apologista festeje el asesinato de un montonero por el hecho de ser "montonero" aunque no constituya ningún peligro real. Me parecería una actitud honesta de ese apologista. Pero eso implicaría admitir que le gusta la matanza de personas por cuestiones ideológicas y no por criterios lesivos o penales, ya que la doctrina del Derecho Penal basa sus fundamentos en la lesividad (aún la pena de muerte en Estados Unidos se aplica por criterios lesivos y no ideológicos). Eso es lo que Márquez, Laje o Villarruel nunca podrán admitir, porque sería como darle la razón a los organismos de DD. HH. al aseverar que las fuerzas armadas torturaron y mataron personas por disidencia ideológica y no por peligrosidad real


Y se supone que los militares dicen que esto fue una "guerra". Pero en una guerra, los delitos de "asociación ilícita" y "apología del delito" no existen. Asi que peor todavía, quedan mucho peor parados los militares; porque en una guerra no pueden siquiera alegar que su enemigo cometía asociación ilícita, ya que no existe dicho delito en una guerra. En la teoría de la guerra, Laura Carlotto sería una civil y sin ningún reproche penal 

Nótese el total desbarajuste del pensamiento apologético con este ejemplo: si el día de mañana yo me descargo el último videojuego Top de Nintendo, o el último estreno fílmico de Marvel, o cualquier otra cosa tocha, y encima comparto el enlace a un amigo para que se lo descargue, yo estoy cometiendo un delito LESIVO (estoy ocasionando un daño económico a una empresa. Un daño real, concreto, no imaginado); pero creo que ni siquiera alguien tan ultracapitalista como Nicolás Márquez pediría la pena de muerte contra mí por eso; de hecho probablemente ni se moleste en denunciarme por ello. Ahora, Nicolás Márquez con el objetivo de defender a sus amados represores, es capaz de justificar mediante un lenguaje alambicado la tortura y asesinato incluso de montoneros que no cometieron delitos lesivos. Ya no hablemos de montoneros que asesinaron a alguien o que cometieron un delito lesivo de baja trascendencia.... sino que también justifica todas las desapariciones de aquellos cuyos actos no son lesivos. A Nicolás Márquez no le molesta que los militares hayan asesinado a Laura Carlotto aunque él no pueda demostrar que cometiera siquiera un delito tangible lesivo (sea de cualquier gravedad)

Llamar a alguien como "terrorista" no va a hacer que mágicamente sus actos no-lesivos se transformen en lesivos o adquieran más relevancia que éstos


Es evidente, por la documentación militar que sobrevivió a nuestros días, que el objetivo principal de la represión (no el único), era la destrucción de Montoneros y PRT-ERP. Entonces, el razonamiento del apologismo es:


Si los militares fueron a perseguir montoneros = entonces fueron a perseguir terroristas


Pero si no explican qué significa para ellos los conceptos de "Montoneros" y "terrorista", una vez más el silogismo apologista es inentendible



Movilización pública de la "tendencia revolucionaria" peronista (1973), que incluye simpatizantes de organizaciones político-militares peronistas de ese entonces (la fusión FAR-Montoneros). Dado que los apologistas no especifican qué entienden ellos por "inocencia", por "terrorismo" y otros conceptos; podemos decir que todos estos manifestantes son automáticamente "terroristas" (sin saber qué significaría eso y la trascendencia de ello).... incluso cuando las actividades políticas proselitistas de Montoneros eran legales durante el periodo 73-sep75, y no suponen un daño o peligro tangible


Y la parte más graciosa de todo esto.... es que los documentos militares SI nos dan una pauta más precisa sobre qué tipo de enemigo estaban combatiendo los represores. Los documentos militares dicen muchas cosas que a los apologistas no les conviene. Veremos a continuación 

Pero antes, profundicemos un punto importante de la legalidad 1973-1975: obviamente la parte estrictamente "militar" de Montoneros y PRT-ERP siempre estuvo penalizada (naturalmente), pero el resto de las actividades sindicales, estudiantiles y barriales de Montoneros durante el periodo 73 hasta noviembre de 1974, fueron legales. Si un estudiante agitaba a los demás con reclamos que favorecieran la ideología montonera (ej: que los alumnos pidieran el medio boleto escolar), eso en 1973 era legal (con independencia de los ataques represivos derechistas). Recién en septiembre de 1974, con la sanción de la ley 20.840, que penalizaba con cárcel el proselitismo "subversivo" (una figura penal ambigua que básicamente sancionaba las agitaciones sindicales, estudiantiles y barriales de ideologías izquierdistas revolucionarias), es ahí cuando estas actividades antes legales de Montoneros corren riesgo de ser sancionadas con prisión.... e incluso así, la ley tenía un limbo muy grande porque Montoneros se reivindicaba peronista (misma postura política del gobierno que promulgaba su ley de represión), por lo que recién en septiembre del año 1975 se prohibe estrictamente el proselitismo montonero con un decreto presidencial, aunque dicho decreto no contiene sanciones penales tampoco (sino que remitía a la ley 20.840)

En cuanto al PRT-ERP, sus actividades sindicales, estudiantiles y barriales estaban en una vacilante legalidad. El diario "El Mundo", dirigido por el PRT, era legal hasta su clausura a principios de 1974, pero fue eso: una clausura del diario. Legalmente los periodistas que trabajaban allí no corrían riesgo de una estricta sanción penal hasta la ley 20.840 (por mucho que la policía los detuviera). En cuanto a otros frentes, como la Juventud Guevarista (frente estudiantil del PRT-ERP), tampoco corrían un riesgo legal hasta la mentada ley 20.840

¿A qué quiero llegar con esto? Que la represión militar y policial de marzo de 1976 se ciñó sobre muchos militantes políticos de Montoneros y PRT-ERP, cuyas actividades no lesivas eran legales (o semi-legales) hasta no mucho tiempo atrás. En el colmo de la paradoja, la represión se alzó también en el periodo 73-75 contra militantes cuyas actividades no lesivas eran legales en ese tiempo: así, los represores podían estar torturando o asesinando a un militante barrial de Montoneros en un centro clandestino de 1975, aún antes que la actividad barrial de Montoneros fuese prohibida por el decreto de Isabel de septiembre del 75 (y repetimos: dicho decreto solo prohibía, pero no sancionaba penalmente). Lo que refuerza el intrascendente peligro bélico al que enfrentaron los militares, y evidencia la pobreza argumentativa de personas como Nicolás Márquez o Victoria Villarruel que intenta resolver estos problemas con la palabra salvadora de "terrorista"

O sea que Laura Carlotto, entre otras tantas miles de personas, fue secuestrada en el año 1977, fue torturada, asesinada y su hijo robado.... por un tipo de actividad que en 1973-1974 no le hubiera traído demasiadas complicaciones legales ¿Cómo resuelve Villarruel esta incoherencia sobre el irrelevante peligro de Laura Carlotto? Pues no la resuelve: lo maquilla con la palabra "terrorista" y se acabó!!!! no se discute más

Las leyes que intentaron limitar y penalizar las expresiones políticas y armadas de la guerrilla no fueron nomencladas con el rótulo de "terrorismo" sino de "subversión". Aun así, nunca dieron una definición precisa, taxativa de cuándo a una persona se la puede calificar indubitablemente de terrorista o subversiva. Esto tiene importancia para volver a remarcar la inconsistencia argumentativa de los apologistas en calificar a alguien de "terrorista" o "subversivo", con independencia de los actos cometidos, y usarlo como argumento de peso para justificar la represión


[PD: aún en el caso de los que eran estrictamente combatientes o cometían atentados, tampoco les cabe la calificación de "terrorista". Para más detalles del concepto de Terrorismo, véase el sig. posteo nuestro:


]


En definitiva, cuando se dice que cualquier erpiano / montonero es "terrorista" a secas, sin precisar nada más; o cuando se dice que un militante sindical o de prensa de Montoneros es "terrorista",  está incurriendo en 7 problemas conceptuales:

-Un problema semántico, al no precisar bien los conceptos de "montoneros" y "terrorismo" 

-Un problema histórico-legislativo, ya que incluso bajo el gobierno de Isabel las actividades gremiales, estudiantiles, barriales de Montoneros estuvieron flotando en la legalidad sin ser nunca penalizadas de manera contundente 

-Un problema de doctrina y cuantificación penal, al no precisar qué tipo de delito concreto cometió y qué sanción  concreta merece la persona aludida, para poder comprender su peligrosidad real en cuanto a la interacción entre la lesividad de su delito y su pena

-Un problema bélico, al no especificar el nivel de peligrosidad bélica de esa persona en la supuesta "guerra"

-Un problema analógico, ya que las actividades de un militante montonero no-combatiente pueden ser equiparadas a los de cualquier militante de otro partido 100% "legal". Lo que contrario sensu, ese militante legal podría mutar a "terrorista" fácilmente con un par de giros arbitrarios de circunstancia y lenguaje 

-Un problema ontológico, porque un militante no-combatiente de Montoneros en el mundo real no está aportando un hecho criminoso, tangible; por lo que ontológicamente tiene la misma entidad que una persona común y corriente que no hizo nada criminoso en el mundo real

-Un problema ideológico, al intentar criminalizar por ideas en vez de por acciones


Espero que entiendan, que la ausencia de un lenguaje riguroso en estos temas tan delicados, desencadena muchísimos problemas de entendimiento conceptual.... los cuales son muy hábilmente aprovechados por el apologismo de la dictadura para hacer entender implícitamente al receptor lo que a ellos les conviene


Para terminar este capítulo, un consejo muy importante: si van a discutir de estos temas, USEN UN LENGUAJE RIGUROSO, POR EL AMOR DE DIOS. Cualquier argumento donde se hable de "terroristas", "culpables", "inocentes" sin especificar a qué nos estamos refiriendo ni cuantificar debidamente, puede derivar en una discusión pobre, ingenua y superficial.... lo cual convieme sobradamente a los apologistas. A ellos no les gusta hablar del peligro concreto que representaba cada desaparecido, sino que les importa encasillarlos en su militancia y utilizar la palabrita mágica de "terrorista" que soluciona cualquier argumento desfavorable sobre el irrelevante peligro al que se enfrentaron las fuerzas armadas


-Cifra de combatientes de la guerrilla resumida, y el enemigo no armado

Ser combatiente, o militante de la Secretaría Militar de las organizaciones revolucionarias, no implica necesaria e inequívocamente haber cometido un crimen de trascendencia. Uno pudo haber sido combatiente y resultar desaparecido incluso antes de ejecutar acción alguna. O pudo haber cometido un delito de escasa trascendencia (por ejemplo, robar un camión de juguetes para repartir en las villas). No obstante, la cifra de combatientes de Montoneros y PRT-ERP es importante saberla para comprender el potencial máximo de peligrosidad y belicosidad al que podía aspirar inmediatamente estas guerrillas

Para los objetivos de este posteo y otros del blog, podemos hacer la analogía ficticia de Combatiente = Criminal grave. Así podemos ver con más claridad a qué terrible peligro se enfrentaron las fuerzas armadas

Y, aunque al apologismo no les guste, hay varias fuentes militares muy importantes que nos permiten hacer una estimación no arbitraria del número de combatientes guerrilleros

En nuestro posteo ¿Cuál fue la cifra de combatientes de Montoneros para 1976? podrá enterarse de la cantidad estimada de Combatientes, Logística e Inteligencia de Montoneros (mejor dicho: de la Secretaría Militar de Montoneros). Lamentablemente la cantidad de información está tan fragmentada que recomendamos al lector dirigirse a ese posteo en específico, ante la imposibilidad de hacer un resumen breve:


Podemos incluir la logística combativa en la ecuación peligrosista (por ejemplo el militante que fabrica un explosivo no es combatiente sino que está en la parte logística pero colabora igual y muy directamente en el "combate"); pero no modifica la ecuación: la pobreza ofensiva de esta guerrilla, y un número importante de militantes que NO combaten, que solo hacen actividad política

Para aquellos negacionistas que casi nos exigen que tengamos que demostrar la "inocencia" de la mayoría de los desaparecidos (en vez de ser ellos quienes demuestren su culpabilidad), pues perfecto, aceptamos el desafío con todo gusto: los datos que difundió el gobierno militar en la conferencia de abril de 1977 y en revistas voceras de la dictadura como GENTE, es una primera prueba muy contundente que desarma el apologismo de gente como Nicolás Márquez o Agustin Laje. Aún si aceptamos la absurda teoría de la "guerra", estos montoneros no-combatientes continuarían siendo civiles incluso para el Derecho Internacional


De la cifra de combatientes del ERP tampoco se puede decir gran cosa. La propia inteligencia militar calculaba en octubre de 1975 unos 430 combatientes mínimo y 600 combatientes máximo. Este gráfico lleva la firma del subjefe de inteligencia militar Carlos Martínez:



Pag. 59: 


Este gráfico pertenece a la directiva 404/75 que acompaña los decretos de aniquilamiento de octubre de 1975. Es curioso que apologistas extremos como Nicolás Márquez o Agustin Laje siempre nos recuerdan la existencia de esos decretos del peronismo..... pero casualmente se les "olvida" de hacernos acordar este gráfico que complementa la orden del decreto, donde claramente calculan la pobreza numérica de los combatientes del ERP: 600 combatientes máximo para octubre de 1975. Esa era la fuerza que los militares estimaban "aniquilar"  como guerrilla de combate para los militantes de Santucho. Aún si suponemos que los militares la pifiaron y los guerrilleros eran más numerosos, la capacidad ofensiva debía ser tan pobre que los militares solo quieren estimar hasta 600 combatientes como máximo

Y no, en Tucumán tampoco había tantos combatientes de Montoneros. Para 1976, el coronel Eusebio González Breard, quien era jefe de inteligencia del Operativo Independencia (es decir, era uno de los responsables de los interrogatorios en los centros clandestinos de la provincia), escribe en su libro "La Guerrilla en Tucumán: Una Historia No Escrita" que Montoneros tenía 30 combatientes (pag. 140):


Entre el ERP y Montoneros no juntaban más de 150 combatientes en 1975 y 1976 para la provincia de Tucumán. Es significativo que el represor escribió este libro en el año 1999, cuando ya se sabía en esos tiempos que en Tucumán habían desaparecido mucho más que 150 personas en todo el trayecto de 1976 en adelante. Se ve que al represor González Breard no le importó demasiado disimular que la mayoría de los desaparecidos en esa provincia no eran combatientes. Era un represor Chad

Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército (con jurisdicción en varias provincias, siendo Córdoba y Tucumán las más destacadas) en el periódico La Nación, el 31 de diciembre de 1983; y en la revista Siete Días el 18 de enero de 1984, dijo: 

Tengo absoluta convicción de que en mi jurisdicción, aquellos enemigos que cayeron, es decir, los traidores activos al servicio de la subversión; esos no eran en absoluto inocentes [...] y quienes afirman que durante la guerra contra la subversión las Fuerzas Armadas mataron a muchos inocentes tendrán que probarlo y lo de la inocencia corre por cuenta de quien lo dice

Acá solo se persiguieron a culpables. No hubo una cacería de opositores políticos [...] Los que eran malos, ahora son los buenos. Y los que salvamos al país ahora somos los malos

extraído del siguiente libro, pag. 168: 


Olvidemos por un momento cómo el represor cambia el paradigma del Derecho Penal (nosotros debemos probar la "inocencia" en vez de ellos probar la culpabilidad). Acá es interesante porque si uno se atiene A LA MISMA DOCUMENTACIÓN MILITAR, los combatientes guerrilleros en Tucumán (donde Menéndez tenía jurisdicción, aunque actuara Antonio Bussi y Acdel Vilas), en esa provincia nunca sobrepasaron las 150 personas (ERP tenía 120 combatientes máximo en 1975; Montoneros tenía 30 combatientes en mayo de 1976); y por contrapartida hay más de 700 desaparecidos registrados estatalmente sin incluir sobrevivientes y detenidos del PEN. Esto da una idea de cómo la represión llama "culpable" a gente que, como mínimo, no es combatiente. Además tampoco especifica de qué cosa son culpables, y qué hipotética sanción penal recibiría en un sistema democrático, ya que no es lo mismo un "culpable" que recibe 6 meses de prisión (excarcelable) al que recibe 3 años de cárcel efectiva, y al que recibe perpetua o pena de muerte (en un país como EE. UU. que tiene dicha pena en algunos Estados); o incluso al que es absuelto ya que dudo mucho que a un juez democrático le parezca trascendente un estudiante montonero que reparte panfletos. Pero el represor Menéndez los aglutina a todas sus víctimas como dando a entender que todos merecían ser eliminados con la pena capital que finalmente impusieron los represores en las mazmorras clandestinas (aunque algunos sobrevivieron). La vaguedad semántica es un recurso importantísimo para entender algunos discursos apologéticos contemporáneos

Frente a la escasa cifra de combatientes dentro de las organizaciones revolucionarias, las fuerzas armadas no se conformaron con eliminar a los guerrilleros sino a todo simpatizante de Montoneros, PRT-ERP y otras organizaciones con independencia de si era combatiente o no. Y para ello, tuvieron que delinear a su enemigo no armado:

Ya desde el plan de Ejército, febrero de 1976, para el golpe de Estado del 24 de marzo; el Ejército caracteriza al oponente activo y oponente potencial a enfrentar. Enlista la parte armada guerrillera y una serie de organismos aledaños no-combatientes, incluyendo organismos estudiantiles y gremiales. Caracteriza estos organismos y sus actividades. Pag 17 en adelante:


El documento es interesante en 2 sentidos: por empezar, el Ejército no considera que todos sus oponentes sean criminales peligrosísimos con ametralladoras matando, sino gente que también podría oponerse a los planes socio-económicos del futuro gobierno militar (véase la caracterización del sector gremial y estudiantil); de hecho separa conceptualmente a "Montoneros" de la JTP o la UES. Y es interesante porque enlista algunas organizaciones que finalmente no fueron perseguidas, lo que marca el carácter bastante amplio de lo que las fuerzas armadas llamaban "oponente", que no pudieron ejecutar en su plenitud 




Proporción entre militantes combatientes y no-combatientes de las principales organizaciones político-militares a nivel nacional, de acuerdo a la documentación secuestrada por las Fuerzas Armadas a la guerrilla (véase los apartados correspondientes de este blog). Otros grupos políticos perseguidos por la dictadura como el P.S.T. (Partido Socialista de los Trabajadores) o P.C.R. (Partido Comunista Revolucionario) no tenían brazo combatiente



Informe de inteligencia militar sobre las T.E.A., las "Tropas Especiales de Agitación" de la organización Montoneros para la etapa de la Contraofensiva (año 1979). Estos grupos pertenecían al sector no-combatiente. Nótese que los mismos militares escriben en el informe que las TEA "no presentan combate", "realizan trabajo político", "tienen armas únicamente de defensa personal". A pesar que el mismo gobierno militar reconoce su intrascendencia bélica o criminosa, los militantes de las TEA fueron perseguidos y desaparecidos





Ordenes de detención de la represión concernientes a María Claudia Falcone y Horacio Ungaro, dos de los chicos desaparecidos del episodio "Noche de los Lápices". Estos menores de edad participaban en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), organismo estudiantil que respondía a los fines políticos de Montoneros. Estos chicos se dedicaban a movilizarse para evitar las cesantías de los profesores, cometían algunos actos vandálicos como protesta por el famoso boleto estudiantil, y repartían volantes políticos. En las ordenes de detención se puede observar que los represores escriben GRADO DE PELIGROSIDAD: MÍNIMO. A pesar que los mismos secuestradores calificaban a estos chicos con un grado inofensivo de peligrosidad para la sociedad, los atormentaron y desaparecieron igual. Más info sobre este caso aquí:




Graciela Meijide cuenta sobre la simpatía de su hijo Pablo por la Juventud Guevarista, rama juvenil del PRT-ERP (a partir minuto 19:48) ¿Era el hijo de Meijide un "terrorista" para el apologismo militar? ¿Victoria Villarruel y Agustin Laje dirán que era un peligrosísimo terrorista para la seguridad de la nación? ¿Con qué fundamentos?


En la conferencia del 19 de abril de 1977 que se mencionó en el apartado de la cifra de combatientes de Montoneros, el general Carlos Martínez (jefe de inteligencia del Ejército), disertó ante los periodistas para explicar los orígenes y continuidades de la subversión. Manifestó:

Durante el desarrollo de la "Operación Independencia" se comprobó que en el resto del país aumentaba el accionar armado y no armado de la subversión. Tal actividad es demostrativa del empleo integral y coherente de todos los elementos de esas organizaciones

[...]

La subversión desarrolla dos líneas de acción para alcanzar el poder: la acción armada y la acción insurreccional de masas. El Ejército, apoyado por las otras dos fuerzas armadas, está derrotando a los órganos de ejecución de las acción armada y a los activistas de la acción insurreccional de masas. Gracias a esta acción militar, la delincuencia subversiva se encuentra en franca retirada

pag. 2: 


Se divide a la subversión en "accionar armado" y "accionar no armado" como parte de la lucha integral que plantea el enemigo subversivo al país. Por su lado, el Ejército está derrotando a ambas. Estas declaraciones fueron dichas públicamente a la prensa y no parecen ocultar que el Ejército también está operando contra gente que no es combatiente ("accionar no armado"). La forma de operar no la dice públicamente pero ya sabemos cómo fue

En el libro "Los Años 70 a Fondo", el autor se entrevista con Ernesto Barreiro, jefe de interrogación del centro clandestino La Perla en Córdoba, y uno de los más despiadados torturadores de ese centro (condenado a la fecha a prisión perpetua). En una parte de la entrevista:

—Entrevistador: ¿Distinguías [en la lucha antisubversiva] entre miembros de organizaciones armadas, de militantes sindicales o sociales quizás combativos pero no involucrados en las armas?

—Ernesto Barreiro: Hay que aclarar bien las cosas porque eso es un motivo de gran confusión. Las organizaciones eran político-militares. En una guerra la Artillería tira y mueren los cocineros. El cocinero es un elemento indispensable en el combate. No al nivel del fusilero, pero es un tipo tan importante como cualquier otro. Nadie está inútilmente en una guerra [...]

—Sí, sí, ¿pero en ese momento?

—Nosotros no teníamos ninguna duda. ¿Y por qué no teníamos ninguna duda? Yo voy a hablar de Córdoba. No voy a hablar de los lugares de los que no sé. Cuando empieza todo esto… yo nunca hice ningún curso de interrogador ni nada por el estilo (ninguno de nosotros). Era como te digo, nos mandaron: “Vayan”. Entonces el primer impacto que yo recibí fue que había un uso de la violencia absolutamente irracional

—¿Por parte de quién?

—Nuestra. Yo me considero un tipo mínimamente racional, aún en esas circunstancias. Yo me daba cuenta de que eso no servía para nada


Con la excusa de la "guerra" los militares se permitían secuestrar, atormentar y matar hasta al cocinero de un montonero; aunque ese sujeto sea un civil o no-combatiente (ni siquiera comete un delito para acarrear una persecución policial). En otro apartado del blog descubriremos que esto conforma una doctrina, que existe un reglamento militar de 1969 que ya daba sustento teórico al asesinato de civiles no-combatientes bajo la excusa de una "guerra revolucionaria" (el asesinato masivo no se dio de la noche a la mañana el 24 de marzo de 1976, sino que había un bagaje teórico de años atrás)



Uno de los torturadores más conocidos de la dictadura, el "Turco" Julián (condenado a prisión perpetua por su labor en 3 centros clandestinos), minuto 3:20, pone como ejemplo de personas que no merecían morir, a militantes desaparecidos que hacían actividad política en una organización "militar" (pero que no tenían actividad militar)


En una entrevista a dos torturadores en el año 1986, se pone el punto más claro con respecto a la persecución, que se extendía a la subversión sindical

Nos dieron órdenes, y eso es todo. Nuestra misión era capturar a los del ERP y a los subversivos de los sindicatos. La Marina se encargaba de los Montoneros; la Aviación, de los trotskistas y de los bolches en los sindicatos


En ese camino, Victor Ibañez, un colaborador del centro clandestino Campo de Mayo, testimonia en un caso, que secuestraron y golpearon a varios delegados peronistas de fábrica  (minuto 2:36:42) mientras los torturadores los ridiculizaban con las mejoras laborales que pedían; en otro caso testimonia que secuestraron y golpearon a un editor de la revista "El Combatiente" (revista del P.R.T.) (minuto 3:05:43) 




También tenemos los siguientes gráficos de aniquilamiento. Estos esquemas hechos a lápiz de manera cutre, son gráficos que ilustran la composición del PRT-ERP que las fuerzas armadas estimaban a junio de 1977:




pag. 56:


Los gráficos aparecen firmados por Guillermo Suárez Mason, jefe máximo del Primer Cuerpo de Ejército, quien tenía jurisdicción en toda Buenos Aires. En los gráficos, los represores dividen quirúrgicamente a las regionales bonaerenses del PRT-ERP en sus correspondientes secciones: Juventud, Solidaridad, Sindical, Militar, Frentes de Masas, Legal, etc. Incluso estiman la cifra de efectivos que tenían cada una de estas secciones para junio de 1977, cifrando el aparato militar en 74 efectivos (no sabemos si todos ellos estrictamente combatientes, pero no importa en este momento) de un total de más de 300 personas que todavía pululaban en la organización. A diferencia de los gráficos de Carlos Martínez de octubre del 75, estos esquemas fueron confeccionados cuando la dictadura conseguía la información ya no con meros estimativos, sino torturando a los detenidos en masa para dilucidar el cuadro piramidal/celular de las organizaciones. Esto significa que los represores SABÍAN a qué secciones pertenecían los prisioneros secuestrados. Sabían que no todos eran combatientes, ellos sabían que no estaban torturando y matando únicamente combatientes; no lo ignoraban ni creían de buena fe que estaban torturando combatientes criminales. Los represores y sus apologistas no pueden hacerse los desentendidos con pruebas como estas, donde el mismo Suárez Mason firma estos gráficos



Carlos Guillermo Suárez Mason, jefe del primer Cuerpo de Ejército durante la dictadura, a cargo de toda la jurisdicción de Buenos Aires. Responsable directo e indirecto de más de 50 centros clandestinos de detención, entre ellos Campo de Mayo y el circuito Atlético-Banco-Olimpo


Esto es una vergüenza que ni los represores ni los apologistas admiten. Los represores pueden decir: "Estuvimos en guerra contra los Montoneros y el PRT-ERP, y les ganamos". Lo que no pueden admitir por vergüenza al honor militar, es que plantearon una "guerra" contra miles de personas que nunca pudieron suponerle un desafío armado; en definitiva ganaron una guerra contra la población civil y no combatiente. Así cualquiera gana guerras


Material de inteligencia del Ejército sobre la Contraofensiva de Montoneros, año 1979. En el mentado circulo, anotan el nombre de Adriana Lesgart, con grado de "Capitán" en la organización. Encargada de la Solidaridad Nacional (área donde se denunciaba sobre violación de DD. HH.). Los militares en paréntesis consignan (Baja), es decir que fue eliminada -asesinada-. No es calificada de "combatiente" por la inteligencia militar, ni de peligro trascendente. Éste y otros docs de la Contraofensiva, en el sig. alegato judicial:




Informe de la inteligencia militar donde enlistan a una serie de militantes de Montoneros de la Contraofensiva (año 1979). Nótese que separa a estos militantes en "células sindicales", "células territoriales", integrantes de las secciones de combate o de logística. No todos eran considerados como combatientes por la represión; estas células políticas también eran el objetivo para el exterminio



Es bueno recordar las fechas de algunas de las fuentes militares que sobrevivieron, como es el caso del gráfico de Carlos Martínez de octubre de 1975, o aún la documentación secuestrada al ERP en el allanamiento "La Pastoril", del 29 de marzo de 1976 (véase el artículo correspondiente del tema en este blog). Esas fuentes son de fecha ANTERIOR a la gran masacre nacional que vendría a partir de marzo de 1976; o en el caso de "La Pastoril" unos escasos días luego del golpe de Videla. O sea que los militares ya tenían la conciencia bien definida que en su "guerra" contra Montoneros y PRT-ERP iban a matar a miles de personas que no eran combatientes ni les suponían un peligro bélico. No fue algo a posteriori, sino a priori. No se dieron cuenta recién en el año 1981, ya lo sabían desde 1975. Que los apologistas no se hagan los desentendidos aquí: si mataron a un desaparecido montonero que no era combatiente, es porque resultaba su plan principal; no un exceso o un lamentable saldo de víctimas inocentes como ocurre en toda guerra. Sino que la "guerra" era contra esa gente no-combatiente



Gráfico militar sobre el accionar "subversivo" en el sindicalismo y el estudiantado: el militante de una organización subversiva crea una agrupación que intentará conducir a la masa hacia los fines sindicales y estudiantiles más favorables a la ideología subversiva. Si la guerra era supuestamente contra peligrosísimos criminales ¿Por qué les preocupaba el legítimo activismo estudiantil y sindical? Gráfico extraído del libro "Subversión en el ámbito educativo: Conozcamos a nuestro enemigo". Pag. 70:

http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003637.pdf  




Documento de la Prefectura Naval de Bahía Blanca titulado "Estudio realizado sobre el diario LNP (Guerrilla sindical)", en el que describen el "sabotaje" subversivo gremial en el diario La Nueva Provincia, y ofrece los nombres y apellidos de personas laboralmente problemáticas, como el de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola que serían posteriormente secuestrados, torturados y asesinados. La represión también estaba dirigida a los trabajadores molestos o sospechosos de intentar revolucionar la empresa en la que trabajan. En el sig. enlace, entrevista a Vicente Massot sobre el punto:


Todas estas pruebas, que no son las únicas, perfilan la represión militar contra aquellos que no son combatientes. Es una represión a sabiendas: los militares no eran tontos, sabían que sus futuras víctimas no eran combatientes

Como ejemplo, el represor Hugo Sandoz, uno de los comisarios del centro clandestino "Servicio de Informaciones" de Rosario, dijo que:

Los que venían ahí [al centro], eran aquellos que estaban relacionados con asuntos gremiales que era de competencia nuestra, políticas o subversivas

extraído del libro de Gabriela Aguila, pag. 87


Es decir, los desaparecidos que pasaron por ese centro clandestino, tenían actividades gremiales "subversivas" (esto era, posiblemente, militantes gremiales no-combatientes que simpatizaran con Montoneros, PRT-ERP o incluso partidos como el PST, entre otros). No importaba la peligrosidad real o los crímenes gravísimos para entrar en los centros clandestinos. La destrucción represiva comprendía la militancia de tipo gremial también (entre otras actividades no-combatientes)

El represor bestia de Feced, quien era el "poronga" de Rosario durante el gobierno dictatorial, a cargo de los centros clandestinos de la ciudad; testimonia en la causa judicial en su contra, sobre dos sobrevivientes del centro clandestino S.I. (Servicio de Informaciones). Obviamente omite las flagelaciones a las que sometía a sus prisioneros, pero dice: 

[el sobreviviente de alias "Cady"] fue detenido en compañía de una chica muy jovencita, eran elementos periféricos, soldados de la organización "Montoneros", estaban en el periodo de instrucción, en el manejo de armas; fueron detenidos y los teníamos alojados ahí [en el S.I.] y estaban en las oficinas con nosotros, tal es así que la piba esta, me cebaba mates a mi. Frecuentemente, cada vez que llegaba me cebaba mate a mi. Yo le tenía un particularísimo afecto porque siempre se lo decía: "vos sos la copia de mi hija mayor" [...] Yo fui el padrino de casamiento de estos dos montoneros

del sig. enlace, pag. 167:


No niega, sino más bien asume, que estos dos montoneros carecían de trascendencia bélica, y/o que su "pecado" fue instruirse en el manejo de armas. A los centros clandestinos iban a parar cualquier cosa según la misma documentación y testimonial militar: desde pelotones de combate, militantes estudiantiles, periféricos, sindicalistas, discapacitados, etc. Basta recorrer las fuentes que damos no solo en este posteo, sino en los más de 40 artículos de este blog sobre la temática, para sentirse convencido. Y con una agria verdad de por medio: la escasez de combatientes (amén de la pobre instrucción que recibían estos guerrilleros, pero eso es otro tema), así como también la detención de personas en incipiente grado de preparación armada (tal es el caso del testimonio señalado de Feced o de otros documentos que expondremos luego)

Aún en el caso de estos dos sobrevivientes que testimonia Feced, solo estaban instruyéndose en el manejo de armas. No habían alcanzado ningún nivel destacado como combatientes (tampoco queda claro si la instrucción tenía la misión de convertirlos en combatientes a estos militantes). Los apologistas pueden decir tranquilamente que estos dos chicos no eran "inocentes"...... pero eso a costa de tener que admitir que la represión se desencadenó ferozmente contra un insignificante peligro bélico, lo cual hace que los conceptos de "inocencia" o "terrorismo" sean bastante ridículos de puntualizar. No se enfrentaron las fuerzas armadas a un Ejército de Terminators y Rambos, sino a militantes intrascendentes como "Cady" 

(esta es una de las muchas razones por las que el apologismo insiste que hubo una "guerra": para justificar la eliminación de insignificantes peligros bélicos. Esto no tiene nada que ver con las buenas costumbres de guerra tampoco.... pero el apologismo cree que pueden justificarlo de algún modo)

Ejemplo de un interrogatorio bajo tortura a una detenida de Rosario:

Me orinan en el cuerpo y en la cara, me torturan y me preguntan por mi compañero, dónde está, nombrando los lugares en los cuales estuve, durante el seguimiento (siete meses y tienen registrado día por día mis pasos). Como no me acuerdo me siguen picaneando (...) ellos decían que yo tenía que saber, quiénes eran los montos y erpianos del sindicato y también Vanguardia Comunista

pag.  140


Notese que los torturadores le piden delatar a montoneros y erpianos del sindicato. Incluso delatar a militantes de Vanguardia Comunista (una organización sin brazo armado). Los torturadores no estaban concentrados en eliminar a los combatientes guerrilleros montoneros, sino a todo Montoneros, incluyendo a sindicalistas o trabajadores cuyo gravísimo pecado era el de reclamar mejores condiciones laborales para favorecer la ideología montonera o de la Vanguardia Comunista

Coincidentemente, el represor Leopoldo Galtieri, quien antes de su desastrosa actuación en Malvinas era jefe del II Cuerpo de Ejército y uno de los tantos responsables de la represión en su zona, se preocupaba también del apartado sindical. Según el testimonio de una sobreviviente de un centro clandestino, Galtieri se hizo presente en el lugar:

Entrevista a cada uno personalmente. Me pide mis datos y cuando le digo mi nombre me dice "yo tengo una hija que se llama igual que vos". Es muy paternalista y me pide que le cuente datos de mi infancia, si me festejaban los cumpleaños, si me sentía querida, etc. [...] Pregunta sobre mi actividad en el sindicato (...) Se enoja y golpea la mesa furioso (...) Me dice que él es la única persona que puede decidir sobre mi vida y que ha decidido que yo viva

pag. 190 del libro de Aguila


Recomendamos el libro de Aguila "Dictadura, Represión y Sociedad en Rosario", sobre todo porque la autora tuvo acceso a documentación policial sobre la persecusión a militantes "subversivos". Se destaca la tónica de persecusión a personas de bajísima peligrosidad (desde gente que tiraba panfletos "subversivos", gente que podía gritar alguna consigna subversiva, hasta personas que escondían a algunos militantes en su casa, personas que quemaban un colectivo o, lo más "grave" muy entre comillas, gente con armas en su casa pero sin ser acusados de una actuación concreta. Incluso personas detenidas para extraerles información nada más)

El Mayor Soria, también del Servicio de Informaciones de Rosario, le dijo a un ex-detenido de ese centro clandestino, octubre de 1977:

Esto es una saranda donde los malos quedan y los buenos salen. Vos sos uno de los que creíamos malos pero en la próxima tanda vas a salir vos

pag 77 del libro expuesto


Por otro lado, la policía de los gobiernos constitucionales de 1973-1976 no perseguían estas organizaciones porque estaban convencidos que todos eran guerrilleros pone-bombas letales. La policía y las fuerzas armadas tenían completa discrecionalidad para capturar, torturar y/o matar a militantes que hicieran publicidad ideológica

Al respecto, como ejemplo la vivencia personal del militante montonero Carlos Muñoz (sobreviviente de 2 centros clandestinos de detención) pintando paredes, que era parte de la "rutina" del peligro de los militante de aquel entonces:

https://www.facebook.com/karlosmu/posts/10158485463058254 

Pero más allá de anécdotas personales (algunas más graciosas que otras), la ley 20.840 de 1974 preveía de manera anticonstitucional la persecución vaga, arbitraria a la promoción ideológica

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/70000-74999/73268/norma.htm 

Claro que esa persecución en teoría derivaba en penas de cárcel. En la práctica esto no sucedió: tales leyes, al igual que el decreto del Operativo Independencia, serían "pantallas legales" para justificar la operatividad policial y militar en las calles. Pero la penalización por estos "delitos" de propaganda era quedar al ánimo de la bondad del policía torturador de turno

Esta persecución contra el activismo proselitista no lo ocultaban totalmente a la población, pero lo enmarcaban en una lucha contra una "delincuencia subversiva", para hacerlo más digerible al lector. En estos ejemplos de la prensa de época, vemos que las fuerzas armadas no ocultan al lector que están persiguiendo y "abatiendo" a militantes que se dedican a actividades sindicales o panfletarias. Claro que todo esto lo disfrazan con la idea de los "enfrentamientos" (algunos de ellos eran combates reales de militantes que no querían caer en el secuestro y tortura; otros eran enfrentamientos simulados con gente que ya había sido torturada y asesinada antes)


















La tónica de estos comunicados es parecida: una o más personas reparten panfletos "sediciosos" en las calles, son sorprendidos por las fuerzas policiales o militares que dan la voz de alto, y se inicia el tiroteo donde indefectiblemente alguno de los panfleteros es abatido. La idea es bastante clara para la población: si eras panfletero, entonces eras un extremista que iba a dispararle a las fuerzas armadas (esto en un contexto de muchos enfrentamientos fraguados). También es "abatida" una chica encargada de la "infiltración sindical", personas que tienen imprentas, cabecillas sindicales o de la Secretaría Política, e incluso gente de sanidad (área donde trataban médicamente a militantes heridos)

Eventualmente las fuerzas armadas dejaron de preocuparse en disimular que "abatían" a simples panfleteros o activistas en un enfrentamiento. El 3 de noviembre de 1977, el diario La Nación reproduce este comunicado del ejército:

El comando de la Zona 1 informa a la población que el 2 de noviembre [de 1977], en horas de la noche, en las proximidades de la Plaza Constitución, una patrulla de las fuerzas legales sorprendió a un activista que incitaba al cese de actividades y trataba de impedir la concurrencia al trabajo de algunos operarios, siendo abatido por el fuego. Se procura su identificación. Las fuerzas legales cumplieron con la misión impuesta tendiente a asegurar la libertad de trabajo

Ni siquiera necesitaron recurrir a la mentira que el activista abrió fuego o entró en combate

citado en el libro "Marcados a Fuego" parte III de Marcelo Larraquy, y también en este enlace: 



En el caso de la denominada "Masacre de Ibarlucea", seis personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas en el centro clandestino "Servicio de Informaciones" de Rosario. Después sus cadáveres fueron "blanqueados" a la prensa como un enfrentamiento simulado. En el diario La Capital, el 21 de diciembre de 1976:

El Comandante del Segundo Cuerpo de Ejército comunica a la población la nómina de los seis delincuentes subversivos que fueron abatidos el 18 de diciembre, a la 0.30 aproximadamente, durante un intento de copamiento de una subcomisaría en Ibarlucea: Larrosa Nora Elma (a) “Leonor”, integrante de la sección prensa, área de agitación y propaganda. Segarra Rodolfo Raúl (a) “Hueso”, integrante de la sección prensa, área de agitación y propaganda. Melelli Horacio Humberto (a) “Gallego”, habría actuado en el bloque sindical del movimiento, sección metalúrgicos. Alberto Cristián Asad (a) “El Turquito”, Núñez Segundo Severino (a) “Joaquín”. Aguirre Oscar Maximiliano (a) “Pedro”. Todos pertenecientes a la banda de delincuentes subversivos declarada ilegal en 1975 [se refiere a Montoneros]

extraído de esta tesis, pag. 56:


Nótese que a algunos asesinados les colocan el rol de sindicalista o miembro de prensa. Así, para la inteligente propaganda represiva, el militante político ahora es legítimamente un blanco a abatir, por su carácter militarizado, de combatiente que se enfrenta a unas fuerzas policiales y castrenses que se defienden. Esto, de nuevo repetimos, en un enfrentamiento que nunca existió. Pero el mensaje psicológico de las fuerzas armadas se resume a: "Ser montonero es malo incluso si solo hacés sindicalismo. Te vamos a buscar y te vamos a aplastar". Así era la "guerra" tan difícil contra el terrorismo subversivo que llevaban a cabo

Es curioso cómo en esta "guerra" contra peligrosísimos combatientes subversivos, no aparecen tantos combatientes abatidos. Sin dudas, tenemos las nociones de enfrentamiento (simulado o real), pero "combatiente" estrictamente hablando, no es una categoría tan frecuente de leer como uno pensaría en la pretendida guerra. Tenemos algunos ejemplos con el siguiente, donde una de las militantes abatidas, Susana Trossero, es consignada dentro de la estructura militar de Montoneros (sector combatiente), aunque como miembro de una célula de logística y encima destinada al área de Documentación (por lo que no era combatiente estrictamente). Otros militantes son igualmente consignados como integrantes de logística (sin especificar si dentro de la estructura militar de la organización), y otros en el sector de prensa. 9 de Octubre de 1976




Más acabadamente podemos ver esto en la campaña de la Contraofensiva de Montoneros de 1979, donde la revista GENTE (muy favorable a la dictadura en ese entonces) ofrecía a sus lectores un "Manual" para sospechar y denunciar subversivos:






En uno de sus párrafos, llama a desconfiar de aquellos que dicen que "todo está mal" en materia económica. Lo que es extraño: si supuestamente el enemigo es un terrorista peligrosísimo que mata personas con ametralladoras y bombas ¿Por qué deberíamos desconfiar de gente que dice que todo está mal económicamente? ¿Qué tiene que ver eso con las ametralladoras y las bombas? Bueno, más abajo la revista da la clave: menciona a las TEA, las "Tropas Especiales de Agitación" de Montoneros. Grupos que los mismos represores habían escrito en un informe de inteligencia que no presentaban combate, que solo tenían armas para defensa personal y que solo realizan actividad política. A través de sus revistas de propaganda como GENTE, alentaban a los lectores a denunciar a estos militantes no-combatientes



Ejemplo ilustrativo de las actividades de las TEA "Tropas Especiales de Agitación" de la organización Montoneros (el siguiente video es un cortometraje ficticio basado en la actividad más conocida de ellas: las interceptaciones radiales para difusión de proclamas). Esta clase de militantes inocuos pretendían ser denunciados (para su asesinato) por la revista GENTE



revista GENTE, diciembre de 1976. Señala los éxitos más importantes de las fuerzas armadas en su lucha contra la Subversión (algunos de ellos, falsos enfrentamientos que la revista disimula como reales). Entre los éxitos, se encuentra el descabezamiento del Secretariado Político Nacional de Montoneros. La revista indica que Victoria Walsh era jefa de Prensa del Frente Sindical; José Coronel se dedicaba al activismo y agitación Sindical; Ismael Salame manejaba el activismo y agitación estudiantil. A la revista parece no importarle que el lector supiera que las fuerzas armadas se "enfrentaban" contra agitadores y activistas sindicales/estudiantiles


El caso de los asesinados en el paredón de la cancha de Racing también es ilustrativo de esta persecución a los propagandistas, en un falso enfrentamiento. Un documento de la policía represiva sobre el hecho, dice:

El día de la fecha [22 febrero 1977], siendo aproximadamente las 1:40 horas, en circunstancias en que fuerzas conjuntas recorrían la zona de Avellaneda, al llegar a la calle Colón entre Alsina e Italia, observaron que varias personas se hallaban pintando leyendas subversivas, referentes al grupo autodenominado ‘Montoneros’ en las paredes del estadio de Racing Club, allí ubicado

Luego de esto, el documento se extiende sobre un enfrentamiento contra estos pintores de paredes que, en los hechos, no existió; y fueron ejecutadas 6 personas en las boleterías de la cancha. Nuevamente la tónica dominante de persecución a los panfleteros, a los propagandistas 





Ya en dictadura, tenemos estos ejemplos: dos informes de la represión tucumana, una con sello de la Universidad Nacional de la provincia donde se advierte que ciertas profesoras son "muy peligrosas" ¿Por ser combatientes? No, por el mero hecho de difundir sus ideologías y tener acceso a jóvenes para receptarlas. Otro informe está firmado por el represor Mario Zimmermann, uno de los jefes de la policía tucumana; en dicho informe se hace inteligencia sobre el ámbito estudiantil poniendo foco en panfleteros de Montoneros y ERP


En ese sentido, incluso si suponemos que todos esos 8500 eran de Montoneros y ERP, la mayoría de los montoneros o erpianos no constituían una amenaza seria, no eran combatientes y, lo más importante de todo, es que el gobierno militar y la policía sabía que esas organizaciones eran más políticas que militares


Gráfico firmado por el entonces subjefe de inteligencia Carlos Martinez, acerca de la estructura de una regional de Montoneros. Si los montoneros eran todos "terroristas" criminales que murieron en su ley, tal como aseguran apologistas como Márquez ¿Por qué los mismos militares separan las secciones en "política no armada" y "política armada"? Pag 58

http://www.jus.gob.ar/media/1129178/41-anm-documentos_del_estado_terrorista.pdf  


Más evidente cuando el jefe de inteligencia militar Carlos Martínez firma de su puño los siguientes esquemas del PRT-ERP y Montoneros. Mientras a los miembros del PRT le agrega una (cuestionable) aclaración que "todos pueden pasar a ser combatientes": 



De Montoneros no agrega dicha aclaración: 



pag 30-31:



En el libro de 1979 publicado por el Poder Ejecutivo Nacional, intitulado "El Terrorismo en la Argentina", se escribe los siguientes párrafos: 

Las organizaciones subversivas (integradas por delincuentes terroristas), no actúan como partidos políticos normales de un país democrático, sino que poseen como principal característica, la de utilizar la violencia en forma sistemática y como procedimiento para llegar al Poder 

Dichas organizaciones poseen estructuras complejas, de tipo clandestino, que comprenden un aparato político de conducción, propaganda y adoctrinamiento y un aparato armado, responsable de las acciones netamente terroristas e incluso de la preparación de un "ejército irregular" 

Por lo expresado, debe entenderse que en la República Argentina, se han utilizado las Fuerzas Armadas y de Seguridad para enfrentar una acción armada por parte de delincuentes terroristas, que al no poder alcanzar el Poder por medios normales, en razón de su falta de representatividad, decidieron hacerlo por la fuerza y al margen de la Constitución y sus leyes  

pag. 4: 


Allí el gobierno militar hace clara distinción entre el aparato político, y el aparato armado o "terrorista". De cara al público, el gobierno dice que las fuerzas armadas solo luchan contra la acción armada (asumiendo tácitamente que el aparato político no debe ser materia militar o de persecución..... con independencia de lo que después hacían las fuerzas armadas que reprimían el sector político igualmente)


También, en esta ficha de "traslado" (asesinato) de prisioneros del centro clandestino Olimpo, se puede notar que la persecución militar se extendía más allá del aspecto armado. En la ficha que se hacía al detenido que iba a trasladarse, estaban como opciones a tachar la concientización, el hecho de esconder compañeros en su casa, la toma de universidad, etc. (Y aún en la cuestión armada, aparecen nimiedades como "prácticas de tiro") 



pag. 19


Listado de víctimas de la represión confeccionado por los mismos militares. Nótese que de todas las víctimas de Montoneros en esta imagen, solo una de ellas está sindicada como integrante de un pelotón de combate. El resto pertenecía a la sección no armada como "Cristianos para la liberación". No se perseguía únicamente a los involucrados en acciones de combate. Pag. 31:



En este documento policial de 1980, se advierte que el batallón 601 de Monte Chingólo habría detectado algunas leyendas murales de índole "subversiva", gremiales y políticas; por lo que adoptará las siguientes medidas: "complementar las operaciones de seguridad con patrullajes encubiertos a fin de detectar y proceder a la detención del o los autores de las mismas e informar inmediatamente a esta Jefatura de Área"


Es decir que se iba a proceder a detener a grafiteros de murales, a través de patrullas "encubiertas" (léase con vehículos no oficiales del Estado)


Véase también: el siguiente posteo de la página "Chequeado" sobre el tema:


Y este capítulo: 



Otro ejemplo elocuente, el torturador Ernesto Barreiro cuenta una "anécdota" relacionada con su trabajo en el centro clandestino La Perla. Al respecto, dice:

Un hecho concreto que ocurrió: yo era el oficial de menor antigüedad de mi unidad. Recién llegado. Había capitanes y tenientes primero. Y me toca ver una circunstancia donde hay un tipo al que lo interrogan. El tipo dice cualquier disparate, salen todos corriendo. Y yo no tenía nada que ver con esa parte operativa en ese momento y me quedo a solas con el tipo 

Entonces empiezo a hablar. “Mirá, a mí me parece, hay algo que no entiendo bien”, le digo. “Vos sos casi médico, o sea que me da la impresión de que vos estabas en la posta sanitaria de Montoneros. ¿Qué ibas a hacer vos, otra cosa?”. “Sí”, me dice. “Ahora, si vos estabas en la posta sanitaria (hice una secuencia mínimamente lógica)”, el tipo me dice: “Sí, yo era el jefe de la posta”. Bueno, “¿Y dónde está la posta?”. “En mi casa”. “¿Pero cómo en tu casa si la gente fue a tu casa y no encontró nada?”. “Sí, porque no vieron el embute”. “¿Y cómo es eso? ¿Dónde está?”. “Tenés que ir a tal lugar, ir con un clavo, lo metes en el agujero que hay en la pared arriba a la derecha y la pared se va a correr y vas a encontrar el depósito de sanidad nuestro”. Y efectivamente fue así. Una pared larga, doble, y adentro había material de sanidad hasta para hacer cirugía de tórax. Lo cual está en los diarios de la época, que fue donado al Hospital Militar

Entonces, ese tipo se convirtió en nuestro primer colaborador. Yo me arrogo –digamos– la paternidad de haber armado el equipo de guerrilleros colaboradores, con los cuales la eficacia fue muy alta y evitamos afectar a la gente inocente. Es decir, tomé tipos básicamente del ERP y de Montoneros que trabajaron para nosotros con autorización de Menéndez


Independientemente de qué tan "adornada" esté la versión que cuenta el represor, en su relato considera implícitamente al médico como "no inocente" por estar en Montoneros. Aunque solo sea un médico y su actividad militante solo haya sido la de ayudar sanitariamente a la organización. Cuando el represor habla de "evitar afectar a la gente inocente", se refiere a gente sin ninguna militancia, lo que tácitamente implica que SI van a atacar a cualquier militante de PRT-ERP y Montoneros sin tener en cuenta su grado de peligrosidad, de los crímenes enrostrados al detenido o la ausencia de ello, su encuadramiento o nivel en la organización

O sea, que un discapacitado físico que militaba en Montoneros era "terrorista" aún si no podía cometer asesinato por su incapacidad física. Y no estamos especulando: existieron discapacitados físicos que militaban en Montoneros ¿Son terroristas? La verdad que no me importa saber si eran terroristas; creo que es más importante saber si eran "culpables" de crímenes graves ¿no es cierto? Pero se ve que a los apologistas no les interesa la culpabilidad (no la culpabilidad en sentido penal por lo visto)



Un caso bastante conocido de desaparición "inexplicable" (por lo absurdo) es el de José Poblete. Era militante de Montoneros.... pero claramente era un discapacitado físico (le faltaban las piernas, estaba en silla de ruedas). Por los testimonios recogidos, fue secuestrado en el centro clandestino "Olimpo", torturado y asesinado. Si le hacemos caso al apologista Nicolás Márquez, este montonero era un tremendísimo "terrorista" (ni inocente ni culpable... ¡¡¡TERRORISTA!!!); pero no queda claro qué delitos concretos le hubiesen imputado, cuál era la peligrosidad de este discapacitado ultra-terrorista, cuál era la súper amenaza bélica de este discapacitado para los cánones de la "lucha antisubversiva". Los mismos torturadores en las listas que confeccionaron, no lo tenían clasificado a Poblete como combatiente sino como responsable del grupo "Cristianos para la Liberación". Pag. 30:


Evidentemente no fue un exceso porque estaba bastante a la vista que se trataba de un discapacitado. Pero lo mataron igual


Listado de los represores de la ESMA: la imagen está deteriorada en su calidad por las condiciones de clandestinidad en las que fue sacada por el sobreviviente Victor Basterra; pero alcanza a verse que José Poblete es ubicado por sus secuestradores como "Columna 25 Sur - Responsable de Cristianos para la Liberación". No aparece sindicado como integrante de un pelotón de combate o por el estilo, ni siquiera producción o distribución logística en alguna Secretaría Militar de la organización (como ocurre con otros prisioneros enlistados)



En este video, minuto 1:01:53, Nicolás Márquez dice que al desaparecido "terrorista" se le tendría que haber aplicado juicio sumarísimo seguido de pena de muerte legal. Pero el muy "vivo" de Márquez no dice cuántos de los desaparecidos habrían sido sentenciados con esa pena, cuántos habrían sido juzgados de delitos que ameritaran esa sanción, y con qué pruebas. Lo deja todo en el aire, en lo ambiguo. La ambigüedad es una característica muy notoria del apologismo en general, para insinuar sin decir directamente lo que piensan (evitando que los acusemos frontalmente de "defensores de la dictadura")


¿Y cómo explicar el caso de María Esther Ravelo? Militaba en Montoneros.... y era ciega. La desaparecieron igual, hasta el perro lazarillo le afanaron los represores en su secuestro. Y está bastante claro que no la desaparecieron por su puntería con la ametralladora, o su brillante planificación de crímenes, ni por su habilidosa construcción de artefactos explosivos. Que yo sepa, gente como Daredevil solo existe en la ficción literaria y cinematográfica. Asi que no la desaparecieron por "combatiente terrorista criminal que se buscó morir en su ley", como dice el terrible sorete mal cagado de Nicolás Márquez 


De hecho hay cosas un tanto turbias de comprender en la narrativa de personas como Victoria Villarruel. Como es la mención, en su primer libro, de Jorge Adur y hasta su fotografía en la sección de los Sacerdotes comprometidos con la guerrilla. Esta foto la publicó Villarruel en su primer libro "Los Llaman... Jóvenes Idealistas"



Jorge Adur fue Capellán de la organización Montoneros. Apoyaba sin dudas esa organización pero no era un combatiente, sino un Capellán, o un Sacerdote que bendecía a militantes montoneros. Jorge Adur fue secuestrado, torturado y desaparecido en 1980 mientras se disponía a contactar en el país con representantes del Vaticano. De nuevo, no era un combatiente con una ametralladora en la mano y la foto que aparece en el libro de Villarruel deja claro su labor sacerdotal. Asi que es un poco inexplicable por qué aparece un capítulo de estas características en un libro que despectivamente se titula "Los Llaman... Jóvenes Idealistas" y que pretende narrar que en la década del 70 había terroristas contra las cuales luchaban las fuerzas armadas ¿Cuál es la posición de Villarruel sobre Jorge Adur? ¿Era un terrorista ahora llamado "joven idealista" por el relato oficial? ¿Entonces era un objetivo lícito de ser abatido por las fuerzas armadas? ¿Cuál es el sentido de incluirlo en un libro que pretende concluir narrativamente que el Ejército luchaba contra terroristas? Es un poco sintomático de la narrativa confusa de Villarruel, donde nunca separa muy claramente el combatiente del no-combatiente; pero esto es a propósito porque ella quiere sin dudas criminalizar a los no-combatientes también, pero de modo muy subrepticio, sin hacerlo nunca frontalmente

Recordemos que Villarruel no escribió el libro "Los Llaman... Jóvenes Idealistas" por puro gusto, ni siquiera para denunciar generalizadamente que hubo víctimas de la guerrilla (eso lo hace en su segundo libro), ni tampoco para individualizar a criminales guerrilleros, ni tampoco para mostrar las costumbres montoneras por simple curiosidad. Ella escribió ese libro para dar la prédica de "En los años 70 los militares combatieron contra terroristas, y el relato oficial te oculta la existencia de terroristas o los suaviza como si hubiesen sido jóvenes idealistas". Que en su propio libro ponga la foto de un Sacerdote no-combatiente como Jorde Adur, torturado y asesinado por la dictadura; que ella lo ponga en un libro que quiere mostrarte a esos "terroristas a los cuales el Ejército debía patrióticamente combatir" es bastante significativo de las intenciones turbinas de Victoria Villarruel. Acá no se trata de si los apologistas como Villarruel están a favor o en contra de los "métodos" de la dictadura, sino que parecen estar implícitamente de acuerdo que todo militante era un blanco legítimo de persecución en la supuesta guerra, con independencia de su nula peligrosidad

Estoy seguro que si Montoneros le ponía una bomba a algún Capellán del Ejército, Villarruel no iba a tildar a ese Capellán como "blanco legítimo" de la supuesta guerra. Seguro diría que es un civil inocente. Pero, hipócritamente, ella no estaría aplicando la misma vara con el caso Adur


Todo estas insinuaciones de "Militante = Terrorista" lo hacen de modo muy muy implícito. Algunos apologistas son más caraduras que otros, pero en líneas generales esas acusaciones son bastante implícitas. De hecho, como una muestra de su falta de credibilidad propia, los mismos apologistas como Nicolás Márquez luego se encargan de inflar de manera espectacular la cifra de combatientes de las organizaciones armadas. Ha llegado a decir por ejemplo, que entre Montoneros y PRT-ERP consiguieron hasta 20.000 combatientes. Sobre estas mentiras, dedicamos el siguiente posteo:


Es curioso: si realmente para ellos todo militante (combatiente o no-combatiente) es un "terrorista", entonces no necesitan inflar falsamente el número de combatientes. El hecho que el apologismo intente exagerar los números de soldados guerrilleros indica que ni ellos pueden sostener seriamente, frontalmente la ecuación "Militante = Terrorista" de cara al público, que necesitan convertirlos en combatientes disimuladamente


Por lo expuesto, decir que un militante que no cometió un crimen gravísimo es "terrorista", es básicamente no decir nada. Con esa lógica, un asesino serial que mata a 20 personas no sería tildado por el apologismo como "terrorista" mientras no forme parte de ninguna agrupación. En cambio una chica que no mató a nadie, si milita en Montoneros, entonces automáticamente es "terrorista". Asi que ¿A qué viene ese mote? Es un calificativo insustancial, peyorativo pero sin ninguna relevancia penal, judicial ni descriptiva. Estoy seguro que cualquier ciudadano en su vida diaria prefiere mucho más un terrorista en las calles que no mata a nadie.... antes que un delincuente criminal que viola o mata a 10 tipos por semana pero que tiene la bendición de no ser llamado "terrorista" por Villarruel o Márquez 

O sea que se puede ser "terrorista" y al mismo tiempo ser inocente jurídicamente de un delito grave. Lo que a todas luces ilustra lo irrelevante del concepto de "terrorismo" usado por el apologismo para la práctica diaria

Frente a la irrelevancia del concepto de "terrorismo", LO IMPORTANTE ES ANALIZAR LA PELIGROSIDAD, LISTILLOS!!! Pero como los apologistas no pueden demostrar la peligrosidad real de los sujetos a los cuales la dictadura combatía, entonces les aplican la etiqueta de "terrorista" y se acabo, no se discute más. Da igual si no eran peligrosos, al llamarlos "terroristas" se les da la legitimidad a los represores de abatirlos. Obviamente esto es absurdo: la legitimidad de abatir a alguien en una supuesta guerra se obtiene en la peligrosidad, no en una simple etiqueta sin contenido sustantivo. Imagínense que yo aplique la etiqueta insustancial de "terrorista" a un chico de 5 años y justifique su abatimiento.... está claro que no funciona así la cosa, excepto para Victoria Villarruel desde ya

Por eso, independientemente de cómo el apologismo utiliza el concepto de "terrorista", repetimos: LO IMPORTANTE DE ANALIZAR ES LA PELIGROSIDAD. Los apologistas se callan la boca con eso y jamás explican la peligrosidad de cada "terrorista".... porque no les conviene

Eso sin contar que, con la lógica tan mecánica de considerar a cualquier montonero o perretista como "terrorista" con independencia de su peligrosidad, y por ende considerarlo como blanco lícito de ser abatido; pues entonces con esa lógica si el día de mañana yo milito la causa de Montoneros, me visto remeritas de Montoneros, pido el boleto estudiantil a nombre de Montoneros, todo eso lo hago hoy día; entonces los apologistas de Márquez y Villarruel me tendrían que calificar de "terrorista" también. En ese sentido ¿Constituyo un peligro para la nación? Y lo más importante ¿Sería yo un blanco lícito de ser abatido o asesinado por las fuerzas armadas? Porque si para estos dementes, Laura Carlotto era una "terrorista" sin ser combatiente............ y tengamos en cuenta que gentuza como Nicolás Márquez no parecen cuestionar que los militares persigan a esta clase de sujetos no-combatientes. En última instancia apelan a la muletilla políticamente correcta de condenar los "métodos de desaparición" pero no cuestionan que estos sujetos fuesen perseguidos e incluso "abatidos" (eufemismo de un asesinato liso y llano, o de una "ejecución sumaria" para los apologistas políticamente correctos) 

Así que retomando el ejemplo ¿Yo sería un terrorista? ¿Yo sería un blanco lícito de ser perseguido y abatido si mañana empiezo esa militancia meramente proselitista?

Todavía mejor: al día de hoy tenemos sobrevivientes de las organizaciones Montoneros y PRT-ERP que no eran combatientes. Piénsese en Liliana Franco por ejemplo, o en Miriam Lewin, Olga Wornat. Algunos de estos sobrevivientes no renegaron de su militancia en Montoneros ¿Continúan siendo "terroristas" al día de hoy? ¿Continúan siendo blancos lícitos de ser abatidos? Si mañana el Ejército o la policía matan a Miriam Lewin ¿Se puede homologar ese acto al asesinato de un no-combatiente de los años 70 por parte de las fuerzas armadas?

(Tal vez sea una de las tantas razones por la que los apologistas insisten que hubo una "guerra": si no fuese guerra y quisiera justificarse la matanza de no-combatientes como blancos lícitos, entonces tendrían que justificarla hoy día con los sobrevivientes o con los simpatizantes actuales de las organizaciones Montoneros y PRT-ERP. En cambio con el verso de la guerra, pueden decir que hoy carece de sentido matarlos porque la guerra ya terminó)


Uno podría ser generoso y creer que los apologistas como Nicolás Márquez o Victoria Villarruel tienen un sentido de moralidad supremo y calificarían a todo montonero o perretista como un "terrorista" por cuestiones éticas: si vos como militante simpatizabas con una organización que mató y cometió atentados, entonces aunque no hayas cometido un delito sos una persona éticamente reprochable. Perfecto, pero hay un par de problemas con esto:

1-Continúa siendo una simple cuestión ética, que no produce ningún efecto penal en el militante. Simpatizar con Montoneros es una cuestión ética, no penal

2-En el caso de Victoria Villarruel, ella reivindica a militantes de la CNU, una guerrilla de derecha que mataba y cometía atentados ¿Ah, no lo sabían? Pues lo hace. Y con esa lógica, Villarruel reivindica también a "terroristas". Así que tan "moral" o "ética" no es Villarruel

3-Y en el caso de Nicolás Márquez, reivindicar a unas fuerzas armadas que torturaron y mataron a miles de personas que no suponían un peligro bélico, armado o penal (sin contar otras lindezas como apropiación de bebés).... pues qué quieres que te diga: tampoco es la cumbre de la perfección moral defender eso

Asi que estos apologistas no pueden dar clases de moral a nadie, ni siquiera a un simpatizante de Montoneros


Nunca va a faltar el apologista tonto que sostenga: "bueno, si eran montoneros entonces en algo raro andarían, en algo delictivo andarían". Sin dudas, no hace falta ser combatiente para participar en los fines criminales de una organización. Piénsese por ejemplo en un estudiante que intenta reclutar combatientes en su facultad, o aquel militante que solo elabora los explosivos que colocará el combatiente: aunque estos militantes no participen estrictamente en el combate ¿No son de algún modo "partícipes" de los fines delictivos? A lo que respondemos:

1-Estas organizaciones eran político-militares, por lo que inevitablemente iba a haber gente que no participase directa o indirectamente en el combate. El estudiante que repartía volantes por ejemplo, no participa ni en el combate ni en la logística del mismo

2-A partir del punto anterior, no se puede presumir en contra de una persona porque "quizás ande en algo raro" o "quizás esté colaborando en el delito". Esa presunción in malam partem puede aplicarse a cualquier persona o militante de cualquier cosa. Por ejemplo, también podemos presumir in malam partem con los activistas de la CNU que reivindica Victoria Villarruel. O podemos presumir contra todos los simpatizantes de Videla, o contra todos los simpatizantes de Pinochet o los que trabajaron con el dictador. Y así nos extenderíamos hasta al vecino de un montonero, porque "quizás lo ayudaba en los fines criminales, quién sabe"

Ya suficiente estamos presumiendo en contra de los combatientes de Montoneros. No podemos extender esas presunciones negativas a los demás militantes. Vuelvo a citar el ejemplo de la cieguita Ravelo ¿Vamos a presumir in malam partem que ella estaba en algo raro? Es absurdo

Ni siquiera los represores presumían in malam partem sobre los secuestrados. Los separaban en sus correspondientes secciones sindicales, militares, estudiantiles, etc. No eran calificados todos sus detenidos como "combatientes" o "logística" o "colaboradores del combate" ni formulas similares

(aunque es verdad que el torturador Ernesto Barreiro, en su entrevista del libro "Los Años 70 a Fondo" dice que todos los militantes de superficie eran combatientes al mismo tiempo.... pero eso se contradice con el resto de la documentación militar e incluso con su propio testimonio del médico)

3-En el caso de Montoneros, se cuenta con la información de las células de inteligencia o  logística: son 11 células de logística para junio de 1976. Aún presumiendo in malam partem contra ellos, no puede presumirse negativamente sin pruebas contra las células de propaganda, territoriales, sindicales

4-Tendríamos que explicar qué sanción recibirían estos colaboradores indirectos. Una persona que elabora un explosivo para que se cometa un atentado, puede recibir una sanción penal respetable por un tribunal democrático. Pero una persona que está en la facultad y reparte volantes para "convencer" a los demás a que se unan ¿Qué sanción penal recibiría? Una persona que solo le da de comer a un combatiente ¿Qué sanción penal recibiría? Una persona que solo escribe en la revista Evita Montonera ¿Qué sanción penal recibe?

(todo esto en tiempos de paz, porque en una "guerra" los combatientes y logística montoneras no están cometiendo delitos sino actos lícitos de guerra. Los apologistas dicen que esto fue una "guerra")

Ese es el punto clave: los militares torturaron y asesinaron a personas con independencia de su peligrosidad y su irrelevante nivel penal. Los militares torturaron y asesinaron a estas personas aún cuando sabían perfectamente que no representaban un peligro bélico ni tampoco eran sujetos pasibles de prisión perpetua. Obviamente los apologistas saben esto perfectamente pero se hacen los boludos, y prefieren distorsionar todo con su ambigüedad semántica



Cuando los apologistas hablan de Montoneros y sus atentados, en realidad están hablando de una sola parte de Montoneros: su Secretaría Militar, encargada de organizar los pelotones de combate. A lo sumo los apologistas se extienden a algunas áreas coadyuvantes en la Secretaría Militar, como el área Logística o Informaciones. Este esquema de la Columna Tucumán, ofrecido por el represor González Breard (jefe de inteligencia del Op. Independencia), cuantifica a Montoneros en dicha provincia con 30 combatientes y 150-200 militantes extras para el resto de la Columna. Queda en evidencia que la Secretaría Militar no era lo más importante de la organización ni el blanco único de la represión. Pag. 139-140:


Esto es importante entenderlo para ver cuál es el mensaje que intentan colarnos el apologismo: si se habla de la Secretaría Militar de Montoneros, pero se la menciona como "Montoneros" a secas; el mensaje es implícito pero muy clarito: Montoneros es solo la cuestión armada o "fierrera", y lo político no existe. No existen los militantes políticos, todos son militantes armados o parte de lo armado, o "algo tienen que ver" con lo armado. Entonces las Fuerzas Armadas fueron a luchar contra esos "combatientes" o "terroristas", y a gente que se mimetizaba con el combatiente

Pero todo esto es implícito, nunca tan explícito (con la excepción del salvaje de Nicolás Márquez). No es tan fácil para los apologistas afirmar "los desaparecidos eran todos terroristas", porque eso les obligaría a dar una muy buena fundamentación para respaldar la afirmación; algo de lo que carecen. Ni siquiera Ceferino Reato en sus libros puede despacharse con la afirmación que los desaparecidos eran todos montoneros o erpianos, porque se vería tal vez forzado a hacer las correspondientes aclaraciones entre combatientes y no-combatientes. De ahí que mejor lo dejen "entre líneas" 

A su vez, la militancia política del desaparecido ha pesado como un gran estigma para sus familiares durante mucho tiempo, porque hablar de "Montoneros" o "PRT-ERP" era automáticamente que la gente pensara en "terroristas", nunca se lo pensaba como un militante no-combatiente. Por eso han tenido que dar énfasis más en su activismo político (sindical, estudiantil, territorial) pero sin mencionar su adhesión a la militancia. Al desaparecido se lo tomaba como el muchacho que iba a las villas a alfabetizar, que iba a las fábricas a armar comisiones internas, que iba a las escuelas a pedir por el boleto estudiantil. Todo eso es cierto, no es falso: es verdad que el desaparecido iba a las villas alfabetizar, a repartir alimentos, o repartir volantes, etc. Pero lo hacían porque compartían los fines políticos de Montoneros y PRT-ERP. Eso no los convertía en combatientes, mientras no estuvieran encuadrados en la Secretaría Militar

Veamos los siguientes testimonios que algunas madres de desaparecidos dieron en un libro de 1985. Notemos las omisiones de estos testimonios:

-Alicia de la Cuadra: ¿De qué se acusaba a mi hija? Estaba por recibirse de maestra jardinera y desde siempre le interesaron, le dolieron mucho, esos niñitos que andaban por la calle. Claro, cuando aparecieron los militares, todo resultó ilícito. Sin duda, mis hijos tenían sus ideas políticas, como todos los que hoy están desaparecidos: querían mejorar la sociedad, querían más educación, más salud... bueno, más pan... Fueron los mártires de una sociedad injusta. Por ahí tengo un trozo que copié de una carta que a María Isabel de Mariani le escribió su marido: «Esta generación –dice– quiso cambiar realmente la sociedad. No es que nosotros no la hubiéramos querido también cambiar, pero nos sentábamos ante una taza de café o un vaso de whisky a discutir. Ellos, en cambio, lo hicieron. Pusieron el pecho y ofrendaron su vida». Y así es. Ofrendaron su vida

-Estela de Carlotto: Yo, por ejemplo, daba clases en una escuelita de Brandsen, pleno campo: allí... no digo que para mí era natural ver la pobreza... al contrario, me dolía muchísimo. Pero creía que podía mitigarla dándole algo a esos chicos, un poco de lo que a mi me sobraba. Eso, mis hijos ni lo entendían ni lo compartían. Es que, tanto a mí como a mi esposo, nos faltaba politización: votábamos, cuando podíamos y, cuando no... permanecíamos indiferentes. Yo, más que mi esposo, todavía. Él, tenía una cultura política superior, pero nada de participación. No digo que no tuviéramos sentimientos de solidaridad. Sí, los teníamos. Simplemente que no hacíamos lo correcto. Porque... cuántas veces, cuando yo veía a mis hijas comenzar a actuar en un sentido social (me decían– vamos a levantar un barrio, vamos a abrir una calle) les remarcaba: –No veo que tengan que hacer eso, si pueden ir a un Hospital de Niños a dedicar unas horas como voluntarias. Y ellas me respondían: –Justamente, lo que estamos haciendo es para que no existan más hospitales de niños, con chiquitos abandonados o mal cuidados: porque el mal hay que solucionarlo de raíz y no mitigarlo con una limosna, hay que cambiar el sistema político en el cual coexisten riqueza y pobreza, la riqueza debe ser compartida, en la Argentina debe haber igualdad para todos. Ese era el pensamiento de mi hija, su deseo

-Mirta de Baravalle: Tengo de ellos el recuerdo de situaciones muy hermosas, en ese sentido, como los tenemos todos los padres de nuestros hijos desaparecidos. Situaciones frente a las cuales, en su oportunidad, probablemente fui egoísta, porque no quería el sacrificio de mi hija, no quería que con 17 o 18 años se levantara a las 5 o a las 6 de la mañana para ir a la villa, a cuidar y a bañar a los chiquitos. Sí, yo deseaba esos días que el despertador no sonara


No es que estos testimonios sean falsos, no es que los desaparecidos no hicieran esas actividades solidarias. Pero lo hacían porque Montoneros les bajaba esa política a sus militantes: "vayan a la villa a ayudar a la gente" con el objetivo que los villeros simpatizaran con la revolución (los militantes montoneros que ayudaban en las villas y barrios pertenecían a la Secretaría Política de la organización y constituian las llamadas "células territoriales"). Eso las madres de los desaparecidos lo omitían, porque tenían miedo que sus hijos sean calificados de "terroristas"

¿Es un crimen que una persona, motivada por Montoneros, vaya a una villa a ayudar? Me parece que no constituye un crimen imperdonable en el Código Penal ni muchísimo menos. Incluso hasta socialmente podríamos aprovecharnos de eso (no deja de ser mano de obra gratuita ayudando a gente pobre). Hasta las víctimas de la guerrilla podrían aprovecharse de eso sin problema. Pero bueno... es entendible que una madre evitara la discusión tan agria de aquellos tiempos, acerca de si su hijo era "subversivo" o no lo era, si era "terrorista" o no lo era. No se podía fácilmente decir "mi hija es montonera y eso no significa nada penalmente" porque no te iban a escuchar: son terroristas criminales igual


Digamos que existe un "doble silencio" en este tema: a los familiares de desaparecidos les cuesta (cada vez menos durante el paso de los años) admitir que su pariente militaba en Montoneros/PRT-ERP.... y a los apologistas les cuesta mentir abiertamente diciendo que todos los desaparecidos eran terroristas criminales asesinos (a pesar que se morirían de ganas por mentir tan descaradamente diciendo eso); entonces lo dejan todo en la sombra, en lo implícito y con la distorsión semántica: los apologistas hablan de la Secretaría Militar de Montoneros pero la catalogan como "Montoneros" a secas para hacerlo más abarcativo a todo militante y así confundir al lector desprevenido

Muy simplificadamente, las organizaciones político-militares de Argentina, se dividían en:


1-Secretaría Militar: era el sector encargado de organizar las células de combate, para realizar las acciones de combate propiamente dichas


2-Secretaría Política: sector que organiza sus militantes en: 

-Células sindicales (tienen como objetivo ir a trabajar en las fábricas y desde su puesto, reclamar y movilizar a sus compañeros de trabajo contra la empresa) 

-Células territoriales (tienen como objetivo ir a los barrios más pobres a realizar labores de alfabetización, sanidad, construcción, etc. Además de organizar los barrios para reclamos políticos)

-Células estudiantiles (su objetivo es ir a las escuelas y organizar a sus compañeros de establecimiento para reclamos escolares o políticos)


Todas estas células no descartaban el uso del vandalismo para ayudar a cumplir sus objetivos, pero no eran calificadas de "combatientes" para la organización ni para las fuerzas represivas


3-Secretaría de Propaganda y Adoctrinamiento: tiene como objetivo difundir los fines políticos de la organización, a través de la Prensa clandestina tradicional o de panfletos, obleas, etc.


4-Áreas Logística, Información, Organizativa: tiene como objetivo proveer a la organización de información para Inteligencia y recursos económicos para abastecer a las células


Esto lo exponemos con bastante simplificación, ya que no todas estaban estructuradas con esos nombres, o con esos esquemas en todo momento. Incluso no todas las organizaciones tenían un sector armado. Pero a grandes rasgos, así funcionaba una organización revolucionaria: con un aparato combatiente, y con un gran aparato que no combatía y que superaba al combatiente en cuanto a número de militantes

Digamos que las células sindicales, territoriales, estudiantiles y propagandísticas hacían lo que hoy los derechistas e izquierdistas llaman "Batalla Cultural". Solo que en ese momento no se lo conocía con ese nombre sino con el de "guerra integral", "guerra popular" o "guerra revolucionaria" (además que en ese momento, la "batalla cultural" a favor de los fines políticos de Montoneros suponía que te secuestraran, torturaran y mataran aunque no hayas sido un combatiente)

Los apologistas, incluso los más moderados como Ceferino Reato, nunca te hablan de Montoneros en su totalidad, es decir con todas sus Secretarías o células. Solo te hablan de la parte armada (Secretaría Militar). O, como mínimo, te hacen entender que el golpe de Estado es culpa de la parte armada de estas organizaciones. Nunca te dicen la verdad o la historia "completa": que los militares dieron un golpe de Estado a sabiendas que iban a matar a miles de personas que no eran combatientes, ya que sus cálculos previos estimaban que entre Montoneros y PRT-ERP no llegaban ni a 2 mil combatientes para el 76, sino menos. El objetivo de la represión, o la "causa" de la represión, fue la Secretaría Política/Propagandística de Montoneros y PRT-ERP (sin perjuicio que en esa ofensiva represiva iban a alcanzar y destruir a sus respectivas Secretarías Militares)

Pero ni Reato ni Márquez te dicen eso, porque no les conviene. A ellos no les conviene decirte que la represión iba dirigida a militantes no-combatientes



Organigrama de la Secretaría Política de Montoneros en Rosario, confeccionado por la inteligencia represiva. En este organigrama se incluye a la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y la JUP (Juventud Universitaria Peronista), integrado algunas de ellas por células estudiantiles/propagandísticas de la organización. También incluye a la CGT-R (CGT de la Resistencia), integradas algunas de ellas por células sindicales de Montoneros. Cada cuadrito representa a un militante. Los que aparecen en cruz son aquellos ya asesinados por la represión. El objetivo de las fuerzas armadas en esta "guerra contrarrevolucionaria" era eliminar a todo militante con independencia de si eran combatientes o no, si eran peligrosos o no



Conferencia militar del 19 de abril de 1977. El General Jauregui, minuto 4:19, menciona los principales éxitos en la lucha contra la subversión para ese momento: desde la liquidación de los jefes del PRT-ERP, el descubrimiento de la fábrica de armas de Montoneros.... hasta la eliminación de las imprentas y el aniquilamiento del Secretariado Político Nacional de Montoneros (probablemente se refiera al episodio de la calle Corro 105, del 29 de septiembre de 1976, donde mataron a Victoria Walsh y a los jefes Territorial-Estudiantil y Sindical de la Secretaría Política de la organización)


En la siguiente publicación militar, encontramos una radiografía hermosa de la represión sobre el ámbito sindical. Aquí los militares detallan minuciosamente el accionar de las células sindicales paso por paso; obviamente desde la óptica de la represión. Accionar que iba mucho más que la cuestión armada como se imaginará. Muy recomendable leerlo, desde la pag. 19 en adelante:


en la página 24, la situación "anárquica" del gremialismo previo al golpe de Estado:

Naturalmente, estos grupos izquierdistas [subversivos en las fábricas] no luchan sólo por reclamaciones justas, sino que una vez logradas éstas y con el prestigio alcanzado, continúan alentando nuevas cada día, hasta que se llega al conflicto, que es su verdadera finalidad, anarquizando a la masa obrera y desorganizando a la estructura gremial

[...]

El proceso inflacionario sin precedentes producido en especial a partir de 1974, obliga a dirigentes a solicitar constantemente reajustes salariales para no ser sobrepasados por las bases. Este constituye uno de los argumentos más explotados y a la vez más redituables para la subversión fabril

Es asi que, ante el fracaso de los agrupamientos de ideología marxista para actuar desde la cúspide (MUCS, Movimiento Sindical de Base, etc.), se vuelcan decididamente a la infiltración y activismo desde las bases y por establecimiento

Se establece, en esta forma, una proliferación de comisiones internas disidentes con la conducción central del gremio, funcionando muchas veces dentro del mismo establecimiento en forma paralela con otra legalmente reconocida por la patronal y las autoridades gremiales

Por su parte el empresariado, ante el auge de esta llamada "guerrilla de fábrica", desorganizado y desprotegido, perdía paulatina pero irremediablemente el control de las decisiones. Demostrando una actitud temerosa e indecisa, en la generalidad de los casos accedió al diálogo con los activistas, a los que reconoció como reales representantes de los obreros y satisfizo sus demandas

De la página 26 en adelante, las virtudes del golpe de Estado y la persecución a los panfletarios: 

Tanto en el ámbito empresarial como en el obrero, la asunción del gobierno nacional por parte de las FFAA constituyó un hecho de alto signo positivo por la expectativa de volver al orden, la vigencia de la justicia, la estabilidad económica y el mantenimiento de las fuentes de trabajo. Esta circunstancia se vio ratificada por actitudes tales como el escaso índice de ausentismo registrado a partir del 24 de marzo y una predisposición al trabajo como hacía tiempo no se observaba

Los intentos de alteración del orden promovidos por determinados Cuerpos de Delegados cayeron en el vacío, evidenciándose una cabal comprensión de la coyuntura histórica por la que el país atravesaba, al no reclamar aumentos masivos pese a la crítica situación económica por la que transitaba el asalariado

[...]

Durante los meses de diciembre de 1976 a febrero de 1977 se observa una marcada disminución de la actividad panfletaria y propagandística [de Montoneros] en general, producto de los importantes golpes asestados a la organización 






Material de inteligencia militar sobre la Contraofensiva de Montoneros, año 1979. Allí analizan las acciones y objetivos de los sindicalistas que responden a Montoneros. Éste y otros docs de la Contraofensiva, pueden consultarse en el sig. alegato judicial: 





Material de inteligencia militar sobre la Contraofensiva de Montoneros, año 1979. Allí evalúan al dirigente montonero Armando Croatto, en ese entonces asignado como cabecilla de la Secretaría Política. En la ficha, tiene como antecedente haber participado en el año 1975, del secuestro y asesinato del cónsul estadounidense John Egan. En el apartado "Conoce o Puede Conocer" mencionan como PC (puede conocer) las estructuras de la Secretaría Política y el Departamento Sindical. Dicho apartado es esencial para que los torturadores sepan sobre qué cosa lo deben interrogar. Sorprende que a pesar que lo acusan de un asesinato en 1975, a los torturadores les resulte más importante el Departamento Sindical de Montoneros (o su Secretaría Política)


En este enlace, tenemos un listado confeccionado por la inteligencia militar sobre los militantes de Montoneros en el exterior para febrero de 1979 y su clasificación en las distintas ramas en las que participan. Si bien no es un listado de desaparecidos como lo mostrado anteriormente con el caso Poblete, sirve para comprender el "enemigo" que estaban buscando destruir las fuerzas armadas. En dicho listado, tenemos desde militantes de la "Secretaría Militar" (combatientes, logística e información aplicada al combate, etc.), hasta las Secretarías Políticas, de Prensa/Propaganda/Adoctrinamiento, de Relaciones Internacionales, Juventud, Sindical, etc. (no-combatientes):


Por su lado, el manual incautado por la Justicia en los años 90 a la SIDE, titulado "Contrainsurgencia a partir del accionar del Partido Revolucionario Montoneros" de fecha incierta aunque posterior a julio de 1976, consigna con respecto a los objetivos de las fuerzas armadas:

Otro aspecto táctico-político es impedir la infiltración del PRM [Partido Revolucionario Montoneros] en las fábricas, universidades y organismos de masas barriales, a través de la prohibición del accionar de las comisiones internas, centros de estudiantes, cuerpos de delegados (hasta el logro del aniquilamiento de las Fuerzas Subversivas). En lo que hace a los organismos de masas barriales, se debe realizar un severo control sobre sus miembros y las actividades que estos realizan

También es importante, como complemento del accionar de aniquilamiento de las Fuerzas Subversivas, un bloqueo o destrucción de todas las organizaciones o partidos políticos que, aun siendo legales, se convierten en retaguardia

pag. 41, extraído del sig. enlace:


Bastante clarito: había que eliminar no al sector armado de Montoneros, sino también a su sector político. Un militante no-combatiente de Montoneros no tenía siquiera derecho a organizar un centro de estudiantes o cuerpo de delegados. Los militares tienen que destruir TODO, sin importar que el no-combatiente carezca de relevancia bélica. En esta doctrina de "guerra revolucionaria" que sostenían los represores, esto es parte del campo de batalla que se disputan las fuerzas armadas

No es tampoco mi intención decir que todo desaparecido no-combatiente era el ser más dulce el mundo. La angelización que la gente arropa sobre las personas muertas, es irreal. Está claro que algunos de estos desaparecidos podían ser odiosos. Ustedes imaginen el siguiente escenario: un trabajador que era militante del PST o Montoneros, aunque no es combatiente sino solamente un trabajador de célula sindical. Yo no soy empresario, pero si hubiese sido empresario en aquellos años, seguro que habría sido un dolor de huevos tener a esos trabajadores rompiéndote las pelotas, llevándote la contra todo el tiempo por pavadas, forzando a los demás compañeros de trabajo a realizar paros o huelgas por reclamos que a veces eran justos y otros eran simplemente reclamos para joder. Está claro que podían ser molestos.... pero eso se tiene que solucionar políticamente, no agarrando al trabajador y metiéndolo bajo tierra. Aún si nos ponemos en mentalidad Terminator estilo Nicolás Márquez de matar a todos los combatientes, sigue sin tener sentido la represión a quienes no lo eran, por muy molestos que hayan sido


En el registro de extremistas hallado en Córdoba en el año 2005, a los detenidos se les anotaba su pertenencia a las organizaciones "subversivas" y también se clasificaban sus roles: Activista gremial; Propaganda estudiantil; Revoltoso; Posible extremista. Es evidente que los "subversivos" podían ser activistas estudiantiles o gremiales o "revoltosos", no necesariamente combatientes. Los militares lo sabían y por tanto clasificaban de ese modo:


Véase también: los sig. fragmentos de los libros de Marisa Sadi sobre militantes universitarios de Montoneros:



Coincidentemente con lo antedicho, el reglamento oficial militar "Operaciones contra la Subversión" de diciembre de 1976, se enfoca doctrinariamente en definir la subversión, sus elementos, su modo de combatirla, etc. Allí, el problema "subversivo" no se reduce a lo estrictamente bélico o al aspecto combatiente (del cual no inflan su peligro tampoco, a veces indican que los subversivos realizan acciones "menores"). El problema abarca lo político, o su "logística política" que es más importante que el pretendido terrorismo guerrillero: 


Textualmente el reglamento en su página 76: 

La confusión que existe en este aspecto surge del error de pensar que los elementos militarizados de la subversión constituyen el problema fundamental, olvidando que estos elementos están destinados a respaldar el poder de sus organizaciones políticas y que éstas constituyen para ellos el medio viable para alcanzar su objetivo 


Las palabras "Montoneros" y "PRT-ERP" son conceptos semánticamente imprecisos por la heterogeneidad de su militancia o de sus Secretarías, y cualquier referencia a estas palabras, para atacar o defender, debe tener en cuenta esta imprecisión de lenguaje para no confundir

(una forma de evitar la imprecisión podría ser la siguiente: cuando se hable de algún atentado, en vez de decir "Montoneros colocó la bomba a Coordinacion Federal" deberíamos decir "La Secretaría Militar de Montoneros colocó la bomba" o formulas por el estilo, que sean menos ambiguas)


Terminamos este punto con la transcripción del siguiente memorando militar de la Prefectura Naval N° 8499-IFI-Nº 26 "ESyC"/76, que describe minuciosamente el desbaratamiento completo del Destacamento de Montoneros en Mar del Plata. Lo que se viene a continuación es muy largo pero vale la pena porque son las palabras de los mismos represores, plasmando en el documento, los operativos y el nivel de peligrosidad de estos militantes:


Información: De averiguaciones practicadas por el personal de Búsqueda de esta Sección, se logra detectar el funcionamiento de una célula de la OPM "MONTONEROS" en ésta ciudad, cuyos integrantes estaban por superar los primeros niveles de militancia-

En principio, se toma conocimiento que PATRICIA YOLANDA MOLINARI, argentina, 20 años de edad; hija de Carlos y Carmen Maiorano, domiciliada en Almafuerte 2371 de ésta ciudad; DNI 11.991.647; estudiante de Artes Visuales, que hasta fines del pasado año hiciera vida regular en compañía de sus padres y que no registra antecedentes de ninguna en la comunidad informativa local, abandona la casa paterna aduciendo "incompatibilidad de caracteres" con sus progenitores, cuando en realidad el motivo era formar  pareja con un joven de nombre MIGUEL ANGEL ERREGUERENA situación que trata de mantener en secreto, pero manifestando a sus allegados que adoptó esa resolución para "dedicarme a la causa sin comprometer a nadie".

El mencionado ERREGUERENA conoce a la MOLINARI en el colegio de Artes Visuales sita en la calle Funes, entre 9 de Julio y 3 de Febrero, donde él también asistía tomando cursos de decoración; junto a otros compañeros comienzan a frecuentar la casa de PATRICIA y los padres de ésta, cuando detectan que las reuniones que llevaban a cabo tenían ribetes políticos, comienzan a recriminarle a su hija la posición adoptada por ésta, encontrando seria resistencia en ella, quién es apoyada en todo por ERREGUERENA a la postre constituido en líder  del grupo, el que amenaza, a su vez, a los padres de PATRICIA "con llevarse a la Flaca", ya que así la llamaban.

Las investigaciones practicadas en un primer momento determinaron que la célula era integrada, además, por GRACIELA DATO y su esposo, domiciliados en la calle Don Bosco y Moreno;  por RICARDO VALENTE y esposa, domiciliados en Don Bosco 1933; por (a) "NACHO" y esposa y por (a) "WILLY", con domicilio en Borrego al 300, todos de esta ciudad, ex alumnos de Artes visuales e integrantes del grupo que mantenían reuniones en la casa paterna de PATRICIA MOLINARI.-

El día 8 de Julio y con todos los antecedentes reunidos, se detiene a la MOLINARI y a "WILLY", cuando se retiraban de Artes Visuales. La primera en su declaración, corrobora todo lo mencionado anteriormente; que luego de unirse en pareja con ERREGUERENA  habitan una pieza ubicada en la calle Bolivia 3858; que en esa dirección se siguen reuniendo con el grupo arriba mencionado, identificados todos con los lineamientos políticos de la JUVENTUD UNIVERSITARIA PERONISTA y con el PERONISMO AUTÉNTICO; que las actividades desarrolladas se concretaron en volanteadas, pintadas de paredes, etc.; identifica a "WILLY" como GUILLERMO CANGARO; a "NACHO" como el Profesor ALBERTO BARRIOS, de Artes Visuales; que en el mes de abril del presente año, su concubino le comenta que se había contactado con "MARTA", a quién ella conocía como tal por haberle sido presentada por el propio ERREGUERENA  y que le había propuesto "ganar dinero juntos", a condición de ingresar en la organización "MONTONEROS" a efectos de producir material de prensa y propaganda para la misma; que aceptada la propuesta efectuada por "MARTA", ésta concreta una entrevista con una persona que luego conoció como JUAN CARLOS SANJURJO, (a) JUANCA o SANJU, a la esposa de éste de nombre "SUSANA" y a la hijita de ambos, MARIANA, de 4 meses de edad, que luego del contacto, el citado matrimonio comienza a frecuentar la finca de la calle Bolívar 3858; que a los pocos días, SANJURJO  manifiesta su desaprobación por el lugar, por las pocas comodidades que ofrecía; que les encomienda la tarea de buscar nueva vivienda, gastos que correrían por cuenta de "MONTONEROS"; que previamente se les encomendó la confección de bocetos y trabajos de laboratorio y planografía, tareas que realizaron en la casa de SANJURJO ante la carencia de medios y espacio; que las veces que concurrieron a la casa de éste último, lo hicieron "cerrados" o "compartimentados", en un vehículo que manejaba el propio SANJURJO; que en la última semana  del mes de Mayo se trasladaron a su nueva vivienda ubicada en la calle Chaco 1832, alquilada desde el 1° de Junio hasta el 31 de Noviembre, operación aprobada por SANJURJO quien les facilitó la suma de 23.000 pesos para cerrar el trato; que inmediatamente instalados, éste y su esposa SUSANA comenzaron a trasladar material fotográfico de laboratorio y de impresión, entregando dinero en efectivo para cumplimentar un pedido de elementos para comenzar la producción; que colaboró estrechamente  con ERREGUERENA  en la confección de afiches e ideas para bocetos de obléas, concurriendo paralelamente y regularmente a los cursos  de profesorado de Artes Visuales, de la que la mayor parte del grupo, a excepción de ella y CANGARO  se habían separado luego del cambio de Gobierno; que además debió cumplir las tareas político-militar en mesa de reuniones presididas  por SANJURJO y SUSANA, donde se cambiaban opiniones operativas o se discutían los trabajos de propaganda confeccionados, sin descuidar la atención a los acontecimientos en el orden nacional; que se los iba acondicionando para futuras prácticas de orden cerrado y abierto, que no se concretaron ante su detención; que compartía las ganancias con ERREGUERENA que dejaban los trabajos, que eran pagados a razón de 8 pesos por obléas, debiendo confeccionar 7.000 por mes.

Con respecto a GUILLERMO CANGARO (a) "WILLY", su actuación en el grupo es a nivel periférico y del interrogatorio sometido no surgieron datos de interés.

Paralelamente, se allanan el domicilio de la familia MOLINARI, detectándose allí 2 embutes: uno realizado en el subpiso de un patio interior, disimulado bajo una baldosa, encontrándose en el mismo un tarro de plástico con cierre sellado conteniendo 30 ejemplares de la revista "MONTONEROS" y documentación de la J.U.P. y del Centro de Estudiantes de Artes Visuales (pantalla de actividades doctrinarias y de captación izquierdista). El restante embute se encuentra cavado en la tierra de un cantero del mismo patio, hallándose una bolsa de polietileno con más ejemplares de la mencionada revista. Simultáneamente, se allana la finca habitada por los padres de CANGARO, encontrándose entre los efectos personales de "WILLY" algunas obléas con simbología propagandística de MONTONEROS y  PERONISMO AUTÉNTICO.

También se procede a la detención de RICARDO VALENTE (a) FANTASMA, que a la fecha estaría marginado de la organización, reconociendo haber militado en la J.U.P. y colaborado en la confección de algunos embustes se allana el domicilio de sus padres, donde el causante vivía con su esposa e hija, con resultado negativo.

El día 13 de Julio se logra la detención de MIGUEL ANGEL ERREGUERENA, argentino, 24 años de edad, nacido en la ciudad de Mar del Plata el 28 de Febrero de 1952; D.N.I. 10.370.835; en el interrogatorio corrobora todo lo manifestado por la  MOLINARI; que ha militado en la J.U.P. liderando grupos activistas en la Escuela de Artes Visuales de Mar del Plata; que la mencionada MARTA es MARTA DI PAOLO a la que debía llamar "NORA" y fue la que le propuso incorporarse a OPM "MONTONEROS" para confeccionar material de propaganda impresa y planograff,  en carácter de rentado, recibiendo 8 pesos por cada oblea debiendo confeccionar 7.000 por mes, las que debían ser entregadas a SANJURJO, por tandas; que además, recibía paga extra por otros tipos de trabajo, de acuerdo a su magnitud y calidad; que entre las tareas más importantes que cumplió para MONTONEROS cuenta la confección del MANUAL DE PLANOGRAFF DEL MONTONERO, cuyo contenido y tapa le pertenecen; que últimamente había recibido instrucciones de SANJURJO de contactarse con el Profesor de la Escuela de Artes Visuales OSCAR ELISSAMBURU y su esposa NÉLIDA VÁLDEZ (a) "PIRUCHA", como vía de conexión a "NACHO" (Prof. ALBERTO BARRIOS), cuya localización sería posible de esa manera y cree que ese contacto se ordenó para ampliar el campo de colaboradores y material, debiendo interesarlos por su condición de activos militantes de la J.U.P., ignorando si integran o  integraron algún nivel de la OPM MONTONEROS, ya que la opción se concretó a su propuesta.

Se procede al allanamiento de la finca que habitaran ERREGUERENA y la MOLINARI, encontrándose gran cantidad de documentación confeccionada por los causantes para la OPM (obléas, afiches, tapas de publicaciones, etc.); un equipo de laboratorio fotográfico y de impresión de planograff y material virgen para esos efectos; un embuste disimulado por un placard de la cocina se hallan los tipos para la impresión de las tapas de "MONTONEROS", para el MANUAL DE PLANOGRAFF DEL MONTONERO y otros para volantes con los símbolos de MONTONEROS y varios ejemplares de la revista de dicha organización.

Con los datos recogidos en los interrogatorios, se procura la detención de los esposos SANJURJO o CALU, ya que también por ese nombre se los conocía, como así también a las hermanas MARTA y ELSA DI PAOLO, quienes contaban con antecedentes activistas y se las sabe en niveles importantes dentro de la organización MONTONEROS y si bien  MARTA no se hallaría en ésta ciudad, se sabe que ELSA había sido designada para reorganizar el aparato militar de la organización en Mar del Plata conjuntamente con su concubino RODOLFO BELLO, (a) "RODI". Las hermanas DI PAOLO resultan ser hijas de un funcionario civil, técnico en electrónica, de la Armada Argentina destinado en la Base Naval Mar del Plata. Allanado el domicilio de éste último, sito en H. Irigoyen 3666, no se encuentra nada comprometedor y además,  falta de predisposición para lograr el paradero de sus hijas. Allí se averigua que MARTA  se halla en Buenos Aires y casada con un tal EDUARDO CABALLERO y que ELSA  estaba en Mar del Plata, aunque desconocían su domicilio. A través de la delegación local de la Policía Federal, se los detiene por 24 horas sin resultados positivos y a través del Comando de la Base Naval, a colaborar en su condición de miembro de la Armada Nacional, con resultados negativos y de distracción hacia la investigación por parte de  DI PAOLO; finalmente se establece que ELSA RODI viven en Moreno 9800, allanándose la vivienda de precaria construcción, hallándose todos los efectos para  ser trasladados, y en una lata, documentación quemada de la organización, lográndose rescatar parte de la misma. Dentro de la vivienda y al rasgar el cielorraso  de arpillera  pintada, se secuestra una cartilla de varios folios con las conclusiones y correcciones de la Secretaría Militar de MONTONEROS. Con instrucciones para la formación del combatiente, corregido y aprobado en Septiembre de 1975.

Casi en forma simultánea se logra la detención del matrimonio compuesto por GRACIELA DATO y HECTOR FERRUCCIO, quienes también habían sido contactados por ERREGUERENA con SUSANA (la esposa de SANJURJO). De los interrogatorios a que son sometidos surge que ambos se habían avenido a colaborar en fotografía y prensa; se allana la vivienda que el matrimonio ocupa y que eventualmente habían abandonado por razones de seguridad ante el conocimiento de las detenciones que se estaban llevando a cabo, sita en la calle Matheu esquina Rioja , planta alta, encontrándose en un escondite bajo la cama, material de prensa y propaganda de MONTONEROS; una máquina de escribir y dentro de un placard se descubre un embuste bien realizado, pero del cual se había retirado todo su contenido.

También son detenidos OSCAR ELISSAMBURU y su esposa "PIRUCHA" NÉLIDA VALDÉZ ALBERTO BARRIOS, a quienes se les efectúan interrogatorios y allanamiento de domicilios con resultados negativos; los mencionados se movían a nivel de mesa de trabajo con el propósito de incorporar la Escuela de Artes Visuales a la Universidad Nacional y habían sido dirigentes de la J.U.P. en los primeros momentos pero en la actualidad estarían al margen de la organización sin haber alcanzado niveles importantes. Para ese entonces, años 1973/74 y mediados del 75, la J.U.P. actuaba con el sistema de compartimentación-celular y para estos grupos, los principales responsables eran conocidos como "El gordo de la Moto", quien los trasladaba "cerrados" a los lugares de reunión y dirigía las tareas, (volanteadas, pintadas, etc.) juntamente con la "Gorda Alejandra" "Roxana", que era la responsable del grupo y "Rosario", conductora.

Las investigaciones determinan que el GORDO DE LA MOTO es ALEJANDRO LOGOLUSO que la GORDA ALEJANDRA es ALEJANDRA DE PABLO; que ROSARIO es MARIA DEL ROSARIO GUGLIELMETI y que ROXANA es ROSA ANA FRIGERIO. En consecuencia, se allanan los domicilios de LOGOLUSO y la DE PABLO, con resultados negativos, ya que ambos habrían sido por la organización trasladados a la ciudad de La Plata donde abrirían nivel de MONTONEROS dependiente de la Regional Provincial. Se detiene preventivamente a una hermana de LOGOLUSO quien en su oportunidad participó en reuniones con su hermano pero, en la actualidad estaría desvinculada y trabaja en la Exposición Rural en la Capital Federal. De sus declaraciones surge la detención del matrimonio PÉREZ CATAN, en cuyo domicilio se encuentra una carta reciente y comprometedora y remitida a la pareja por RILLO y señora, conocidos activistas que proponen la oportunidad de abandonar el país antes de delatar a la organización. Ambos, que se encuentran detenidos, confesaron oficiar de correos de la OPM MONTONEROS, mediante contactos aún no confirmados.

Se procede a la detención de MARIA DEL ROSARIO GUGLIELMETI, hija de un Sargento Ayudante (RE) del Ejército Argentino y se allana su domicilio sin resultados. Ante la apariencia de su desvinculación de la organización y falta de elementos probatorios se la deja en libertad surgiendo como importante el nombre de "ROXANA".-

Detectado el domicilio de los padres de ROSA ANA FRIGERIO, se lo allana  con resultados negativos, tomándose conocimiento que ROXANA se hallaba internada en la Clínica 25 de Mayo debido a un grave accidente  sufrido a fines de 1975; se prepara su detención para cuando sea dada de alta ya que mantendría importante nivel dentro de la J.U.P., pudiendo ser, además, responsable de informaciones ante MONTONEROS.-

Con la información recogida se establece la verdadera identidad de SANJURJO; el es, en realidad CARLOS ALBERTO OLIVA, correntino, radicado en esta ciudad desde 1972, habiendo trabajado en la Universidad Nacional local y en la compañía "Seguros La Agrícola", pasando a ser rentado de MONTONEROS a fines de 1974, siendo en la actualidad responsable de Prensa y Propaganda de la OPM. Su esposa y colaboradora se llama LAURA SUSANA MARTINELLI, también oriunda de Corrientes (Paso de Los Libres), hija de un Capitán (RE) del Ejército Argentino. Se constata que ésta última se desempeña como maestra en la Escuela Municipal Intendente CAYROL, pero cuando se le va a detener a su lugar de trabajo, ya había desaparecido dejando como pretexto un accidente ocurrido a un familiar, cuando en realidad, estaba en conocimiento de que ella y su esposo eran buscados mediante un "identikit" confeccionado con datos aportados por los detenidos. Luego se logra establecer el domicilio de los OLIVA, el que es ubicado en la calle Berutti 4376 y allanado, se comprueba que el matrimonio con su hijita MARIANA LUZ lo habían abandonado dejándolo vacío. Se comprueba la existencia de un embuste accionado eléctricamente detrás de un placard, también vacío.

Como única alternativa posible para la detención de ambos, se contaba la posibilidad de que MARTINELLI tratara de cobrar su sueldo de maestra en la Municipalidad, efectuándose los contactos necesarios a efectos de que el mismo no sea abonado fuera de ese recinto, como se acostumbra hacer; establecidas vigilancias permanentes, se logra la detención de OLIVA cuando pretendía cobrar el sueldo de su esposa, mediante un poder; luego de ser interrogado, confiesa el paradero de su esposa que se aloja en la casa de un amigo de apellido  PELLEGRINI, estudiante e industrial textil, también detenido junto con la MARTINELLI.

Con los datos aportados por el matrimonio  OLIVA, se establece que en la calle Tierra del Fuego, entre Belgrano y Moreno en un kiosco, funcionaba la Secretaría de Documentación de MONTONEROS a cargo de CRISTINA KOUSEMAN (a) PICHI, quien fue detenida, secuestrándose en un embute  ubicado en un mueble del negocio de cobertura, tres cajones  con variada, completa y profusa documentación personal y sellos, vírgenes y completos; documentos de identidad, del automotor, de clubes, entidades civiles, etc. con  los que se confeccionaban nueva documentación e identidades y coberturas a los integrantes de MONTONEROS, estimándose que su importancia se eleva a nivel regional y nacional. Interrogada la KOUSEMAN, se establece que era rentada de la OPM y allanado su domicilio de la calle Gascón y Marconi, se descubre un embute que según PICHI, pertenece a su marido, de apellido BAUER (a) NÉSTOR o EL RUSO, aparentemente Oficial de MONTONEROS; ese escondite se localizó en un zócalo desmontable bajo la mesada de la cocina y se secuestró una granada de práctica y documentación de MONTONEROS, con planos detallando operativos, uno de ellos perteneciente a la empresa constructora "MARPLATENSE", donde se desempeña BAUER como obrero. Este y otra habitante del lugar identificada por la KOUSEMAN como "SUSANA", huyeron sin poder ser detenidos.

OLIVA en sus declaraciones menciona los controles que efectúa la OPM MONTONEROS, señalando que uno lo esperaba a él el viernes 6 de Agosto a las 08.15 y que posiblemente asistiría el responsable de la zona MAR DEL PLATA y Oficial MONTONERO conocido por el nombre de guerra "ALCIDES", marcando como zona de encuentro la calle XX de Septiembre, entre Quintana y San Lorenzo (4 cuadras). Es entonces que se implanta un dispositivo adecuado y a la hora señalada, es apresado el mencionado ALCIDES, encontrándose en su poder un revólver 38 largo y una granada lista a ser activada; el mencionado ALCIDES resulta ser  JOSÉ LUIS PERALTA.

Paralelamente se efectúan allanamientos en un depósito de la calle San Martín 4120 donde son hallados todos los efectos personales del matrimonio OLIVA y alguna documentación MONTONEROS; otro allanamiento fue realizado a un garage de la calle 134 N° 1122 donde se secuestró un Jeep con caja que se utilizara para transportar los efectos del matrimonio OLIVA del domicilio de la calle Berutti, y completa, profusa  e importante documentación de la J.U.P., J.T.P. y toda la estructura de zona de la OPM MONTONEROS, como así también, "caños" preparados, una caja con cartuchos de gelamón, granadas lacrimógenas, granada explosivas armadas y a armar, todo el material de prensa que tenía a su cargo OLIVA y maquinarias y herramientas completas para reformar los vehículos "levantados", además de chapas patentes falsas; otro allanamiento fue realizado a una finca y negocio de mercería donde se localizaron dependencias secretas donde había funcionado una impresora, cuyos elementos se secuestraron en el anterior allanamiento.

El día 9 de agosto se allanó el domicilio de JOSÉ LUIS PERALTA, quien en el momento de su detención portaba documentación a nombre de CARLOS NIOCLOSI, y en un tarro de harina, entre ese producto, fueren hallados nuevos documentos para el matrimonio OLIVA, que a partir de ese momento pasarían a llamarse  GOROSITO; la finca fue alquilada hace muy pocos días y la compartiría  con su esposa, también militante MONTONERA, de nombre ANA SICCHINI (a) NAFI, y ubicada en la calle Santa Cras 3659. Fueron hallados dos embutes con importante y actualizada documentación MONTONEROS. Allí se contrató mediante el contrato de locación que la garantía de la operación resultó LEONOR ISABEL ZÁRATE DE MIGUENS, con domicilio en la calle Moisés Lebenzon 5062. que son también militantes MONTONEROS CONOCIDOS CON LOS NOMBRES DE GUERRA DE "LAURA" "JUAN", quienes se hallan prófugos.

Actualmente, las principales tareas están destinadas a clasificar y estudiar toda la documentación secuestrada, como así también a la detención de las personas que surgirán de los interrogatorios a los detenidos y allanamientos a los domicilios que de los mismos, surjan


De todos los citados ¿Quiénes podían ser calificados como "peligrosos"? Tal vez "Bauer", "Alcides" o el matrimonio Oliva que tenían materiales como granadas o armas. No es que fuesen el "súper" peligro... pero ponele. El resto se dedicaba a la prensa y propaganda, o a la Documentación; o estaba en niveles muy primitivos de militancia. La represión buscó, mediante el interrogatorio bajo tormento y los asesinatos, destruir completamente la red montonera sin importarles la nula peligrosidad de la mayoría de éstos. Mutatis mutandis, vale para el resto del país

Es ilustrativo de esto, lo alegado por el fiscal de Bahía Blanca en uno de los alegatos judiciales de lesa humanidad:

En este juicio se preguntó mucho, en reiteradas oportunidades, a las victimas, de qué se los acusaba; es decir, una vez que estaban secuestrados: de qué se los acusaba, de qué los acusaron en el centro clandestino, en las cárceles. Y las respuestas variaban pero eran indistintas: se los acusaba de ser, con cualquier pretexto de pertenecer a una u otra organización; el crimen que estas personas cometían en la visión del agresor es que "eran"


Uno pensaría, con la "lógica criminal", que si van a torturar, violar, matar e incluso robarse bebés del desaparecido.... al menos este desaparecido tuvo que haber sido tremendísimo asesino hijo de su grandísima puta madre, como para castigarlo de ese modo tan despiadado. Pero no: se los secuestraba, torturaba, mataba por el hecho de "ser", no de hacer. Se aplicaba un Derecho Penal de autor: se castiga a la persona no por las acciones tremebundas que cometió, sino porque pertenece a un bando que no me agrada; con independencia de su nula peligrosidad o los actos efectivamente cometidos


Por cierto, la cifra registrada por el Estado que recoge Márquez no comprende las 780 denuncias iniciales de CONADEP no ratificadas pero que subsisten en los registros del RUVTE. Asi que debemos considerar que cuando Márquez afirma que hubo unos 8.400 "terroristas", no incluye los 780 muertos no ratificados


-Análisis estadístico resumido de la capacidad guerrillera

La guerrilla ocasionó 700 muertos y alrededor de 200 secuestros en 10 años, desde 1969 a 1979 (véase los apartados correspondientes sobre el tema). Aún si suponemos que dentro de los desaparecidos están todos los que alguna vez mataron y secuestraron, y aún si suponemos que los desaparecidos son únicamente los 8.400 dictados por el apologismo desde 1975, la estadística indica que solamente 1 de cada 9 desaparecidos cometió uno de esos delitos graves. Este cálculo por supuesto no tiene en cuenta los sobrevivientes o arrestados, ni los abandonos o reemplazos en esos 10 años, ni tampoco el hecho cierto que varios murieron incluso antes de 1975, o que 1 combatiente pudo cometer más de un delito grave; por lo que la estadística es más grande en perjuicio del apologismo. Tampoco tiene en cuenta el caudal de desaparecidos no ratificados por la Secretaría de Derechos Humanos, que oscila en los 780 desaparecidos extras

Es por ello que no tiene mucho sentido que los negacionistas estén tan desesperados por rebajar el número de desaparecidos a los que tiene el Estado. Si bien como veremos en los posteriores apartados, la cifra de desaparecidos se acerca a los 20 mil y no a los 30 mil, por otro lado la insistencia negacionista de aseverar que los únicos desaparecidos son los que tiene registrado el Estado, se vuelve irrelevante a los efectos de su construcción de relato: aún si la cifra de los desaparecidos fuese únicamente lo que a los negacionistas les gusta escuchar, no van a poder realizar la ecuación de "casi todos los desaparecidos eran terroristas" porque no tienen ni los datos ni una mísera estadística razonable a su favor 

Victoria Villarruel en su libro "Los Otros Muertos" tiene un número más alto, y computa unos 283 muertos de la guerrilla solamente en el año 1976. Lamentablemente el libro no se encuentra disponible en las redes en su totalidad, pero se puede encontrar su cuadrito de delitos de la guerrilla clasificado por año, aunque en inglés. Algo es algo, asi que este es el cuadro:

Vamos a creer que esa cifra de asesinados en el 76 sea cierta (puesto que los números de Villarruel son incluso más elevados que los registrados por el mismo gobierno militar de Videla). Por otro lado, los desaparecidos y asesinados por el Estado en 1976 es de 3.819 personas según datos del RUVTE; daría un aproximado de 13,4 "participantes" por crimen de la guerrilla. No contamos otras variables como que los participantes no vuelven a cometer otro acto, que no es necesario tantos actores en un determinado crimen, tampoco se cuenta los explosivos que causaron muchas muertes y disminuyen el promedio de participantes en general (o lo aumenta artificialmente; todo en perjuicio del negacionismo), etc. Si por ejemplo la guerrilla en 1976 provocó 300 muertos, y 1 solo desaparecido mató a 50 tipos (solo es un ejemplo), pues estaría dejando 250 muertos para el resto de los 3.800 desaparecidos; el promedio general de asesinatos por cada desaparecido disminuye y eso tampoco beneficia a los apologistas

Es evidente que si todos los desaparecidos hubiesen participado en delitos graves como el asesinato, lo hicieron con niveles tan irregulares de participación concreta; ni hablar si la cifra de asesinatos guerrilleros es menor que la nombrada por Villarruel (el gobierno de Videla computó 303 homicidios de la "subversión" en todo el periodo dictatorial hasta 1979). Y ciertamente si incluimos los demás delitos guerrilleros del cuadro en la evaluación de ese año, se achataría la curva de participantes al precio de diseminarlos en mayor cantidad de delitos disímiles, por lo que entraríamos en dos problemas para el apologismo:

-El primero es una espina ética donde una persona que recibiría hipotéticamente 2 años de cárcel o condena en suspenso se igualaría a otra persona que recibiría perpetua, etc. es decir que bajo la necesidad imperiosa de construir estas clases de estadísticas apologéticas se admitiría implícitamente que los militares trataron de igual modo a un asesino que a un simple ladrón o un agitador intimidante, lo que pondría en apuros a los negacionistas que deseen conservar un status más politically correct o enmarcar el conflicto en una "guerra" donde los desaparecidos eran todos blancos lícitos. Paradójicamente, si Victoria Villarruel deseara concederle una connotación mucho más negativa a la mayoría de los desaparecidos registrados, se vería casi obligada a olvidarse de los demás delitos menores que computa en su cuadro

-El segundo, es admitir que si todos los desaparecidos eran "combatientes", su nivel de actividad se asemeja mucho más al del delincuente común que a miembros fanáticos  instruidos de una guerra. Esto desvirtúa la necesidad del apologismo de considerar lo vivido como una guerra dificilísima para el Ejército. Pues qué "difícil" habrá sido este conflicto bélico, que la mayoría de los desaparecidos ni siquiera llegó a matar a 1 persona en su vida por sí mismos; y se dedicaban en última instancia a delitos mucho más intrascendentes

Por ejemplo, en el cuadro mostrado Victoria Villarruel computa unas 1.600 víctimas de la guerrilla en el año 1976 con delitos muy heterogéneos: desde secuestros y asesinatos, hasta robos comunes, bombas que no produjeron muertos, atentados (no confundir con bombas), etc. Es decir, unas 1.600 víctimas de las que solo 283 resultaron muertas. El Estado para ese mismo año produjo 3.800 muertos sin contar sobrevivientes ni detenidos del PEN, que lo elevarían a un par de miles más. Es evidente que la justificación de la muerte de los desaparecidos carece de sentido ¿3800 muertos era el precio a pagar para "vengar" 283 víctimas mortales de la guerrilla? ¿El resto de las 1600 víctimas resultaron tan terriblemente lesionadas para justificar la muerte de 3800 personas + detenciones del PEN? Aún si sumamos los muertos por la guerrilla de los años 75 y 74, la diferencia continúa siendo tan alta e incongruente

(Es de aclarar que para los efectos de este análisis, tomamos los números de Villarruel provisionalmente como verdaderos. Pero la lista de esta abogada tiene graves fallas metodológicas que hacen que sus números finales sean poco confiables. En otros posteos de este blog nos dedicamos más extensamente a desmentir esa lista de Villarruel)


En este número de la revista Evita Montonera, un pelotón de combate de Montoneros dio muerte a un policía, mientras que 46 pelotones milicianos cortaron poco menos de 40 calles (desde pag. 17 a la 25): 


Suponiendo que la información de la revista sea correcta, no puede equivalerse seriamente a 5 personas que participaron en un crimen, de 230 personas que cortaron calles (cada pelotón es igual a 5 personas máximo). Ridículo decir que ambos grupos son "blancos lícitos" de una guerra. Y si un apologista insinúa que tal vez esos pelotones milicianos cometieron muchas más acciones graves y no solo un corte de calle, entonces ese apologista estaría admitiendo que cada pelotón montonero podía realizar más de 1 acción, lo que perjudica nuevamente su estadística

Hablando de los delitos más graves, la guerrilla provocó 700 muertos y 200 secuestros en 10 años según los datos del gobierno militar. Los pelotones de la guerrilla se componen generalmente de 5 personas. Aún si los muertos y desaparecidos son 8.000 desde 1975, y suponemos que se integraban a pelotones de combate, esto se traduciría en 1600 pelotones (5 x 1600 = 8.000). Es decir que habría incluso más pelotones que asesinatos/secuestros cometidos por la guerrilla. Lo que significa: o muchos desaparecidos no mataron ni secuestraron. O, suponiendo que todos participaron en esos delitos, lo hicieron con niveles muy irregulares de participación; y los pelotones por consiguiente ejecutaron una labor tan pasiva de menos de 1 atentado grave por pelotón durante sus largos años de actividad

Si los desaparecidos eran todos guerrilleros comunistas fanáticos con metralleta en mano, entonces tenemos que concluir que los desaparecidos eran tremendos pelotudos e inútiles que, siendo 8.000 guerrilleros, mataron solamente a 700 en 10 años. Como comparación, actualmente la delincuencia común mata a mucho más de 700 personas en 1 año


Esto sin contar con los cientos de sobrevivientes y los más de 8 mil detenidos a disposición del PEN ¿Cómo compatibilizamos esta enorme cantidad de víctimas de las fuerzas armadas con 700 muertos de la guerrilla en 10 años? No cuadra

Asi que repito: ni una mísera estadística razonable tienen a su favor los apologistas. Para que triunfe su postura, el negacionismo debería acudir a evaluaciones estadísticas artificiales


-Incongruencia en la tortura

La tesis que la mayoría de los desaparecidos fuesen culpables de crímenes atroces que ameritaran al menos la pena de muerte o la prisión perpetua, es incongruente con el fundamento de la represión donde se torturaba a estos desaparecidos para conseguir información rentable en el desbaratamiento de las células. Esto último solo es viable si los torturados se fragmentan y ramifican en diversos niveles de participación que rompen la relación de causalidad penal con el delito. Pero los apologistas no explican coherentemente la unificación que ellos desean. Al parecer, para los apologistas:


-Los desaparecidos eran casi todos culpables de crímenes gravísimos, por eso "en alguna medida" su pena de muerte no estaba mal (independientemente que fuese legal o no la sanción militar). Nicolás Márquez ha dicho en un video que él cree que a los desaparecidos se les tendría que haber realizado un juicio sumario legal con pena de muerte legal.... es decir, que él está asumiendo elípticamente que todos los desaparecidos cometieron actos que ameritaban una pena de muerte (por ejemplo en EE. UU. el homicidio agravado es sancionado con la pena capital en algunos Estados)

-Pero a su vez, los desaparecidos tenían información que facilitaba la captura de otros miembros de una larga ramificación de células de la guerrilla. Por eso los torturaban: para que dijeran los nombres de otros militantes y ascender en el mosaico de miembros de las organizaciones armadas


Sin embargo el apologismo no fundamenta su relación correlativa lineal. Pues, no necesariamente una persona culpable posee información relevante para ofrecer. Como ocurriría todo lo contrario: existe la posibilidad que haya personas inocentes o sin relación penal causal que tengan mucha información. Los apologistas nos quieren hacer creer en cambio, que el desaparecido era un asesino pero además tenía SI o SI información importantísima de otros militantes igualmente asesinos. No ofrecen argumentos para desvirtuar la mera probabilidad que existieran desaparecidos culpables con poca información, o que existieran desaparecidos inocentes con muchos datos. Además ¿Por qué un asesino de la guerrilla tendría muchos datos sobre otros asesinos de la guerrilla? Eso violaba normas básicas de seguridad de las organizaciones armadas. Los apologistas todavía deben fundamentar la relación lineal entre desaparecido culpable y desaparecido con información rentable

Aún apelando a un ejercicio de verosimilitud puramente hipotético sobre la culpabilidad del desaparecido, los apologistas no consiguen dar argumentos verosímiles. Ya no datos reales, ni siquiera los apologistas pueden especular coherentemente sobre la culpabilidad, sin chocar con otras tesis que ellos sostienen de los militares


Lamentablemente para el apologismo, como dato de la realidad tenemos el siguiente manual de la SIDE incautado por la Justicia en los años 90, titulado "Contrainsurgencia a partir del accionar del Partido Revolucionario Montoneros" que trata de la experiencia "exitosa" de la persecución en Córdoba contra la organización. Allí se instruye sobre el método de detención e interrogatorio del detenido para sacar información. El manual comenta:


La caída del militante es el objetivo primordial de la contrainsurgencia y más aún si se lo logra detener vivo. Una vez conseguido esto, el logro de su colaboración permite la caída de otros militantes, de infraestructura y la posibilidad de una colaboración de índole estratégica. Así es que todo accionar referido a la caída del militante, debe apuntar a estos objetivos. Un aspecto fundamental referido a la validez de la colaboración, está dado por el tiempo en que se logra ésta

En el “primer tiempo” -el lapso que va desde la detención y hasta el logro de información que permita una rápida caída en cadena y que el militante debe conocer necesariamente-, la información a pedir es “[...] el domicilio propio preguntando sobre otros habitantes, nivel de los mismos, posibilidades de defensa, plan de fuga, embute” y "citas (tener en cuenta que todo militante tiene por lo menos una todos los días)"

Es fundamental que el detenido que marcó la cita, deba ir a señalar a los otros militantes. Como esta situación se produce en el primer tiempo del interrogatorio, es lógico que no exista confianza en el detenido, por lo que es mejor llevar también un colaborador de confianza que conozca a los posibles militantes que estarán en la cita

Con respecto a la duración de este primer tiempo del interrogatorio, no debe ser MAYOR DE TRES HORAS, desde el momento en que el militante es detenido

En el segundo tiempo, [...] luego de consignada la información de interés inmediata, que de alguna manera es la que permite comprobar la veracidad de los dichos por el detenido, se debe entrar en la obtención de otros datos que, si bien son de interés, no necesariamente debe conocer el militante. Para no gastar esfuerzo y tiempo, se debe preguntar: nivel organizativo (da la idea de lo que puede conocer el detenido), otros domicilios de militantes o de infraestructura de la organización, nombres legales de militantes y lugares de trabajo de los mismos, operaciones en las que participó y diseño de las mismas, estructura organizativa y otros datos que puedan ser puntas para la investigación futura [...] La confección y tenencia de un organigrama, completo y al día, permite que en el momento de la caída del militante, se le puede demostrar a éste que se lo conoce y se lo tiene ubicado en su nivel y función. Esto “descoloca” al detenido y facilita el quiebre rápido del mismo. Además esto permite “un interrogatorio dirigido… redundará en efectividad y rapidez, lo que aporta entonces a cumplir con los plazos del 1er tiempo de interrogatorio y por lo tanto lograr nuevos blancos"



http://www.derechos.org/nizkor/arg/doc/luciano5.html


Aquí los represores en este manual diferencian la información que inevitablemente conoce el detenido (las citas), de aquella otra información que NO NECESARIAMENTE conoce el torturado (casas, infraestructura de la organización, diseño de operativos, nombres legales de otros militantes y sus lugares de trabajo). En ambos casos el detenido es "interrogado" (torturado): lo torturan para que diga lo que sin dudas sabe (las citas) pero también lo torturan por si acaso declara otras cosas que los mismos represores no saben si el detenido conoce

Nótese que dentro del ámbito de la información que los torturadores consignan que el detenido no necesariamente conoce, aparece: "operaciones en las que participó y diseño de las mismas". Es decir que aún si secuestraban a un militante del sector armado de Montoneros o PRT-ERP, los represores a priori no conocían si ese detenido que iban a atormentar había participado en un atentado criminal gravoso o no. Por lo que la ecuación que hacen los apologistas consumados como Nicolás Márquez de "Desaparecido = Culpable de gravísimo crimen = Fuente de información relevante" es inexacta. Los mismos represores niegan las insinuaciones infundadas de Márquez


Eso sin contar que si existiese una equivalencia tan "precisa" entre desaparecido y crimen como explícitamente dice Márquez, se debería reflejar en las estadísticas de víctimas de la guerrilla. Algo que no ocurre. La siguiente tabla pertenece al libro apologético "Los 70: Violencia en la Argentina", editado por el Circulo Militar; y contabiliza los muertos provocados por la guerrilla año a año, diferenciando los periodos dictatoriales de los democráticos. pag. 166:

https://es.scribd.com/document/286501220/Los-70-Violencia-en-La-Argentina-Circulo-Militar





En el año 1975 la guerrilla ejecutó 190 muertos, mientras que en 1976 provocó casi 210 muertos de los cuales 150 aprox. en el periodo a partir del 24 de marzo. En ese año 1976 se produjeron 3.800 desapariciones y muertos acorde a la contabilización del Estado, a diferencia de 1975 que no superó los 750 muertos y desaparecidos. Si existiese esa equivalencia "desaparecido = causante de un crimen" el número de muertos provocados por la guerrilla en el 76 tendría que haber sido mucho menor en comparación con 1975, no casi similares. Esta disminución aguda recién ocurre en el año 77, aunque no se aleja tanto del año 1974 donde Montoneros y PRT-ERP aumentan su caudal de militantes


Esto significa que en el año más represivo que fue 1976, donde morían muchas personas diariamente (y otros tantos miles eran detenidos a disposición del PEN o secuestrados en centros clandestinos para sobrevivir posteriormente), la guerrilla cometió más asesinatos, no menos. Si realmente todo desaparecido era "terrorista", "criminal", "participante SI o SI de asesinatos", "combatiente fanatizado para matar" y demás lindezas, entonces la caída masiva de estos "terroristas" se hubiese reflejado en un número mucho menor de muertos por la guerrilla


El siguiente gráfico es el organigrama completo de Montoneros en la provincia de Santa Fe, acorde al informe del represor Alfredo Sotera, jefe de inteligencia del Destacamento 121


(abra la imagen en otra pestaña para mejor visualización)


Como se puede notar en el organigrama, los militantes políticos no se comunican con los militantes combatientes excepto en sus vértices, es decir sus jefes. El jefe de la Secretaría Política podía comunicarse con los demás jefes, incluyendo el jefe de la Secretaría Militar. A rasgos generales, podríamos concluir que no es necesario matar a todos los montoneros para eliminar su peligro armado. Con matar únicamente a los combatientes, el "apocalíptico" peligro de la lucha armada se acaba 

Entonces, si los represores querían llegar a la estructura militar de Montoneros para destruirla, podían apelar a los sig. métodos:

1-Capturar a un militante político (no-combatiente), torturarlo para que delate a su responsable de célula. Después torturar a ese responsable para que delate a su propio responsable.... y así en una cadena ascendente hasta llegar al vértice: el jefe de la Secretaría. Se tortura a dicho jefe para que delate la cita con el líder de la Secretaría Militar. Una vez capturado el jefe de la Sec. Militar, se lo tortura para que delate a sus cuadros inferiores, es decir todas las ramificaciones de combatientes que están debajo de él. Se continúa torturando personas en cadena descendente esta vez, descubriendo las ramas combatientes de la estructura militar

Así se destruiría a la estructura militar de Montoneros, pasando necesariamente por la tortura a los militantes políticos. Obviamente vamos a omitir por un momento el grosero problema ético de la tortura, y el aún más grosero problema ético de torturar a mucha gente que no es combatiente para llegar a los combatientes. Todo lo obviamos por el momento para proseguir con nuestra hipótesis 

2-Otro método, es capturar a un combatiente y torturarlo para que delate a su responsable de célula y sus compañeros horizontales. Una vez capturado el responsable, se lo tortura para que delate a su propio responsable y compañeros horizontales.... todo ello en una cadena ascendente y horizontal, buscando destruir toda la estructura militar de la organización

En este método no haría falta torturar a los militantes políticos, en tanto ya cuentan con un combatiente interrogado para iniciar la persecución piramidal de la Secretaría Militar

3-Otro método, es que justo logren atrapar de casualidad al jefe de alguna de las Secretarías. Ahí se lo tortura para llegar a la estructura militar y destruirla en dirección descendente (y horizontal)


De los 3 métodos enumerados, el primer método solo tendría sentido cuando los represores no tienen a ningún combatiente para iniciar la pesquisa piramidal de la Secretaría Militar. Si no tienen combatientes para torturar o la ramificación se rompió totalmente, deben "inevitablemente" torturar a los militantes no-combatientes para llegar al jefe de su Secretaría, quien es el único que podría ofrecer información para acceder a la Secretaría Militar 

Pero como era de esperar, el objetivo de los represores no era únicamente destruir el aparato militar de las organizaciones, sino DESTRUIR TODO. De acuerdo al "Informe Sotera", las fuerzas armadas ya habían capturado a 15 soldados, es decir integrantes de la Secretaría Militar. Además de algunos Oficiales. Pag. 3:


No obstante, los represores continuaban torturando y asesinando a personas AJENAS a la Secretaría Militar (véase informe Sotera en su totalidad, memos de inteligencia o estadística RUVTE), aún cuando ya tuviesen combatientes capturados para iniciar el interrogatorio piramidal de la rama militar de Montoneros. Aún cuando no es necesario matar militantes políticos para destruir el aparato militar. Esto revela que los represores no torturaban ni mataban a un militante de prensa para destruir la Secretaría Militar, sino que lo masacraban para destruir la Secretaría de Prensa. No torturaban ni asesinaban a militantes de la Sec. Política para destruir la Sec. Militar, sino que el objetivo era destruir esa Secretaría Política. El objetivo de la represión era destruir COMPLETAMENTE  la organización, a sabiendas de la nula peligrosidad de los restantes militantes. Así ocurrió con las demás provincias

-Anexo

Tenemos las causas judiciales actuales donde se juzgan los delitos de lesa humanidad cometidos por las fuerzas armadas. Allí se consigna muchas veces la militancia del desaparecido/sobreviviente. Un ejemplo es la megacausa La Perla, donde se expone el siguiente cuadro que clasifica a los detenidos por fecha de secuestro, militancia, si fue torturado o no, etc. Cabe recordar algo tan obvio como que en los juicios actuales los imputados tienen abogados defensores, y ellos no solo representan los intereses de sus defendidos sino que además tienen toda la libertad de demostrar si el desaparecido o sobreviviente era un "terrorista". Así, el resultado es esto: 











Y este no es el cuadro completo. En el siguiente enlace encontrará la tabla completa con más de 600 casos judicializados (pag. 4126 a 4154):


Aún si partimos de la falsedad que todo integrante del ERP o del OCPO en la tabla es un criminal asesino terrorista mata-niños o lo que sea, vemos que no todos tenían militancia en OCPO estrictamente, que no todo integrante del PRT estaba en la sección armada ERP, etc.

Otro ejemplo: en la megacausa judicial del Operativo Independencia, que juzgó sobre una modesta base de 266 víctimas (de los 769 casos registrados por el Estado), únicamente el 7% de esas víctimas tenía alguna vinculación real con el PRT-ERP o con Montoneros:




En esta hoja desclasificada, tenemos el testimonio de una sobreviviente que se entrevistó en la embajada estadounidense en octubre de 1976: 


Allí cuenta que la detuvieron por dejar panfletos en el banco de una plaza. Los panfletos eran del PCR (Partido Comunista Revolucionario) y ella admitió que tenía ese material, pero la torturaron acusándola de tener panfletos del ERP y tirarlos desde el autobús. Véase que, aún si la chica estuviera mintiendo y fuesen folletos del ERP, el "gravísimo crimen" que cometió es dejar unas hojitas "terroristas" en el banco de plaza

Inés Ollero militaba en la Federación Juvenil Comunista. Fue secuestrada en un colectivo y desaparecida por siempre. Al parecer, su único delito (si se lo puede llamar así), es que le encontraron panfletos comunistas en el asiento del micro. En este video, el testimonio del chofer de colectivo que la vio por última vez:




Página de la revista Evita Montonera de marzo de 1976, en el que avisan la clandestinización que sufrirán las células sindicales (no combatientes) por la represión. A partir de pag. 11:




-Todos los montoneros de Firmenich

Nicolás Márquez no es el único desesperado que usa cualquier recurso barato para justificar la idea de "casi todos los desaparecidos eran terroristas". Hay otros apologistas como el abogado Javier Vigo Leguizamón que se rompen la cabecita a ver qué argumento revirado pueden encontrar para el cometido 

Y la luz se hizo con una declaración de Firmenich del año 1991, en la que explica:

"Habrá alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría era militante y la inmensa mayoría eran montoneros (…) A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte”

Aquí mister Nicolás rapiña esa declaración de Firmenich para quedarse tranquilo en su conciencia que la mayoría de los desaparecidos eran terroristas, solo porque Firmenich dice que la mayoría de los desaparecidos eran montoneros:

https://prensarepublicana.com/a-40-anos-del-golpe-es-hora-de-contar-la-verdad-por-nicolas-marquez/  

El abogado Javier Vigo Leguizamón también extrae esa declaración para su propio libro:

Yo rescaté en su momento un reportaje a Firmenich que le hizo Jesús Quintero, donde tiene afirmaciones sorprendentes tales como: "Coincido con Videla, fue una guerra”; “Videla y yo fuimos chivos expiatorios”. Y dijo algo más fuerte aún: "la inmensa mayoría de los desaparecidos fueron montoneros”, con lo cual pone una nota primordial al negarles el calificativo de “jóvenes idealistas inocentes”

pag. 154:



Acá el nabo de Márquez vuelve a repetir la frase de Firmenich en el siguiente video del canal de Youtube "Turn Right" (minuto 32:25):


Por empezar, no hay muchos problemas en que un apologista use la frase de Firmenich para decir que muchos desaparecidos fueron montoneros. Ese no es el problema de momento

Pero para que la declaración de Firmenich sea válida, el jefe montonero tendría que conocer a cada uno de los desaparecidos para saber si eran montoneros, o al menos Firmenich tendría que contar con cálculos de cierta precisión para aseverar que tal vez la mayoría de los desaparecidos eran montoneros. Pero Firmenich no tiene ninguna de las dos cosas (véase el apartado correspondiente de la cifra de combatientes de Montoneros)

Por otro lado, se vuelve a aplicar los criterios que ya hemos expuesto: ser montonero no era necesariamente ser combatiente o "terrorista". Ese es el problema principal de cómo el apologismo utiliza esta declaración: Firmenich puede decir que todo desaparecido era montonero ¿Y? ¿Cuál es la trascendencia de eso? Lo que uno intenta averiguar es el grado de peligrosidad del desaparecido, no si era montonero. Sabemos que el discapacitado José Poblete o la cieguita María Ravelo eran montoneros también ¿Y? Eso no nos resuelve el tema que estamos buscando ¿Qué graves crímenes cometieron cada uno de los desaparecidos? Bueno, para los chantas como Leguizamón o Márquez, con simples frases de Firmenich se ahorran de hacer una investigación seria y fundamentada sobre la peligrosidad de los desaparecidos


Gacetilla de la página "Prensa Republicana" de Nicolás Márquez. Este es un ejemplo perfecto de cómo el apologismo en su retórica, utiliza declaraciones triviales, insignificantes como si fuese un auténtico argumento de peso


Hay más problemas con la declaración que Márquez toma a su favor: en la siguiente entrevista, Firmenich vocifera que Videla produjo 30 mil desaparecidos:

https://youtu.be/E9Rx_5Oo_6w?t=784  


A su vez, el apologista Márquez dice que Montoneros tuvo 5750 bajas:

La organización terrorista Montoneros tuvo 5.750 caídos


Rescatando la lógica de Nicolás Márquez, que decide creerle a Firmenich, tendríamos que creer por consecuencia que hubo en verdad 30 mil desaparecidos. Esto por supuesto choca con las intenciones del apologista en dos planos: por un lado, es contraria a la proclama que sostiene de "no fueron 30 mil". Pero en otro plano, es contrario al promedio de bajas que Márquez aludió en el artículo de Lopérfido: unas 5.750 bajas aparentemente. Asi que: o hubo 30 mil montoneros desaparecidos de acuerdo a Firmenich + lógica de Márquez de creer lo que dice este jefe; o hubo 30 mil desaparecidos pero solamente 5750 bajas montoneras resumiendo el análisis que Márquez hizo de las muertes de ese grupo. En cualquiera de las dos opciones, Márquez tiene que asumir un costo ingrato para su relato personal. Pero podría optar por una tercera opción: no creerle a Firmenich cuando dice que hay 30 mil desaparecidos. Sin embargo, aquí Nicky se adentra en una contradicción interna: no se entiende por qué le creería a Firmenich cuando dice que todos los desaparecidos eran montoneros, si ese mismo jefe montonero está diciendo que esos desaparecidos mencionados son 30 mil (es lo que jurídicamente se conoce como "Confesión indivisible", tenemos un anexo jurídico al respecto en este blog). O sea, cualquier opción que elija Márquez implica un costo en su relato pro-militar

Y fue el mismo Nicolás Márquez como boludo quien se quemó solito diciendo en "Turn Right" que él le presta mucha atención a Firmenich porque asegura cosas que se acercan bastante a la verdad....


En otro camino, si Márquez dice que hubo 5.750 bajas de Montoneros de los 8.400 desaparecidos considerados por él, quedarían casi 2.700 desaparecidos que no eran montoneros entonces (que podrían pertenecer a cualquier otro grupo); o sea que la frase citada casi literalmente por él de "inmensa mayoría" de Firmenich, no tiene congruencia con los datos que el mismo apologista Márquez está tomando 

El apologista podría retrucar perfectamente que los 2.700 restantes pertenecerían a otra organización como el ERP, pero Firmenich no era del ERP asi que su frase no sirve para hablar sobre la "inmensa mayoría de desaparecidos". Los apologistas están utilizando como argumento una frase inservible

Por cierto, la forma en que el señor Márquez toma el cálculo de 5.750 bajas de Montoneros es de una acojonante falta de honestidad intelectual, pero como merece una explicación detallada que no viene a cuento aquí, en el siguiente posteo nos explayamos más específicamente con los cálculos de bajas guerrilleras a las que hace mención Márquez:


Imaginemos un hipotético juicio en donde se tenga que demostrar si los desaparecidos eran "terroristas" o no lo eran. Imaginen ahora a Nicolás Márquez diciéndole al juez: "la mayoría de los desaparecidos eran terroristas porque lo dijo Firmenich", aunque Firmenich no sepa ni el nombre de cada desaparecido ni cuántos combatientes hubo ¿Qué clase de juez aceptaría semejante estupidez como prueba? Nicolás Márquez que es abogado debería darse cuenta de lo endeble de su "evidencia"  



-Anexo (2)

Todavía a los apologistas de Márquez o Villarruel les queda la carta de insinuar que de todas maneras los montoneros o erpianos son terroristas incluso si no combaten. Por ejemplo, el ideólogo que "animaba a los demás a matar con sus prédicas ideológicas" o el que llevaba un documento falsificado (sin importar que eso lo salvaría temporalmente de la represión), o el trabajador montonero que iba a las fábricas a reclamar por las condiciones laborales como "propaganda terrorista", o cosas por el estilo 

O más sintéticamente: que un montonero es "terrorista" por el mero hecho de ser montonero; sin importar si combate o no. Esto por supuesto no tiene ningún asidero en el universo del Derecho Penal, no es tan así....... porque si fuera así, más de un derechista tendría problemas 

Imagínense  si aplicamos esta lógica que sostiene implícitamente gente como Victoria Villarruel: entonces Jordan Bruno Genta es un "represor", porque fue uno de los principales ideólogos de la feroz represión que ejercieron las fuerzas armadas. Bruno Genta predicó en colegios militares y los ámbitos castrenses las delirantes teorías que el mundo estaba en guerra contra un cóctel de marxismo, la masonería y el judaísmo. El señor Genta fue asesinado por la guerrilla, y no era combatiente el señor Genta, simplemente era un loco. Parte importante del antimarxismo furioso y del antisemitismo de las fuerzas armadas se lo deben a personas como Genta. Algunos ejemplos de su sesera:

"Las democracias, con su laicismo masónico, sus libertades anárquicas, su exaltación numérica de los inferiores y su vulgaridad irremediable, constituyen la vía ancha que lleva, quieras que no, al comunismo ateo y bolchevique"
"La única alternativa, hoy, es que las FF. AA. asuman la responsabilidad de una Dictadura Militar, capaz de servir al Bien Común en la Verdad, el Sacrificio y la Jerarquía. De lo contrario, la República va a terminar en la Tiranía Comunista, ya sea por la vía democrática o por la vía revolucionaria" [esta frase fue escrita en plena dictadura del 66-73, a la que Genta acusaba de "dictablanda"]
"Belgrano, en una carta muy conocida, le recordaba a San Martín que "la guerra no se hace sólo con las armas". Nosotros agregamos que en la Guerra Revolucionaria y la Guerra Contrarrevolucionaria cuentan mucho más las almas que las armas"
"El Liberalismo moderno se plantea en la división de Cristo, en la desencarnación del Verbo de Dios que el hombre obra en sí mismo, liberando su razón natural de la Fe sobrenatural, su libertad humana de la Gracia Divina, sus obras del mérito de Cristo. En lugar de la civilización del hombre unido a Dios en Cristo, la del hombre que niega o reniega de Cristo: humanismo judío, masónico, comunista o existencialista"

Con esa ensalada mental -desde el antiliberalismo hasta el antimarxismo y antisemitismo-, es así como el "intelectual" de Bruno Genta adoctrinaba en los colegios militares. Véase cómo asocia la democracia con el comunismo, la masonería.... porque se le salió de sus cojones pensar así. Y que en la "guerra revolucionaria" importa más las almas que las armas (una forma de decir que importa más el adoctrinamiento del enemigo que su capacidad de fuego). Y sin embargo, sería ridículo justificar su asesinato por el mero hecho de poseer esa mentalidad, como sería absurdo calificarlo de "represor". Estaba bastante chifladito, eso sí

(algunas de estas declaraciones de Genta las encuentra en el siguiente libro:

https://es.scribd.com/doc/245479017/Guerra-Contrarrevolucionaria-Jordan-Bruno-Genta 

Aclaremos que Bruno Genta no era el único al que le faltaban los caramelos en la cabeza. Hubo otros "intelectuales" que se dedicaron a arengar a las fuerzas armadas con ese nivel teórico)



La conocida revista de derecha fascista "Cabildo", de marcado tono católico integrista y antidemocrática, homenajea al profesor Bruno Genta (asesinado por una fracción del ERP-22)


Victoria Villarruel en su Twitter ilustra un panorama donde los Montoneros y ERP "infiltraban" y de repente los desaparecidos pasaban a ser maestros, obreros, etc. Digamos que repite, con más sutileza, el falso estigma del represor Barreiro sobre la "legitimidad" para abatir al militante de superficie



https://twitter.com/VickyVillarruel/status/1025136503876472834 


La organización CELTYV, a cargo de Villarruel, recuerda el asesinato de Genta como corresponde:

https://www.facebook.com/celtyv/photos/a.493246503582/10156143273543583/?type=3 

Ahí Villarruel no acusa a Genta de ser combatiente o represor que se "infiltraba" como intelectual, ni esas pavadas que dijo de los "infiltrados" de Montoneros / ERP

Las ideas religiosas extremas de Bruno Genta influyeron de tal modo, que hasta había grupos represores que secuestraban bajo el nombre de "Comando Bruno Genta". Pero eso no significa decir que Genta tiene la culpa



De hecho, un elemento contundente que derriba la pavada de Victoria Villarruel de estigmatizar a los desaparecidos no-combatientes de la guerrilla, tiene que ver con la causa judicial en tiempos de Alfonsín contra Mario Firmenich por el atentado a Soldati, Alemann y otros en el marco de la Contraofensiva de 1979. En dicha causa se lo juzgó y condenó a Firmenich a 30 años de prisión por los delitos del "Ejército Montonero" o las "T.E.I." (Tropas especiales de Infantería); es decir el componente militar de la organización. Durante la Contraofensiva también actuó la T.E.A. (Tropas especiales de Agitación), que era el componente político; sin embargo en la causa judicial no aparece siquiera mencionada, asi que los jueces no están interesados en juzgar el componente político como si fuesen criminales; solo el aspecto armado es relevante desde la óptica penal

Por dar otro ejemplo persuasivo, hubo colaboradores indirectos de los centros clandestinos que no están presos, porque su colaboración indirecta, sin incidencia directa en la tortura o muerte, no constituye un caso de persecución penal (por ejemplo Víctor Ibañez, colaborador del centro clandestino Campo de Mayo, no está preso). Tampoco la mera adscripción a la CNU (Concentración Nacional Universitaria) es punible, pese a que fue la organización responsable de varios crímenes contra la militancia de izquierda y atentados contra las universidades


Y si todo simpatizante o integrante de una organización guerrillera es culpable penalmente -según implícitamente quieren hacernos creer ciertas personas-, que nos expliquen los apologistas por qué no se arrestó masivamente a todos los simpatizantes y militantes del MTP cuando ocurrió el asalto de 1989

Realmente, de ser así la criminalización de los montoneros/erpianos no-combatientes, entonces en el gráfico de Carlos Martínez de octubre de 1975 se tendría que haber estimado a todos los militantes del PRT-ERP como combatientes o blancos legítimos; pero no fue así: los mismos militares elípticamente distinguieron al combatiente del no-combatiente en su mapa: por eso llegan a 600 combatientes máximo (separando al militante no-combatiente de esa estimación de aniquilamiento). Idem con los gráficos de aniquilamiento de Suárez Mason: no tendría sentido separar a los militantes en distintas secciones Legales, Sindicales, Frentes de Masas, etc. si resultase que todos ellos son blancos combatientes o bélicamente lícitos. Para eso los gráficos solo tendrían que haber separado en células indistintas. Pero tampoco fue así: los represores dividían a combatientes y no-combatientes. O sea que la represión utilizaba un "lenguaje" apropiado para exterminar a su oponente: sabían que no podían denominar tan liberalmente como "combatientes" a los sindicalistas por ejemplo. Ahora si los apologistas como Márquez y Villarruel pretenden ser más papistas que Suárez Mason, es cosa de ellos 



Artículo sobre el juicio a las juntas de 1985, en donde se discute el tópico de la víctima como "subversiva". Pag. 4: 



En otro extracto de la prensa del juicio del 85, se discute brevemente la diferencia doctrinaria-jurídica entre "subversión" y terrorismo. Pag 32: 



Además es un poco contradictorio e hipócrita en el caso de Victoria Villarruel, este chicle de ligar al sector ajeno al combate como "terrorismo"; porque en sus propios libros donde trata las víctimas de la guerrilla ella introduce la categoría de "no-combatiente", es decir aquel militar o policía que aún siendo combatiente, en el momento de su muerte no estaba en situación de combatir; y los equipara con los civiles y con la inocencia absoluta. De modo contradictorio Victoria Villarruel no parece incluir en su narrativa a los montoneros/erpianos con esta categoría ni siquiera en aquellos que no eran combatientes. Para Villarruel son terroristas igual (con connotación de culpabilidad) aunque no sean combatientes. Porque se le salió de sus ovarios pensar así

Villarruel nunca define abiertamente si la mayoría de los desaparecidos eran criminales, eran inocentes, si la mitad lo eran, si cometieron delitos insignificantes o todos eran criminales de primer orden. Nada de nada. Y no es algo menor porque en su relato particular ella insiste en que "se cuenta una sola parte de la verdad". Ante tamaña declaración, no queda muy claro dónde ubica a los desaparecidos en esa parte "oculta" de la historia: si los ubica como todos asesinos de las víctimas de la guerrilla que ella defiende, si algunos desaparecidos lo eran, si la mitad lo era, etc. Villarruel en cambio prefiere hacer insinuaciones, metáforas, construir una narrativa excesivamente ambigua, con mucha anfibología semántica para sugerir que la mayoría de los desaparecidos era "terrorista" (palabra nunca bien específica sobre lo que abarca) y por tanto blancos legítimos de los militares porque además estaban en el contexto de una guerra. Jamás lo dice frontalmente porque no puede (obviamente que no ¿Cómo justifica el asesinato de civiles no-combatientes tan abiertamente?), y por tanto prefiere una ambigüedad narrativa en su relato personal que va en contra de la rigurosidad investigativa que debería tener un investigador o historiador. La vaguedad del relato de Villarruel y de otros apologistas es intencional, porque no pueden justificar con datos lo que abiertamente desearían vociferar. Y lo que es peor: la ambigüedad de su narrativa es funcional a la defensa de la dictadura, ya que permite insinuar el "tabú" que los desaparecidos eran criminales terroristas que se la buscaron..... pero no lo dicen directamente para que, en caso que nosotros acusemos: "Vos defendés la dictadura, no tenés pruebas de tus afirmaciones" ellos abran el paraguas que no dijeron lo que nosotros interpretamos. Zorro viejo que es uno

Una síntesis de todo esto lo tenemos en el capítulo que Victoria Villarruel escribió para el libro "La Nación Dividida". Allí, si lo llegan a leer, podrán notar que, ciertamente, ella nunca dice "los desaparecidos eran casi todos terroristas", es verdad que no dice eso. Pero plantea un universo donde pareciera que solo hubo dos actores en los 70: Terroristas y víctimas de la guerrilla no-combatientes/civiles. Los militares después entraron e hicieron lo que hicieron; pero en el mientras tanto todo se reduce a que hubo un actor, el terrorismo, que se ensañó con víctimas inocentes de la guerrilla en calidad de civil, no-combatientes. En cambio las víctimas no-combatientes desaparecidas no son mencionadas por Villarruel, a pesar que en su ponencia está explicando lo que para ella el Estado actualmente catalogó como "víctimas de primera" y "víctimas de segunda". Si uno lo lee en el modo abstracto que lo cuenta Vicky, pareciera que los desaparecidos solo son los terroristas (que la escritora nunca especifica su alcance semántico), no hay otros desaparecidos; y los inocentes no-combatientes solo son las víctimas de la guerrilla. Siguiendo el camino, pareciera que los únicos beneficiados, indemnizados y protegidos por el Estado son los "terroristas", y los únicos olvidados son los inocentes pero como víctimas de la guerrilla, ya que en su escritura no aparece la noción de "desaparecido inocente", siquiera al pasar



Ustedes imagínense que yo también implemente esa ambigüedad tan relajada. Imagínense, por ejemplo, que yo diga: "uy, qué mal las víctimas de la guerrilla. Qué mal que haya guerrilleros que mataran a esas personas.... pero las víctimas de la guerrilla también mataban, torturaban. No eran tan inocentes". Si yo no hago ninguna distinción, no hago ninguna aclaración, ninguna cuantificación de nada; daría la sensación que yo estoy insinuando que todas las víctimas de la guerrilla eran culpables de asesinato o tortura, en vez de algunas de esas víctimas ¿Ven lo importante que es PRECISAR las cosas? Es bueno para no caer en confusiones o generalizaciones de cara al interlocutor. De ahí la importancia de dejar las cosas claritas..... y de ahí que al apologismo le encante ser terriblemente ambiguo



Victoria Villarruel en este video, minuto 3:21, manifiesta que el "relato" setentista evita poner el foco en los inocentes y civiles no-combatientes, que serían las víctimas que ella representa. O sea que los desaparecidos, que son el foco del "relato", no serían inocentes ni civiles según la lógica implícita de ella (para que esto funcione, Villarruel nunca puede debatir el número de combatientes de la guerrilla)


En este video Villarruel nos los pone muchísimo más claro en su narrativa: para ella, la historia se sintetiza en "hubo terroristas que atacaron a civiles inocentes, luego vinieron los militares a combatir a esos terroristas y cometieron abusos"



Esta narrativa no explica en absoluto que los militares sabían que la mayoría de los desaparecidos no era combatiente, no era un peligro relevante y por tanto su represión o "abuso" no obedece a una guerra contra el terrorismo. Para Villarruel, las únicas víctimas inocentes son las provocadas por la guerrilla. Ella no lo dice explícitamente, pero deja flotando en el aire la idea que los desaparecidos son los terroristas hoy premiados por el Estado (no existe en ella la categoría de "desaparecido inocente"; "desaparecido civil" o "desaparecido no-combatiente"). Los terroristas son los que "ocuparon el lugar de sus víctimas y por eso hoy se habla solamente de las víctimas del Estado". Claramente está dando a entender, de manera muy sutil, que los desaparecidos son terroristas (en su mayoría)

Este video de Victoria Villarruel es el único donde ella es casi 100% explícita, diciendo que la mayoría de los que sufrieron abusos del Estado (es decir los desaparecidos) integraban organizaciones terroristas:


Este video es una rara avis, ya que Villarruel es demasiado prudente como para no decir frontalmente lo que piensa en este sentido. Como sea, no especifica la cifra de combatientes ni nada. Se es terrorista simplemente por simpatizar con una organización con brazo armado.... criterio que ella misma NO utiliza para los militantes de la CNU


En realidad estos apologistas, que son abogados, están más cerca de cometer la tontería antijurídica de los militares de considerar a todo militante como "terrorista" hasta por respirar. Tal como decía el Documento Delta 3 escrito por la Fuerza Aérea en 1983 para justificar la represión: 

Aún cuando una célula terrorista no haya ejecutado ninguna acción, SU SOLA EXISTENCIA ES UN ATENTADO CONTRA LOS DERECHOS HUMANOS

pag. 359: 

    

Pero ni siquiera el abogado que defendió a Etchecolatz en el juicio del 2006 parece estar muy entusiasmado en calificar a la "logística" de Montoneros como irremediablemente culpables, sino que se pregunta ¿Eran inocentes? entonces encuadra sus secuestros en "errores de hecho, productos de la guerra vivida" (minuto 35:14):



De hecho, algunos militantes no se fueron del país creyendo erróneamente que no iban a ser perseguidos, porque no se consideraban sujetos destacables. Es el caso de la hija de Estela de Carlotto, Laura Carlotto. Cuando su madre le aconsejó irse del país, Laura renegó de esa opción diciendo que ella no era tan importante para que la buscaran:


Victor Ibañez, un colaborador del centro clandestino Campo de Mayo, testimonia sobre la clasificación de los grados de peligrosidad de los detenidos: solo cuando se trataba de un blanco militar (guerrillero combatiente) los represores pedían apoyo para capturarlo. Esto sucedía de manera poco habitual: 


Esto se verá más explícito en el caso de La Noche de los Lápices, cuando los mismos represores clasifiquen a varios de los jóvenes secuestrados desaparecidos con el grado más bajo de peligrosidad (véase el apartado correspondiente)




Página del libro "Los Llaman... Jóvenes Idealistas" de la abogada Victoria Villarruel, donde consignan las muertes de los profesores cristianos Bruno Genta y Carlos Sacheri a manos de la guerrilla (más concretamente una fracción independiente del ERP, llamada "ERP-22 de Agosto" los mató). Nótese la hipocresía de algunos apologistas: cuando se trata de reivindicar a estos profesores antisemitas y "calienta-orejas" de los militares con su prédica anticomunista, el apologismo asegura que los asesinaron por pensar distinto (lo cual es verdad en este caso). Pero cuando se trata de demonizar a los desaparecidos no-combatientes, los apologistas dicen "los militares no los mataron por pensar distinto, sino porque eran terroristas"; aún cuando no fuesen combatientes esos desaparecidos


Pero dejemos que sea Acdel Vilas quien nos despeje las dudas. Vilas fue el comandante de la V Brigada de Infantería durante el Operativo Independencia de 1975, es decir el "jefe" de ese operativo. Su mérito por el cual será recordado es la creación del primer centro clandestino masivo, la escuela Diego de Rojas de Famaillá. En 1977 Vilas decidió escribir sus memorias de ese operativo y en ellas confiesa una serie de barbaridades que cometió, tal vez pensando ingenuamente que al escribir eso el lector le aplaudiría por su labor "patriótica". Como sea, en algunos extractos de su libro dice lo siguiente:

Cuando en Tucumán nos pusimos a investigar las causas y efectos de la subversión llegamos a dos conclusiones ineludibles: 1) que entre otras causas, la cultura es verdaderamente motriz. La guerra a la cual nos veíamos enfrentados era una guerra eminentemente cultural. 2) que existía una perfecta continuidad entre la ideología marxista y la práctica subversiva, sea en su faceta militar armada, sea en la religiosa, institucional, educacional o económica. Por eso a la subversión había que herirla de muerte en lo más profundo, en su esencia, en su estructura, o sea, en su fundamento ideológico. Como esa tarea me resultaba imposible, ya que, no sólo carecía de poder político, sino que, además, semejante tarea era del todo impensable cuando el gobierno insistía en contraponer a la cosmovisión marxista las veinte verdades del General Perón, decidí dar el único paso a mi alcance, una vez comprendida la naturaleza del asunto: limpiar las distintas facultades. No pudiendo reemplazar como hubiese deseado al elenco de profesores y los planes de estudio, me tocaba iniciar una operación quirúrgica que, al menos, le permitiría a un futuro gobierno revolucionario trabajar sobre bases seguras [se refiere al golpe de marzo de 1976]

Si no despertábamos a tiempo, si aceptábamos que todos los resortes públicos y privados fuesen dominados progresivamente por la estructura que el marxismo montaba en los claustros, si tolerábamos que el ámbito gremial, religioso, educacional, económico y político estuviesen regidos, sino por hombres, por ideas emanadas del veneno marxista, si seguíamos permitiendo que los medios de difusión masivos resultasen voceros concientes o inconcientes del proceso de marxistización de la sociedad y al propio tiempo, permitíamos la proliferación de elementos disolventes -psicoanalistas, psiquiatras, freudianos, etc. soliviantando las conciencias y poniendo en tela de juicio las raíces familiares, estábamos vencidos. De nada valía comandar tropas en la selva, mientras no tuviéramos claro el problema psicopolítico.

Aunque las fuerzas a mi mando obtuviesen relevantes victorias en el campo armado, la guerra permanecería en un eterno empate -empate favorable al enemigo- si al ERP no lo enfrentábamos y neutralizábamos en sus verdaderas causas

De aquí que la Universidad, o era devuelta a su quicio o continuaría siendo la principal punta de lanza de la estrategia del ERP. El problema fundamental, pues, habiendo desestimado, por las razones antes expuestas, el recambio de profesores y planes, era la destrucción física de quienes utilizasen los claustros para encubrir acciones subversivas. De ahí en más, todo profesor o alumno que demostrase estar enrolado en la causa marxista fue considerado subversivo, y, cual no podía ser de manera distinta, sobre él cayeron las sanciones militares de rigor 

enlace de los extractos tomados del libro: 


Estrictamente no se puede traspolar lo dicho por Vilas a lo que hicieron otros comandantes en el país, pero ni es que haga falta porque todos pensaban más o menos lo mismo. Ahora analizando lo escrito por Vilas, con toda desvergüenza admite la "destrucción física" de todo profesor o alumno sospechado de ser marxista o simpatizante de la denominada subversión; que en Tucumán la guerra era eminentemente cultural; que no tenía sentido la lucha en la selva si no se arreglaba el problema "psico-político"; que él "limpió" las facultades, etc. Eso ocurría durante el Operativo Independencia, que los apologistas elevan exageradamente a una auténtica guerra armada sobre los montes en la que triunfó el victorioso ejército. Según Vilas, todo alumno o profesor sospechado de marxismo, de ser culturalmente favorable a la subversión recibió "sanciones militares de rigor". Esperemos que el lector no sea tan tonto como para no intuir de qué se trataba ese tipo de sanciones.... eso es lo que hacía el "victorioso ejército" contra gente desarmada acusada arbitrariamente de subversión y terrorismo 


El represor Acdel Vilas hablándole a Isabel Perón durante el Operativo Independencia


En tal sentido, el mote de "terrorismo" se vuelve irrelevante, un insulto sin contenido. Victoria Villarruel o Nicolás Márquez tienen todo el derecho de llamar "terrorista" hasta al verdulero que le haya regalado un kilo de tomates a un montonero. Pero lo que importa a efectos humanos, sociales o represivos son las acciones y peligrosidad de esos "terroristas". Si Villarruel quiere decir que todos los desaparecidos son terroristas, pues bien perfecto. Yo también voy a llamar a los desaparecidos como "terroristas apátridas marxistas".... pero ¿Cuántos de esos desaparecidos terroristas mataron o participaron realmente de crímenes? Ahí los apologistas prefieren no profundizar en el número de combatientes de la guerrilla, ni en la correlación estadística. Porque saben que no pueden sostener su discurso con alguna credibilidad. Ser un "terrorista" para los apologistas es un mote insustancial, incapaz de ser completado por una prueba de peligrosidad. Justamente, pruebas es lo que no tienen los apologistas para su relato pro-castrense



José Rucci en un acto de la CNU, un organismo ultraderechista responsable de muertes de militantes de izquierda desde 1970 hasta 1976. Imagínense aplicar la absurda lógica de Victoria Villarruel o Nicolás Márquez y justificar su muerte por su mera simpatía o amiguismo con dirigentes de esa organización delictiva. Lógica que, desde ya, no tiene asidero en una doctrina penal coherente

 
Hasta la misma apologista Villarruel se "auto-delata" en este tweet, escribiendo que el PRT tenía la táctica de combinar la actividad clandestina con la legal:


No se entiende por qué después de manera implícita o explícita cataloga a todo militante como "terrorista" o incluso como alguien ajeno a un civil, cuando existía la actividad legal en estas organizaciones (actividad que la ejecutaban obviamente las células políticas). O mejor dicho, legal para un gobierno democrático normal



A ver, quiero que esto quede claro: salvo casos notorios, nunca se va a poder determinar fehacientemente cuál desaparecido era combatiente y quién no, como tampoco quién de los sobrevivientes era combatiente y quién no lo era (porque el sobreviviente tranquilamente puede mentir y decirnos "yo no era combatiente; pertenecía a la rama sindical, estudiantil, etc."). Ni siquiera dentro de la categoría de los combatientes se va a poder determinar quién mató y quién no, o a cuántos mató cada uno. Lo que SI se logra calcular, es que si la guerrilla tenía un máximo de 2.000 combatientes para 1975 (número que podría haberse reducido en 1976 a 1.000 o poco más), entonces el resto de los desaparecidos y muertos no pertenecía a la rama combatiente ni participaban directamente del combate. Digo "directamente" porque siempre va a estar el tonto que se excuse en "Ay, pero fulanita aunque no era combatiente, ocultaba en su casa a un guerrillero. Fulanita le daba de comer a un combatiente". Tonterías que poseen escasa repercusión penal e importancia militar

De ahí la importancia de estimar el número de combatientes...... y de ahí que los apologistas prefieran no hablar mucho de ese tema



Con todo lo reseñado, entramos en un dilema de hierro:

1-O los desaparecidos no eran "terroristas" en su mayoría

2-O los desaparecidos eran casi todos tremendísimos terroristas... que no cometieron un crimen grave, y no representaban peligro bélico alguno ni siquiera peligro para tiempos de paz

Si los apologistas quieren quedarse con la segunda opción, deberían entonces especificar en sus libros e investigaciones que la mayoría de los desaparecidos no cometieron crímenes graves y los militares asesinaron a personas que no representaban peligro alguno. Desde ya, los apologistas NO van a agregar esas aclaraciones


En síntesis, no hay argumentos para nada convincentes que mantengan en pie la tesis de Nicolás Márquez y sus adláteres. La evidencia disponible es demostrativa, por cualquier vía, que la mayoría de los desaparecidos y asesinados por las fuerzas armadas desde 1975 no eran "terroristas" (al menos no con las connotaciones implícitas del apologismo)

Al respecto, destacamos lo que dijo el ex-ministro de defensa del gobierno peronista del 73-76, José Deheza; cuando se le preguntó en la prensa en 1985:
-[entrevistador] ¿Cree realmente que las bandas terroristas habían dejado de representar un riesgo militar en el momento del golpe?
-Si. El general Vilas me dijo que cuando entregó el mando a Bussi en Tucumán, la guerrilla allí ya había sido vencida. Si a esto le sumamos la derrota que sufrió a fines de 1975 con motivo del ataque al Batallón Viejo Bueno con la pérdida de no menos de 200 hombres, no es difícil arribar a la conclusión de que para esa época el terrorismo ya no representaba un peligro militar. Podía, eso si, colocar una bomba, cometer un asesinato, un secuestro, como hoy ocurre en muchos países europeos, pero no más que eso. Por eso es que para ese entonces, los comandantes cuando hablaban conmigo ya no se referían al peligro militar, sino a su temor a la guerrilla fabril
Si bien la primera parte de su respuesta (referido a la derrota de la guerrilla) pertenece al ámbito de la opinión personal (aunque es una opinión que se ajusta a la realidad, no obstante equivocarse en el número de muertos de Monte Chingólo); lo que deseamos destacar es su testimonio de la última porción: los comandantes ya no hablaban ni perseguían a Montoneros, ERP u otras organizaciones como "guerrilla militar"; ahora se hablaba de ellos como "guerrilla fabril". Es decir, el peligro eran los montoneros, los erpianos u otros militantes como trabajadores organizados y reclamando por los derechos laborales (o estudiantiles)

enlace al reportaje, página 30:

https://cdadum.files.wordpress.com/2013/08/el-diario-del-juicio-07.pdf    


La directiva 504 de Jorge Rafael Videla, firmada en abril de 1977, indicaba que la subversión estaba aniquilada en un 90%. Entonces cabe preguntarse ¿Cómo se justifica la represión posterior al 77? Pero hay más: en la directiva se escribe que los ámbitos industriales, educativos y religiosos son prioritarios. La guerrilla militar no era lo más importante para las fuerzas armadas, sino la subversión cultural e industrial (pag 29 del siguiente enlace):

https://cdadum.files.wordpress.com/2013/08/el-diario-del-juicio-28.pdf     



Propaganda anticomunista de la década de los 60 en forma de cortometraje infantil. Allí el corto establece una suerte de tesis conspirativa donde la Unión Soviética (el "oso ruso" de la película) a través de sus "emisarios" regionales influencia a nuestra población, con la creación de panfletos disolventes, con la proliferación de agitadores que incentivan el ausentismo laboral y la protesta. Por último, en medio de ese quilombo, se aprovechan los terroristas con sus bombas. El mensaje del film es clarito: hay que expulsar y evitar la infiltración ideológica, evitar a los agitadores sociales, a los huelguistas o "disolventes" de la paz del trabajo, etc. Aunque filmado en la década del 60, la prédica para la fuerza castrense no se modificaría sino que se agravaría en los sucesivos años


La prensa más adicta a la represión castrense, también se ensañaba con la subversión cultural y no tanto con la guerrilla o subversión armada. Un ejemplo de ello es el diario La Nueva Provincia, dirigida por la familia Massot (del cuál Vicente Massot es un vástago de ésta). Acerca de la represión furiosa por Bahía Blanca, el diario alentaba y decía cosas como las siguientes. Algunos extractos de sus editoriales:

-26 de enero de 1976: Nuestro país preso de la guerrilla marxista y el desborde sindical. Una y otra, a través de distintos carriles, coadyuvan a que la subversión, en todas sus formas, gane terreno día a día

[…] Es la guerrilla, sin embargo, la única ganadora en este torneo de inepcia y corrupción que tiene por marca el ‘desgobierno’ argentino. Aprovechando la demagogia de la cúpula gremial –siempre dispuesta a cohonestar cualquier abuso, en tanto el gobierno no se inmiscuya en el manejo de los fondos– la guerrilla fabril ha encontrado camino fácil a través de miles de delegados obreros que, cual verdaderos ‘soviets’, han logrado infiltrarse en todo el aparato productivo nacional, desarticulándolo completamente

En esta hora de crisis y desasosiego, si bien a la subversión apátrida –de la cual no puede esperarse sino crímenes, desmanes y violencia– debe eliminársela allí donde se la encuentre, también a los sindicatos, ahora ‘interesados’ en combatir al marxismo, debe frenárselos de cualquier manera […] la dictadura sindical […] se afianza en la Argentina

No se trata de eliminar a la subversión solamente en sus efectos, sino en sus causas. Y el enemigo no se reduce al ERP y Montoneros, porque resulta tanto o más peligroso el accionar de cualquier organización que, aparentando oponerse de palabra al terrorismo marxista, apuntala en los hechos, su política y estrategia, ya sea por ignorancia, comodidad o simple sensualidad de poder

Las comisiones internas y sus delegados fabriles mayoritariamente marxistas

-11 de abril de 1976: El tercer aspecto [del reordenamiento económico] consiste en reordenar, cuanto antes, la legislación laboral, terminando con las fallas de la actualmente en vigencia, que permitiera la libre actuación de la guerrilla sindical, la cual destruyó el aparato productivo de la Nación en algo menos de tres años 

-12 de abril de 1976: restan, sin embargo, numerosos sectores donde la reticencia [a limpiar paredes] es manifiesta. Extraña este último comportamiento por cuanto, a parte del significado atribuido a la tarea, esto es, borrar hasta el último vestigio los testimonios de un período de tensiones y violencias reflejados en la pegatina o el pintarrajeo ostensiblemente subversivo, el daño soportado por la edificación, en general, debería ser objeto de la preocupación de todos los afectados

-12 de abril de 1976: Tiempo atrás apareció en el mercado de juguetes […] una simple ametralladora [que] iba acompañada de su correspondiente caja donde se leía […] ‘ametralladora guerrillera’

[…]

No se necesita ser muy intuitivo para captar el sentido ideológico que pretende dársele al juguete […] Pero lo grave es que tal mercancía se sigue vendiendo en las jugueterías bahienses… 

Este tipo de penetración ideológica cuenta con otros campos donde es posible observar una acción disolvente que afecta, por lo general, a los más desprevenidos […] la venta de posters que nada tienen que ver con la cordura y el equilibrio de una juventud sana […] imágenes donde resaltan expresiones como ‘el amor lo permite todo’ […] existe toda una gama de abusos, perfectamente identificables con la ‘moral’ de aquella delincuencia ideológica 

Es hora de terminar con las formas de tolerancia que actúan en contra de la sociedad misma […] la comercialización de todo objeto que promueva la infiltración ideológica ajena al espíritu nacional o la que amenace los principios morales del núcleo social, no puede continuar sujeta a la misma legislación que ampara al comercio libre y honesto

El país está enfermo de tanta penetración ideológica, no importa cuál sea el nivel o la forma en que ésta actúa, deben adoptarse medidas impostergables para sanearlo total y definitivamente

-13 de abril de 1976: La subversión de los valores que en última instancia alimenta a la violencia guerrillera plantea la necesidad de una respuesta global en la que la acción militar propiamente dicha es sólo una parte, seguramente menor

-17 de abril de 1976: Aquí aparece personal de la Universidad Nacional del Sur, renovando la fachada del local de Rondeau 29 que había sido utilizada como instrumento de toda suerte de atropello propagandístico, particularmente de raíz extremista

-25 de abril de 1976: Todo el mundo sabe que el término ‘guerrilla’ es un diminutivo de ‘guerra’ […] atendiendo a la lucha que hoy nos preocupa, debe establecerse un punto de partida desde el cual puedan juzgarse los aspectos más sobresalientes de este flagelo de la era moderna

[…] su campo de acción puede situarse en los ámbitos cultural, económico, político, psicológico y conspirativo, además del específicamente armado y combativo. Si un país carece de reservas y medios eficaces para hacer frente a semejante operación, tarde o temprano será derrotado por la guerrilla

[…] no es imprescindible empuñar un fusil o colocar una bomba para ser miembro de una organización guerrillera. Existen innumerables métodos y políticas que […] complementan o reemplazan a los grupos armados ortodoxos

Nuestro país es un ejemplo elocuente de ese accionar
diversificado y cambiante del marxismo. Los grupos armados han sufrido una derrota casi definitiva en las provincias norteñas, pero sus ramificaciones en el resto del territorio todavía mantienen un poder de ataque que las hace potencialmente peligrosas. Este es un hecho sobre el que no conviene engañarse

Sin embargo, el aspecto militar del problema no es
concluyente […] ¿Ha sido eliminada la infiltración en los campos de la prensa, la difusión, la cultura y la educación? ¿Se vigilan aquellas agencias de publicidad que han recibido dinero de la guerrilla para canalizar tendenciosamente los anuncios? ¿Qué control existe sobre los puestos de venta de diarios y revistas, especialmente en la Capital Federal, donde se exhiben casi exclusivamente las de izquierda? […] ¿Qué se ha hecho para impedir la circulación de las publicaciones que aportan el andamiaje intelectual sobre el que se asienta la ultraizquierda?

La contracultura es una de las armas predilectas de la subversión marxista. Se infiltra sutilmente […] Asume formas psicológicas en la formación del adolescente; de cultura en las inquietudes del intelectual; económicas en las expectativas del trabajador; políticas en la discusión de las ideas y netamente agresivas entre aquellos que ya están preparados para empuñar el fusil. Su capacidad de adaptación a las circunstancias es asombrosa en la medida en que quienes deben combatirla no están realmente convencidos de que el mal sea tan grande y profundo

La guerra tradicional ha pasado a la historia; su lugar ha sido ocupado por una guerra no declarada que se presenta como
situación de paz

Mientras no se comprenda y se tome clara consciencia de que es imprescindible combatir a la subversión, firme y decididamente, en todos sus frentes y formas, el futuro de los países libres seguirá estando expuesto a la maniobra enemiga. A los adversarios no hay que desmoralizarlos con una batalla: es preciso ganarles la guerra. Y ésta debe librarse en todos los campos donde se presente, sin descanso, ininterrumpidamente, hasta tener certeza de que han sido aniquilados

Si la guerrilla es un orden de batalla que se realiza dividiendo la tropa en multitud de pequeñas partidas que hostilizan por todas partes al enemigo, multipliquemos entonces nuestros esfuerzos, defensas y voluntades para que no quede una sola trinchera sin cubrir. Desde los sindicatos hasta la televisión; del café–concert a la universidad; de la distribución de libros y revistas hasta la defensa de nuestro territorio; desde los suplementos culturales de los diarios, el cine, el teatro y la radiodifusión hasta la política internacional. Ya que tenemos que luchar, hagámoslo con espíritu de victoria. No deambulemos en el quietismo, que es la antesala de la derrota

-26 de abril de 1976: Si se va a combatir a la guerrilla en las fábricas, en las universidades, en los gremios, en los medios de difusión, en el quehacer cultural, en la diplomacia, la política y las instituciones del Estado, ¿Por qué no combatirla también en el ámbito empresarial, donde hay quienes actúan provocando efectos tan nocivos como los de la subversión ideológica? 

-02 de mayo de 1976: La subversión es una, pero se desenvuelve de muchas maneras; entre sus pliegues lleva las innúmeras formas de destrucción y muerte que viene soportando el mundo desde 1917. Por tanto, es menester conocerlas. Se reducen, fundamentalmente, a cuatro: la guerrilla urbana y rural, sobre la cual no volveremos; la guerrilla sindical, ampliamente denunciada por nosotros en los últimos años; la guerrilla enancada en la derecha económica o derecha de interés y la guerrilla cultural, abroquelada en los medios de comunicación y sectores de la educación. La primera, suficientemente conocida, actúa y se desarrolla merced a la colaboración -excusamos decir estrecha- de las restantes tres…

-08 de mayo de 1976: 
La subversión […] resulta principalmente cultural: de aquí que haya que oponerle a ésta una revolución ordenadora, generosa pero no complaciente con la libertad […] una revolución restauradora, limpia, sin cortapisas ni claroscuros. Una revolución primordialmente cultural

No es la primera vez que una nación gana la victoria en el terreno de las armas, en el Campo de Marte, y, merced a su indefensión ideológica o doctrinaria, la pierde en el terreno de las ideas

Hispanoamérica debe asumir, ahora que las circunstancias políticas le son favorables, su misión. Puesta de pie, puede ejercer una influencia espiritual y cultural de enorme trascendencia que, al propio tiempo, será su principal reaseguro contra la decadencia y la subversión 

-09 de mayo de 1976: El mundo en que vivimos ya no se mueve más en departamentos estancos. La guerrilla ideológica está manejada según conceptos globales y actúa en todos los planos y niveles: sociales, políticos, culturales, científicos, militares y económicos

-20 de junio de 1976: La historia subversiva en nuestro país es una secuela de triunfos y reveses parciales, pues ni la guerrilla podía tomar por asalto el poder, ni las Fuerzas Armadas podían eliminarla en sus causas y efectos

Es hora de tomar conciencia que toda la Nación está en guerra. No existen límites ni fronteras. Porque la subversión no empieza y termina en Tucumán. Pero allí, durante el Operativo Independencia, la V Brigada de Infantería demostró inequívocamente, que a la subversión, siendo una hidra de siete cabezas, es menester combatirla de manera no convencional, en todos los frentes de batalla: en la selva, el monte, la ciudad, la universidad, el hospital, el café concert, el periodismo, la televisión e, incluso, en la Iglesia

Sólo asumiendo la responsabilidad por las operaciones especiales* con prisa y sin pausa, el Ejército, la Marina y la Aeronaútica pueden poner término, de una vez y para siempre, al caos criminal

-En la edición del 13 de junio de 1976 de este periódico, a pie de página, encontramos una foto de una pintada en una pared que dice

LIBEREN LOS PRESOS Y NO LOS PRECIOS. PERONISMO DE BASE

Y la opinión del diario sobre la foto es el siguiente: 

"ESTO TAMBIEN ES GUERRILLA… Desde el pasado 24 de marzo, cuando el país comenzó su reorganización, cada ciudadano tuvo oportunidad de aportar su cuota de colaboración al proceso. Los vecinos de Bahía Blanca, por ejemplo, limpiando los frentes de sus viviendas para hacer desaparecer todo vestigio de inscripciones, muchas de ellas elevadas a la categoría de portavoces de la guerrilla. No es poco el trabajo que se ha ejecutado; pero resta bastante por hacer. Se trata no solamente de erradicar lo que está inscripto hace tiempo, sino prevenir –existen medios idóneos para ello– que los agravios no se vuelvan a repetir, como lo señala esta fresca leyenda que se puede leer en una pared de calle Panamá"


Ciertamente el caso de La Nueva Provincia es un ejemplo muy extremo de periodismo y opinión hiper-adicto a la represión. Tanto que podía causar prurito a los mismos represores un poquito menos duros. Pero con más o con menos, el ambiente de 1976 no era tan hostil hacia una guerrilla armada, ya declarada como "vencida" o poco significativa y relegada a los falsos enfrentamientos. Ahora el temor es la "guerrilla sindical", la subversión de las pegatinas o pintadas en las paredes de universidades, la subversión de algunos empresarios capitalistas poco escrupulosos (como sucedería con el caso Graiver). Incluso la alerta del diario hacia la ametralladora de juguete podría constituir una discusión progresista (el mal tino que los niños jueguen con armas de juguete) pero que ese diario lo retuerce para sus delirios de infiltración ideológica marxista. Esa subversión cultural que no era "armada" pero que podía directa o indirectamente contribuir a un futuro rearme o, mayormente, contribuir a degradar los valores argentinos 

https://www.fiscales.gob.ar/lesa-humanidad/wp-content/uploads/sites/4/2015/03/Pedido-de-procesamiento-MASSOT.pdf  

https://journals.openedition.org/nuevomundo/74750   


*es notable que el diario en una de sus columnas de opinión utiliza el término "operaciones especiales". Esto era un eufemismo para las tareas de secuestros y derivaciones a los centros clandestinos. Lo que daría la pauta que los escritores del diario conocían perfectamente lo que pasaba en el país con los secuestros y desapariciones


Sobre los milicianos (aquellos militantes dedicados a la agitación), dice la prensa de Massot, 29 de septiembre de 1976:

[La subversión realiza] Acciones esporádicas que contribuyen a crear la idea de ‘una presencia’ y la preparación de combatientes en actos menores –una bomba, un ataque a una empresa, una pintada de paredes– constituyen sus líneas de actuación por el momento. Estos anónimos que colocan bombas y distribuyen panfletos están solos y sólo tienen en común con aquel guerrillero [en referencia al Che Guevara] su destino inevitable: la muerte

extraído el párrafo:
 

Es curioso que a un simple militante cuyo "gravísimo" crimen es pintar en las paredes y colocar un explosivo vandálico (el diario lo tilda como "acto menor"), a ese militante que en una democracia normal solo le harían pagar los gastos de lo que rompió, pues aquí en la dictadura no le depara únicamente la muerte, sino que la misma prensa lo manifiesta y lo celebra. Esto da cuenta que los periodistas sabían que las fuerzas armadas no mataban a peligrosísimos terroristas bélicos, sino a muchas personas de escasa peligrosidad que realizan "actos menores"


La revista ultra-derechista Restauración, de junio de 1975, en la página 12 se pone a hablar de la "Subversión" tanto armada como no armada. A esta última le asigna una importancia mayor que la armada. En una de las oraciones del texto, dice:

LA SUBVERSIÓN, QUE NO SOLO ES GUERRILLERA, SE HA EXTENDIDO A TODOS LOS ÁMBITOS

Y después, hablando más específicamente del E.R.P. la revista escribe:

En los últimos 30 días [junio 1975] ha evidenciado una disminución de su accionar armado

Es en el ámbito GREMIAL donde ha volcado su mayor esfuerzo, aprovechando las coyunturas favorables. Por medio de una intensa y flexible acción sicológica ha explotado situaciones conflictivas y ejecutado acciones de proselitismo. A través de ello ha demostrado que continúa manteniendo una muy buena estructura propagandística y los medios suficientes para realizar su campaña con eficacia y a cubierto

El cordón industrial del PARANA (Rosario-Villa Constitución-San Nicolás-Zárate-Campana) constituyó el blanco prioritario de su propaganda armada, tomando como argumento principal la huelga de VILLA CONSTITUCIÓN

Respecto al trabajo del ERP en las fábricas cabe aclarar que en los últimos meses ha incrementado su presencia en las mismas con la finalidad de crear los llamados FRENTES DE FÁBRICAS; objetivo éste fijado por el Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), en una de sus reuniones de 1974

En este sentido cabe destacar el éxito que hasta el momento ha obtenido el ERP en la penetración del proletariado fabril, extendiendo de este modo su creciente influencia

El conflicto de VILLA CONSTITUCIÓN, donde las huelgas metalúrgicas alcanzaron una duración de hasta 60 días, evidencia la capacidad de movilización de la organización, aunque también cuente con el apoyo de importantes núcleos de la JUVENTUD TRABAJADORA PERONISTA y del PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES


Se entiende entonces que desde 1973 a 1979, la policía y el ejército tenían que combatir a la "Subversión" entendida como global: desde el guerrillero en serio, hasta el propagandista que agitaba al trabajador

Claro, que cuando se arrincona al apologismo frente a la notable evidencia que los combatientes fueron poquitos, ellos pueden soltar la cantinela que eran igualmente agentes del ERP o del PRT-ERP o de Montoneros. Pues estaría bueno que Victoria Villarruel o Nicolás Márquez, que son abogados, nos expliquen qué tipo de sanción penal merecen estos gremialistas que no combaten, con qué doctrina van a penalizar a una persona por el mero hecho de pertenecer a alguna asociación sin matar ni tener incidencia directa en ello, cómo van a penalizar a alguien por el mero hecho de tener una ideología

Varios sindicalistas reprimidos eran militantes de Montoneros o PRT-ERP, y estaban destinados a las fábricas con el objetivo de ayudar a los trabajadores a cumplir y promover reclamos contra las patronales ¿En qué delito se funda la represión de estos desaparecidos? Bien que un apologista podría decir que estas personas no ayudaban a los trabajadores por solidaridad sino para favorecer la política revolucionaria de Montoneros y el ERP. Como si eso fuese penalmente relevante para fundar una persecución; cuando lo importante son los hechos concretos y no el deseo. Imagínense aplicar esa absurda regla de 3 demonizando a San Martín o Belgrano y decir que sus acciones independentistas no valen, solo porque ellos querían una monarquía en vez de un sistema republicano: 


Cada vez que un activista proteste por un reclamo salarial, vamos a decir que ese activista no lo hace por amor a los obreros sino porque pretende demagogia para favorecer a su partido político que aspira a tomar el poder. Incluso siendo cierto, no es relevante. Es parte del juego democrático o político del cual el Derecho Penal no tiene cabida ni mucho menos el control de las fuerzas armadas


La criminalización de estas personas para el mismo gobierno militar, era un tanto vaga, laxa. Nunca queda muy claro qué terribilísimos crímenes cometían, más que la ambigua alusión a la colaboración con el "terrorismo", pero que de ninguna manera se logra traducir en una sanción penal ¿Cuántos años de cárcel hubiesen recibido estas personas en una democracia normalizada?. En su respuesta al informe de la CIDH, lo más preciso que tenemos por parte del gobierno argentino de Videla con respecto a estas organizaciones o militantes políticos no-combatientes:

Desde los comienzos de la actuación de estas últimas [guerrillas] y especialmente a partir de 1973, se crearon gran número de entidades, muchas de ellas carentes de personería jurídica, que tenían por finalidad real la colaboración con el terrorismo. En varias de ellas aparecían como directivos o adherentes, conocidos elementos subversivos que encubrían su carácter de tales, mediante esa forma de enmascaramiento. Basta citar como ejemplo que el máximo líder del Ejército Revolucionario del Pueblo, así como sus principales acólitos, eran simultáneamente dirigentes del denominado Partido Revolucionario de los Trabajadores, cuya principal misión era la difusión de los métodos y acciones del ERP, así como la captación de nuevos miembros que, luego de pasar por centros de adiestramiento clandestinos, integraban los sectores armados de la organización

Por tales motivos, mediante las leyes Nros. 21.322 y 21.325 se declaró disueltas a estas entidades, entre las que se encontraban, además de la ya mencionada, otras como la Junta de Coordinación Revolucionaria Internacional, Tendencia Argentina Revolucionaria, Frente Nacional de Liberación, Tendencia Revolucionaria Peronista, Juventud Guevarista, Partido Obrero Trotskista y otras 

Con estas medidas se logró un importante éxito en la lucha contra el terrorismo, ya que se coartó la libertad de movimiento de los encargados de difundir su prédica, de recaudar en muchos casos encubiertamente fondos y medios materiales, y de crear mediante innumerables actos de agitación y alteración del orden, una atmósfera propicia para facilitar la actuación de los grupos armados

Esas nefastas entidades fueron responsables de la promoción de incontables disturbios y falsos conflictos, donde la acción de los agitadores llegó a superar, mediante el amedrentamiento, cualquier esfuerzo para lograr un clima que permitiese el libre ejercicio de las actividades normales

pag. 94


Por lo expuesto, ni queda claro si esas personas serían castigadas con prisión perpetua en una democracia normal, o si su castigo es la mera disolución administrativa de su partido. En el último párrafo el gobierno ni siquiera las culpabiliza de crímenes atroces, sino de disturbios y falsos conflictos

Como ejemplo ilustrativo -si bien no es representativo de la totalidad de las fábricas conflictivas del país ni mucho menos- tenemos el siguiente análisis de un conjunto de entrevistas realizadas a ex-empleados de la fábrica Swift; que en aquella época estaba muy tensionada por la militancia de Montoneros, PRT-ERP y PST.  Se les entrevistó para que contaran un poco su cotidianeidad durante la dictadura, para que relataran si tuvieron miedo a ser detenidos-desaparecidos, si la dictadura les afectó en algún punto sus vidas, etc. Los entrevistados, significativamente, dividieron el rol del trabajador entre aquellos que "no estaban metidos en nada" y por consiguiente nada les sucedió..... y aquellos que "estaban metidos en algo"; siendo vulnerables a la desaparición. De acuerdo a los entrevistados, la dictadura no les afectó sustantivamente sus vidas: habrán tenido en ocasiones algo de miedo, se les pedía el DNI en los colectivos, hubo malentendidos peligrosos; pero en líneas generales como ellos "no estaban metidos en nada", entonces no les pasó nada. Esa es su explicación

Se les preguntó entonces a los entrevistados, qué significado le dotaban al hecho de "estar metidos en algo". Las respuestas fueron:

-Organización y adhesión voluntaria a las medidas de fuerza, o integración de listas gremiales de oposición a la conducción del sindicato 

-Huelgas en la fábrica; evitando que los demás entren a trabajar

-Provocar desmanes y desperdicios en los conflictos gremiales

-Militancia partidaria de izquierda en la fábrica; hacer politiquería dentro del establecimiento

-Ser montonero / militante de organización armada

-Obreros agitadores

-Utilizar cierta violencia en las maquinarias del establecimiento

-Sabotaje a la producción


A partir pag. 61:


Así, en esta fábrica la idea del que "estaba metido en algo" o "por algo será", se esconde en verdad un revoltoso o un vándalo. No un sujeto con un grado de peligrosidad destacable en sentido policial o bélico


Para poner un ejemplo de una prensa más conocida, tomemos el caso de la revista Gente. El 16 de diciembre de 1976, cuando la represión todavía era muy elevada, la revista publica esta "carta abierta" alertando a los padres sobre la educación que reciben sus hijos en las escuelas. Una carta que, en plena represión, se enfoca mucho más en el "desastre cultural" en vez del desastre terrorista


CARTA ABIERTA A LOS PADRES ARGENTINOS

Pasaron los buenos y viejos tiempos. ¿Se acuerda? Un día de marzo. Primer día de clases. Guardapolvo blanco y almidonado. Trenzas. O moño azul. Su hijo o su hija "empezaban la escuela", como solía decirse. Mucha emoción, un poco de miedo, algunas lágrimas. Pero en el fondo, una gran tranquilidad. "Me dijeron que la señorita Rodríguez es una monada, que quiere mucho a los chicos". Después, la primera fiesta patria. Y su hijo, a lo mejor, abanderado. Los buenos y viejos tiempos

Así, a vuelo de máquina, le quiero recordar algunos hechos, algunos nombres, algunas cifras. Después del 25 de mayo de 1973, cuando Cámpora asumió el poder y liberó a los guerrilleros, la izquierda marxista que había trabajado en todos los frentes para facilitar ese asalto al poder recibió el premio más codiciado: la conducción de la educación del país. Un marxista ocupó el Ministerio y un cura tercermundista que había dejado los hábitos para casarse quedó como responsable de la enseñanza privada. A su hijo le impusieron una materia (estudios de la realidad social argentina) que lo obligaba a leer libros de Marx, Engels, Fidel Castro y el "Che" Guevara. A eso se le llamó "transformación educativa y cultural". Linda frase. Sonora. A lo mejor a usted mismo le pareció, entonces, algo importante. ¿Sabe qué significó esa materia y esa "transformación educativa y cultural"? Anote: 5.757 profesores expulsados. En pocas palabras, una purga marxista a la manera de la Unión Soviética. Su hijo, por aquellos días, oía hablar del "compañero decano", de "liberación", de "patria socialista". El marxista peronista Rodolfo Puiggrós gobernaba la Universidad de Buenos Aires, y la de Bahía Blanca la manejaba el terrorista Víctor Benamo. Mientras tanto, Francisco Urondo, un escritor marxista implicado en el asesinato del almirante Berisso, hacía y deshacía en Filosofía y Letras. Raúl Aragón, rector del Colegio Nacional Buenos Aires, proclamaba: "Los combatientes lucharon por el cambio y son la garantía de una Argentina que va hacia el socialismo. Hay que continuar la lucha.." Se llegó a proponer un sistema curioso. Que los alumnos se calificaran mutuamente, o bien que se prorratearan las notas. Ejemplo: su hijo, con esfuerzo y tal vez sacrificio, estudiaba y sacaba un 10. Un compañero de su hijo, que no estudiaba y se pasaba el día pintando carteles guerrilleros, sacaba un 1. Pero como estaba prohibido "estimular la competencia capitalista" el 10 de su hijo se dividía por 2, y así le tocaban 5 puntos al vago guerrillero, que además gozaba de todas las ventajas de una universidad gratuita. La que usted, con sus impuestos, les regalaba. Le puedo contar cien o mil casos similares. Pero creo que es suficiente

Durante ese tiempo, muchos hijos de familias honestas y trabajadoras, de familias que los habían educado dentro de un sistema de valores donde Dios, la Patria, la familia, el respeto por el prójimo, la escuela, la propiedad y las jerarquías ocupaban un lugar importante, fueron adoctrinados sutilmente. Los ideólogos de turno les dijeron que todo eso era mentira, y en muchos casos consiguieron que su presa empuñara las armas y pasara a la guerrilla. Yo supongo que muchos padres vieron el peligro. Las malas compañías, las reuniones sospechosas, los libros extraños, el desorden de costumbres. Pero no hicieron nada. No se defendieron contra la agresión. Se callaron. Fueron cómplices. Por amor o por comodidad o por indiferencia o por cobardía fueron cómplices. No hablaron con sus hijos. No les preguntaron nada. No intentaron detenerlos. Tampoco denunciaron el caso cuando se desató -por fin- la lucha contra la guerrilla. Y a lo mejor terminaron en la morgue, reconociendo el cadáver de su hijo o su hija. Cuando era demasiado tarde para arrepentirse.

Después del 24 de marzo de 1976, usted sintió un alivio. Sintió que retornaba el orden. Que todo el cuerpo social enfermo recibía una transfusión de sangre salvadora. Bien. Pero ese optimismo -por lo menos, en exceso- también es peligroso. Porque un cuerpo gravemente enfermo necesita mucho tiempo para recuperarse, y mientras los bacilos siguen su trabajo de destrucción. Hoy, aún cuando el fin de la guerra parece cercano, aún cuando el enemigo parece en retirada, todavía hay posiciones claves que no han podido ser recuperadas. Porque hay que entender algo, con claridad y para siempre. En esta guerra no sólo las armas son importantes. También los libros, la educación, los profesores. La guerrilla puede perder una o cien batallas, pero habrá ganado la guerra si consigue infiltrar su ideología en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad, en el club, en la iglesia. Ese es su objetivo principal. Y eso es lo que todavía puede conseguir. Sobre todo si usted, que tiene hijos, no está alerta 

Entienda algo y de una vez por todas. Esta guerra no es de los demás. También es suya. Si usted manda a su hijo a un colegio -religioso o laico- cumple apenas una obligación civil. Eso no es lo más importante. Lo importante es que cumpla también con las leyes morales de su sociedad y su cultura. ¿Cómo? No es tan difícil. Interésese por los libros que los profesores o los sacerdotes le recomiendan a su hijo. Sea cauteloso ante las actividades escolares que no son estrictamente materias de promoción, como por ejemplo Catequesis o Moral. No mire con indiferencia o con absoluta conformidad otras actividades que se presentan a desviaciones: los campamentos, los encuentros de convivencia, los retiros espirituales, las visitas a villas miseria. Usted tiene una gran responsabilidad en esto. Porque usted no sabe, no puede saber qué cara tiene el enemigo. O de qué se disfraza. Usted le entrega, le regala a su hijo a la escuela durante muchas horas por día- a veces durante semanas enteras- e ignora qué ocurre. Seguramente lo estarán educando como corresponde. Pero cabe la posibilidad de que no sea así. Y un día, cuando su hijo empieza a discutir con usted, cuestiona sus puntos de vista, habla de "brecha generacional", afirma que todo lo que aprende en la escuela es bueno y todo lo que aprenda en la casa es malo o está equivocado, ya es demasiado tarde. Su hijo está hipnotizado por el enemigo. Su mente es de otro. De allí a la tragedia hay un corto y rápido paso. Si eso ocurre y un día usted tiene que ir a la morgue a reconocer el cadáver de su hijo o de su hija, no puede culpar al destino o a la fatalidad. Porque usted pudo haberlo evitado

Por ejemplo: ¿usted sabe qué lee su hijo? Repasemos. Yo sé que hay colegios donde "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez, es texto obligatorio. "Cien años de soledad" es para muchos una novela bien escrita, interesante, llena de ganchos, entretenida. Pero... ¿usted la leyó? A lo mejor no. Confía en que es buena porque leyó comentarios, críticas, elogios. Porque fue best-seller. Porque durante mucho tiempo medio mundo habló de ella. Y de pronto en esa confianza hay un error. Yo la leo y me gustó. Pero yo soy un adulto. Y tengo una hija adolescente. ¿Y qué quiere que le diga? A mí no me gusta que mi hija adolescente lea -y menos por obligación- una novela que rezuma sexo, hedonismo, infidelidades y descripciones sicalípticas. En otros colegios ya no se lee a Cervantes. Ha sido reemplazado por Ernesto Cardenal, por Pablo Neruda, por Jorge Amado. Buenos autores para adultos seguros de lo que quieren, pero malos para adolescentes acosados por mil sutiles formas de infiltración y que todavía no saben lo que quieren. Si usted no los leyó, léalos y saque conclusiones. Eso también es parte de su trabajo y de su responsabilidad en este tiempo y en esta guerra. Piense que si no lo hace, de pronto tiene que aceptar que "Las venas abiertas de América Latina", por ejemplo, sea uno de los libros de texto de su hijo. No se asombre. Ocurrió

Por eso, por todo eso, y por mucho más, prudencia. Cautela. Vigilancia. Analice las palabras que su hijo aprende todos los días en la escuela. Hay palabras sonoras, musicales, que forman frases llenas de belleza. Pero que encierran claves que el enemigo usa para invadir la mente de su hijo. Cierto tono clasista en los comentarios, la palabra "compromiso", descripciones del mundo como un mundo de pobres y ricos, y de la historia como una eterna lucha de clases. Por ese trampolín se salta rápidamente de la educación bancaria (la tradicional, la que reconoce jerarquías: el alumno en el banco y el profesor en el estrado) a la "educación liberadora" que preconizaba Paulo Freire, un ideólogo de Salvador Allende. ¿Sabe qué postula la "educación liberadora"? Yo se lo digo. Nada de jerarquías. Igualdad entre profesores y alumnos. Lo mismo el que sabe que el ignorante. En una palabra: anarquía. Creo que esta carta llega a su fin. De ahora en adelante mucho -casi todo- depende de usted. No basta con almidonar el guardapolvo, comprar los libros y los cuadernos, y pagar la cooperadora. Hay otras responsabilidades más profundas. Esté atento. No se deje sorprender. Cuando le digan que un colegio es "serio", no traslade toda la responsabilidad a los otros. Interésese. Averigüe y controle. Esta carta no pretende alarmarlos, señora, señor. No le pide tampoco que desconfíe hasta de su sombra. Simplemente le pide prudencia, que se interese -con más esfuerzo, si es posible- por el mundo que rodea a su hijo. ¿Sabe por qué? Porque lo que pasó durante la pesadilla del Camporismo no surgió por generación espontánea. Fue el resultado de veinte años de "trabajo" sutil de una cultura para matar otra cultura. Y ese trabajo sigue. En muchas trincheras. Se acabaron los buenos y viejos tiempos. La señorita Rodríguez puede ser una monada. Pero no deje librado todo a otros. Porque si usted se desinteresa, no tendrá derecho a culpar al destino o a la fatalidad cuando la llamen de la morgue

Un amigo


Una carta abierta que haría las delicias de cualquier derechista convencido en dar una batalla cultural contra el "adoctrinamiento marxista de las escuelas", hasta citando ese famoso ejemplo del alumno que divide sus notas (con la notable diferencia que un derechista actual ya no tendría la suficiente credibilidad para decir que leer a Neruda te convertirá en guerrillero). Como se verá, parece que los muertos por la guerrilla no son tan importantes, porque "La guerrilla puede perder una o cien batallas, pero habrá ganado la guerra si consigue infiltrar su ideología en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad, en el club, en la iglesia". La guerra subversiva ya no se reduce al odio de generar muertos, sino al odio de penetrar ideologías en las instituciones. Reflexiones de la revista Gente, cuyo jefe de redacción en ese entonces era Samuel "Chiche" Gelblung

link de la carta: cortesía de SUTEBA que transcribió la carta completa: 



Como último ejemplo de la connivencia entre la prensa y las ideas de "batalla cultural" del proceso, están las declaraciones que volcó al diario La Nación el señor Jaime Smart, quien fuera el juez de la Cámara Federal de Lanusse a principios de los años 70  y luego pasó a desempeñar en la última dictadura el papel de ministro de gobierno bonaerense; responsable a su vez este juez de actos de represión en el "Circuito Camps" (una red de micro-centros clandestinos en la provincia de Buenos Aires). Sus declaraciones el 12 de diciembre de 1976: 

En el Ministerio de Gobierno hemos tenido siempre presente la necesidad de volcar todos los recursos [de la policia provincial de Buenos Aires] en la lucha contra la subversión. Lo cierto es que esa subversión no es la subversión meramente armada. Muchas veces se equivocan los términos cuando se limita exclusivamente el de subversivo al combatiente que es abatido por la fuerzas del orden. En la subversión debemos incluir a quienes armaron a esos combatientes, pues si nos ponemos a analizar creo que son más responsables que los mismos combatientes

Hay mucho todavía que averiguar en el país, porque la subversión y estos combatientes no nacieron de la nada. Todo eso fue causa de personas. Llámense políticos, sacerdotes, periodistas, profesores de todas las categorías de la enseñanza, que en su momento los armaron, y ahora han dado un paso atrás tratando de pasar desapercibidos. Nosotros tenemos el deber de desenmascarar a esta gente, porque si no, corremos el riesgo que dentro de unos años vuelvan de las sombras, y lancen a la lucha a otra generación de argentinos

El gobierno de la provincia conoce perfectamente que la subversión es ideológica y se desenmascaran estos casos. La prueba está en que esta semana se tome una decisión drástica, contra un establecimiento educativo de Coronel Pringles, uno de cuyos métodos de enseñanza estaba basado un libro de Clara Yañez, "Educación y Liberación"

La infiltración más peligrosa es la que existe en el ámbito cultural. El ministerio a mi cargo de vez en cuando, toma conocimiento de algunos hechos a través de denuncias de la población. El argentino ha tomado conciencia de lo que es la acción de las organizaciones subversivas. Una de las mayores preocupaciones es cuidar que en el ámbito de la cultura no se infiltren nuevamente, o por lo menos, que no tengan como en otra época la posibilidad que tuvieron de accionar fácilmente y llevar a la subversión armada a tantos jóvenes universitarios y secundarios, que, día a día, caen en distintos enfrentamientos

extraído el artículo del diario La Nación de este enlace: 


Entiéndase que "armar" en el lenguaje de Smart, no es algo literal sino que refiere a "preparar ideológicamente". Desde sacerdotes y periodistas, hasta profesores, todos ellos han "armado" a los combatientes

Similar a este testimonio, lo que decía el Ministro de educación Bruera: 

1976 concluyó con la parte que podríamos denominar "a la vista" en lo subversivo y, paralelamente, terminó con el activismo. No hubo conflictos en ningún establecimiento educativo

pag. 235


De nuevo, no se habla de la parte armada (o no "exclusivamente")


Tampoco es que hubiese un excesivo celo del ejército en suavizar las detenciones disfrazándolas de terrorismo armado. Es que para ese momento, la "teoría" imperante de los medios de comunicación y las fuerzas armadas era que la subversión no consistía solamente en acciones armadas, sino en una simpatía para actuar en favor de determinadas ideologías; era un modo de ser antinacional. Por ejemplo tomamos la detención en Bahía Blanca de una supuesta célula de 8 integrantes de Montoneros; el ejército en uno de sus memorandum: 

“El Comando V° Cuerpo de Ejército procedió a la detención de ocho integrantes de una célula de la OPM “MONTONEROS”, que operaba en esta ciudad y zona, abarcando a 14 Partidos de la Provincia de Buenos Aires… La nómina de delincuentes detenidos es la siguiente: MARIO EDGARDO MEDINA, Argentino, L.E. N° 5.491.333 (Mem. 8687-MB I N° 3 “ESC”/72, 8687-NB-I Nros. 13 y 51 “ESC”/972); RENE EUSEBIO BUSTOS, Argentino, L.E. N° 7.371.630 (Mem. 8687-MB I Nros. 2 y 7 “ESC”/972; MARIA MARTA BUSTOS de LAMBRECHT, Argentina, L.C. N° 5.280.092 (Mem. 8687-MB I Nros. 2, 3 y 12 “ESC”/72, 8687-MK I N° 49/75 y 8687-IFI N° 31 “R”/975); RAUL AGUSTIN BUSTOS, Argentino, L.E. N° 5.463.372 (Mem. 8687-MB i Nros. 2, 3 y 28 “ESC”/972); PEDRO COLOMA, Argentino, 32 años, nacido en Gral. Conesa Prov. Río Negro, albañil, domiciliado en Balboa N° 2170 de Bahía Blanca, JORGE RAUL CASTIA, argentino, 21 años, nacido en Lomas de Zamora, domiciliado en Nicaragua N° 1095 de Temperley Prov. Bs. Aires, los nombrados en último término se desempeñaban como guardaespaldas del Diputado Nacional por el FREJULI ROBERTO TOMAS BUSTOS (Mem. 8687-MB I Nros. 2, 3 y 7 “ESC”/972). Además fue detenido RICARDO ANGEL BUSTOS (Mem. 8687-MB I Nros. 2, 3 y 7 “ESC”/972)…”.

De las declaraciones de los detenidos, se supo que los mismos eran integrantes de la Organización Extremista “Montoneros” y que se encontraban organizados en forma celular a nivel regional en la zona de Bahía Blanca y los Partidos de influencia. El responsable económico militar de la organización a nivel regional era el ex Diputado Nacional ROBERTO TOMAS BUSTOS, quien semanalmente distribuía entre los integrantes de la regional Bahía Blanca, la suma de 150.000 pesos Ley para sus gastos de mantenimiento y traslado. El responsable político e ideológico era el ex Diputado Provincial MARIO EDGARDO MEDINA, quien en sus continuos viajes a esta ciudad controlaba que se cumplieran las pautas de acción política y de penetración en los niveles estudiantiles y gremiales. A nivel regional era encargado de propaganda RICARDO ANGEL BUSTOS, quien con el apoyo de las células armadas realizaba la “pintada” de los muros y acción panfletaria. Responsable de la agitación gremial era RENE EUSEBIO BUSTOS, quien efectuaba el amendrentamiento y la tarea de acción armada, quien había sido entrenado para tal circunstancia, en la sede del MIR en CHILE durante el gobierno de SALVADOR ALLENDE y en los países de CUBA, ALEMANIA ORIENTAL y HUNGRIA, habiendo sido pagados sus viajes con los fondos provenientes de los secuestros y extorsiones realizadas, denominándosele “Viajes de estudios de la Juventud por la Liberación Latinoamericana”. Esta organización regional poseía también una célula de apoyo militar que accionaba en la zona sur del gran Buenos Aires. Asimismo contaban con el asesoramiento legal del Doctor VICTOR BENAMO (Mem. 8687-MB I Nros. 2, 3, 13 y 51 “ESC”/972 Y 8687-MKI N° 225/973), quien en caso de que los integrantes fueran detenidos, concurría inmediatamente al lugar de detención para prestar el apoyo legal y tratar de poner trabas en el accionar de la Justicia” 

pag. 569-570 de la siguiente causa judicial: 


Este memorandum luego fue reproducido en varios periódicos como La Nación o La Nueva Provincia, para dar cuenta de la detención de estos "subversivos". Lo curioso es que de lo desprendido del memorandum, no se detiene únicamente a personas que están realizando acciones armadas (de las que no especifican su gravedad), sino a aquellas que realizan "acción de penetración ideológica" (???). Incluso se detiene a Victor Benamo por el hecho de realizar su trabajo de abogado. Estas personas fueron torturadas en centros clandestinos, y salió en los diarios sus "delitos" y la noticia de sus detenciones, tal como se narra en el memorandum. Los militares ni siquiera tuvieron que inventarle crímenes gravísimos a los detenidos, simplemente se escribe en los diarios que se lo detiene a Benamo por oponer trabas legales a la justicia. Parece que a la sociedad de ese entonces no le extrañaba que un abogado sea detenido por hacer simplemente su trabajo; eso también era "subversión". No debe extrañarnos que la misma prensa publique en otras oportunidades las detenciones por repartir panfletos, sin que nadie cuestione nada



En este apartado se continuará profundizando las implicancias jurídico-penales de la militancia no-combatiente de montoneros y PRT-ERP:




(Comunicado de finales de 1975 por parte de un conjunto de comandos ultraderechistas bajo la agrupación AAA. Allí resuelven que van a ejecutar a todo aquel que atente contra la "salud moral, física, económica y religiosa" del país) 







Informes confidenciales de la policía represiva de Tucumán, donde transcriben la lista de los detenidos aparentemente a disposición del PEN o presos "legalizados", o en averiguación de antecedentes. La exageración de criterios es abismal: a un militante de la U.E.S. lo detienen por estampar pegatinas de Montoneros. A otro lo detienen por ser un "delincuente ideológico", por ser un sindicalista del P.R.T. ; y su periodo de "estudio de la situación" (de detención mínima hasta que se resuelva su caso) es de 24 meses (2 años de prisión sin causa). A otros los detienen por venderle ropa a miembros del E.R.P. y son "estudiados" por 12 meses (1 año de cárcel sin causa formal). Otro está 24 meses por vender mercadería al E.R.P. y ser una guía de ellos. Paradójicamente a las personas que agarraron con las "manos en la masa", con armas y explosivos; a ellos ya les iniciaron un proceso "legal" y no necesitan demorarlos en un periodo sin causa judicial. Mientras que una persona que organizó una olla popular con la plata que recibió de la compañía guerrillera de monte, la quieren tener en estudio 24 meses

Ejemplos: pag. 94 de este enlace:


O este enlace, a partir pag. 53:



-Síntesis: los apologistas van a hacer malabares de todo estilo para decirte que los desaparecidos eran "terroristas"; y una de las excusas que pueden decir es "Si el desaparecido era montonero, entonces era terrorista". Razonamiento ridículo pero aún suponiendo que tengán razón en su extraña semántica, acá de lo que se trata no es de saber si eran "terroristas", sino de qué eran culpables penalmente. ESA ES LA CLAVE QUE LOS APOLOGISTAS NO QUIEREN ANALIZAR. Con la lógica del apologismo, las fuerzas armadas podían torturar hasta la muerte a una persona que no sería condenada por ningún juez a nada, o que hubiese sido condenada a 2 años de prisión por ejemplo


Es verdad que ninguna persona, por muy criminal que haya sido, merece la tortura y muerte del Estado. Es una obviedad decir esto, pero además ¿Cuál es el sentido de torturar y matar a una persona que no cometió un delito trascendente?

Si las fuerzas armadas hubiesen torturado, matado y desaparecido a todas personas que merecían la prisión perpetua, se puede "entender" la lógica de Videla y sus defensores: "no, yo solo torturé a quienes se lo merecían". Okey, vamos a suponer que le damos la razón, y de hecho es precisamente ese "entendimiento" lo que quieren instalar los apologistas. Quieren que usted, cuando le digan que el desaparecido era terrorista, lo asocie a un criminal de cadena perpetua, y así "comprender" por qué los militares actuaron como actuaron. Perfecto, vamos a suponer que tiene sentido torturar y desaparecer a un criminal que mató a mansalva..... 

¿Y qué sentido tiene la de torturar a una persona que no hizo nada trascendente? Los chicos de la Noche de los Lápices, eran montoneros y no hicieron nada trascendente, no mataron a nadie ni secuestraron a nadie ni violaron a nadie ¿Por qué torturarlos y matarlos? ¿Solo porque eran montoneros? ¿Qué peligro supone ser un "montonero" para la sociedad si no cometés ninguna acción trascendente? Además que ser "montonero" no constituye delito por sí mismo.... pero incluso, suponiendo que ser montonero implique automáticamente un delito ¿Cuántos años de prisión recibiría esa persona por el solo hecho de ser "montonero" aunque no haya hecho nada relevante en términos criminales?

O sea que los militares podían torturar  y matar a una persona que quizás recibiría como mucho unos 2 años de prisión, o unos 5 años, o incluso no ser condenada a ninguna pena ¿Eso tiene algún sentido? ¿Eso es salvar la patria? ¿Esa es la guerra librada?

Por eso, repetimos ¿Cuál es el sentido de torturar, violar, matar y desaparecer a una persona que no sería condenada por nada relevante?

Llámelos como quiera: puede llamarlos "terroristas" si tanto gusta, puede llamar a los chicos de la Noche de los Lápices o a la discapacitada María Ravelo como "terroristas" si tanta excitación le produce. Pero ¿Cuál es el sentido de torturar y matar a un terrorista que habría sido absuelto por un juez en una democracia normalizada? O sea que para los represores, torturar y matar a estos chicos que pedían por el boleto era igual que torturar a Firmenich, es indistinto

Si el pelotudo de Nicolás Márquez te dice "eran terroristas", habría que preguntarles ¿Estos "terroristas" a cuántos años habrían sido condenados cada uno?

Con esa respuesta sabrá la verdadera guerra que libraron los militares: una guerra contra civiles que no suponían una amenaza bélica de ningún tipo, ni amenaza en tiempos de paz


¿Por qué la represión mató a miles de activistas de Montoneros y PRT-ERP que no representaban un peligro absoluto para la sociedad? ¿Por qué los mataron a sabiendas que no eran combatientes ni criminales potentes? ¿Estaban loquitos los represores? Puede ser, pero hay una explicación "racional" a este asesinato de civiles: los militares tenían el cerebro quemado por una doctrina política heredada de Francia, que se dio a llamar como "Doctrina de la guerra revolucionaria" y que planteaba que el comunismo intenta llegar al poder a través de una intensa propaganda secreta sobre la población. Dado que una guerrilla nunca tendrá suficientes combatientes para asaltar el poder de una nación, entonces el "enemigo" intentará conquistar la simpatía de la población con el activismo político. Básicamente, cuando los izquierdistas dicen que mataron a los desaparecidos por "pensar diferente", es verdad pero los represores racionalizaban su exterminio como una operación militar de aniquilamiento, dentro de una guerra revolucionaria contra una subversión que se infiltra en la sociedad y le lava el cerebro para llevarlo al comunismo. Sobre esta doctrina, véase el siguiente posteo: 


Tal como dice la revista ultra-derechista "Restauración", junio de 1975, que lo resume perfectamente: 

Las organizaciones subversivas no buscan la derrota militar de las fuerzas armadas, sino que su objetivo prioritario es procurar que se desarrollen situaciones que favorezcan la insurrección generalizada de la población

pag. 13:


Si el objetivo de esta "guerra" es provocar la insurrección poblacional, se entiende que los militares vean como enemigos lícitos no solo al combatiente de la guerrilla, sino a todos los activistas políticos que intenten "calentarle la oreja" a la población para una potencial insurrección 

Justamente como se trata de una guerra "ideológica" y no una guerra con un poderoso enemigo armado, es entendible que la represión no haya respetado ni a menores de edad ni a discapacitados físicos: eran un enemigo ideológico legítimo para ser "abatidos"



Reglamento militar de 1969 "Operaciones contra Fuerzas Irregulares Tomo III: Guerra Revolucionaria". Allí la doctrina militar hace la distinción clara entre el componente político de la subversión ("organización político-administrativo revolucionaria") y el componente guerrillero de la misma ("fuerzas armadas revolucionarias"). Para la doctrina militar, el ejército debe intervenir en la nación y desarrollar su propia "guerra contrarrevolucionaria" para destruir las dos cosas: los efectivos políticos y los efectivos guerrilleros. Pag. 81:




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Comentarios

  1. Hola amigo, quiero hacer un video en youtube con esta informacion, me darías una mano?? Gracias!

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    1. hacé el video nomás. Si ponés como "fuente" este enlace, pues adelante sacá la info que quieras, que para eso lo escribí. Salvo que quieras que te "oriente" en el guion de tu video, para eso tenés mi Facebook para contactarme

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  2. Hola amigo, quiero hacer un video para youtube con esta info, me darías una mano? Gracias. Mi instagram es AgustinSimon_

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  3. Sos un grande!! Me encanta tu blog, escribiste de una manera simple para que todos entiendan, pero en ningún momento se pierde la rigurosidad de los datos! Me gusta mucho también, que, a pesar de ser un tema muy delicado, no haces propaganda de izquierda ni de derecha, solo presentas los datos tal y como sucedieron. No sé quién sos, pero me gustaría ver tu trabajo volcado en redes sociales más masivas, toda esta información es oro para el pueblo argentino!! Gracias x todo!!

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