¿El diario de operaciones de Tucumán lo escribió Acdel Vilas?


El diario de operaciones de Vilas es una de las pruebas que más he utilizado aquí. Hay razones sustanciales y circunstanciales para ello: es un diario que nos sirve para ilustrar casi todo lo importante relacionado con la dictadura.... y con el agravante de haber sido escrito por un represor de alta jerarquía en una operación fundamental de las fuerzas armadas: el Operativo Independencia, el "inicio" de la represión a escala masiva, el laboratorio de ideas represivas que posteriormente se aplicaría a todo el país. Allí Vilas confiesa utilizar métodos de tortura, allí Vilas expone con claridad sus pensamientos represivos y su "lucha cultural", allí Vilas derrumba el mito del negacionismo acerca de la cifra de desaparecidos, allí derrumba el mito de una guerrilla ultra-poderosa, etc. Tiene "casi todo", y con el plus que resulta muy accesible de encontrar por internet la prueba, a diferencia de otros libros como el de Etchecolatz o Vergez. Si uno lo compara con otros casos mundiales de dictadores o represores que escribieron sus diarios íntimos, lo que sucedió con Vilas se constituye como una de las más amplias y consistentes confesiones de un alto criminal gubernamental en la historia

¿Cómo fue posible que una persona tan comprometida con la represión y sus secretos, se dedicara a escribir sin excesivos reparos las actividades que lo mancharon de sangre en sus manos?? Por empezar, Vilas se consideraba como una suerte de heredero teórico de la doctrina francesa y embarcándose en la tercera guerra mundial, que al parecer pocos comprendían. Vilas tenía que hacer despertar a los indiferentes para la batalla cultural de Occidente contra el marxismo. Aprovechando el aburrimiento de su pase a retiro en 1977, se dedicó a escribir

En ese camino, Vilas no escribió únicamente su diario de operaciones, también escribió folletos ("El plan táctico que posibilitó la victoria contra el Ejército Revolucionario del Pueblo en 1975"), o contribuyó redactando una columna para Cabildo. A quien no sepa, se trataba de una revista nacionalista ultra-derechista, ultra-católica integrista, que exaltaba los valores del fascismo y del antisionismo (que se traducía llanamente en el antisemitismo). Circuló desde los años 70, y se tomó el lujo de criticar a la última dictadura militar, pero por no ser lo suficientemente "de derecha". Por no ser lo suficientemente dura con la lucha contra la subversión cultural

Tan inflado los huevos tenían los militares para con la revista, que la censuraron por un mes. Un chas chas en comparación con los tormentos que padecían los opositores de izquierda en ESMA o Campo de Mayo

En la pugna por ver quién era más consecuente con la represión, la revista Cabildo apoyó sin timideces la cruzada de Acdel Vilas contra Lanusse por el caso "Malek" 


En esta portada de la revista Cabildo elogian a Vilas



En esta hoja de Cabildo, se lamentan del breve arresto disciplinario que sufrió Vilas por una carta contra el gobierno de Videla



Vilas escribe una columna para la revista Cabildo en agosto del 77:



En este enlace, algunos de los números de la revista Cabildo que reseñamos:

https://es.scribd.com/document/130168109/Revista-Cabildo-recopilacion-10 


Pero posiblemente había OTRA razón para que Vilas se decidiera a escribir un diario de operaciones de ese estilo: el resentimiento contra Antonio Bussi, quien le reemplazó en el Operativo Independencia. Vilas estaba bastante molesto, quería quedarse para sí mismo la "victoria" de la "guerra en Tucumán", quería quedarse con la miel y de pronto sus superiores le dieron una patada en el tuje para que fuera a reprimir y matar por Bahía Blanca


Acdel Vilas (derecha) ya en Bahía Blanca, junto con el comisario Baldovino (izquierda); este último más tarde asesinado por la "subversión"


No está oficialmente explicitado por qué lo relegaron a Vilas de la provincia de Tucumán, aunque existen indicios para sospechar: primero, Acdel Vilas era un peronista de derecha, en tiempos donde los militares trataban de subordinar el peronismo de derecha para sus propios fines antiperonistas y liberales (como sucedió con la pro-isabelista Triple A que se integraron a los grupos de tarea del gobierno). Además a Vilas se lo vinculaba en una relación amistosa con López Rega (relación que Vilas intentará desmentir en su propio diario). Y quizás otro factor determinante fue que la represión de Vilas era demasiado pública, demasiado desvergonzada: muchos tucumanos sabían lo que pasaba en la escuelita de Famaillá, y la prensa había filtrado tímidamente algunos sucesos macabros como los asesinatos y atentados explosivos producidos por las fuerzas de tarea de Vilas a principios de diciembre de 1975. Bussi sencillamente tapó bajo la alfombra la represión

(La guerrilla del ERP desde ya conocía lo que pasaba en la escuela de Famaillá. En este número del 31 de marzo de 1975 mencionan la escuela y sus tropelías; última página:

http://www.ruinasdigitales.com/revistas/EstrellaRoja%2051.pdf 

Más significativo, este panfleto de la Juventud Guevarista, célula estudiantil del PRT, en agosto de 1975, en la ciudad de La Plata, denuncia a la escuela de Famaillá como campo de concentración y ofrece algunos detalles certeros sobre el funcionamiento:


)


Asi es como Vilas escribía el diario para recordarnos su labor patriótica: fue él y no Bussi quien nos liberó del yugo marxista, fue él y no Bussi quien derrotó a la compañía Ramón Rosa Jimenez, fue él y no Bussi quien aplicó los geniales métodos de la contrainsurgencia para salvar la patria 

Es que Vilas no se andaba con chiquitas precisamente. Era un represor muy temible, que incluso torturó personalmente a detenidos y presenció torturas sin demasiadas constipaciones. Tenemos como ejemplo estas narraciones judiciales: 

El 23 de febrero de 1975 Mario Eulogio Rodríguez se encontraba en su lugar de trabajo, en la Plaza del Barrio Modelo (de la que era placero) en el oeste de San Miguel de Tucumán. Aproximadamente a las 9 de la mañana la plaza fue rodeada por vehículos particulares, en los cuales se movilizaba personal policial armado. De ellos descendieron cuatro sujetos, entre ellos Roberto Heriberto Albornoz y Marcos Fidencio Hidalgo quienes dirigiéndose a Mario Rodríguez le ordenaron que se tirara al piso, mientras lo apuntaban con armas. Fue esposado e introducido en uno de los vehículos, modelo Ford Falcon. Lo trasladaron al CCD de Jefatura de Policía, donde en un primer momento fue alojado en una celda comunitaria con aproximadamente treinta personas entre las que pudo reconocer a un muchacho de apellido Clavel. Allí fue sometido a torturas por parte de Roberto H. Albornoz, mientras era interrogado acerca de Leandro Fote, Juan Brito, “Pelagio” Medina, “Coco” Lazo y “El pelado” González, quien era gestor del Sindicato; también fue interrogado sobre las armas y la comida que habría llevado en la camioneta del sindicato al cerro. Durante su permanencia en Jefatura de Policía escuchó en una oportunidad la voz de Adel Vilas (a quien conocía) hablando con Roberto Albornoz sobre su situación, luego de lo cual fue sometido a un nuevo interrogatorio sobre Leandro Fote, todo esto mediante torturas consistentes en patadas, trompadas, ahorcamientos, “el teléfono”, le metían la cabeza en un tacho de agua, todo en presencia de Adel Vilas. Después de ese día y en lapsos de corto tiempo fue sometido a múltiples y cruentas sesiones de tortura, incluidos simulacros de fusilamiento. Mario Eulogio Rodríguez tomó conocimiento en el lugar que uno de sus custodios era de apellido Luna y pertenecía a la Policía montada. Todas las sesiones de torturas eran perpetradas por Roberto Heriberto Albornoz entre otros y muchas veces en presencia de Adel Vilas. Alrededor del 29 de febrero, aproximadamente a las 5 de la madrugada lo introdujeron en el baúl de un automóvil para conducirlo al CCD conocido como “La Escuelita” emplazado en la Escuela Diego de Rojas de la localidad de Famaillá. Al llegar, lo llevaron de los cabellos hasta una sala donde fue atado a una cama para una sesión de picana eléctrica; no obstante, a las horas fue trasladado nuevamente a Jefatura de Policía sin ser picaneado. Al llegar a Jefatura, Albornoz lo volvió a torturar y los días sucesivos transcurrieron en medio de torturas permanentes, sin dejarlo dormir ni alimentarlo; volviendo a escuchar la voz de Adel Vilas dentro de Jefatura de Policía en otra oportunidad 

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El 8 de julio de 1975 Maurice Jeger y Cristina Olga González se encontraban descansando en su domicilio de calle General Paz n° 1.013 de San Miguel de Tucumán. Aproximadamente a la 1.30 de la madrugada un grupo numeroso de efectivos uniformados y de civil, quienes se movilizaban en un camión ocupado por militares uniformados, irrumpieron y los secuestraron, hecho que fue presenciado por Jorge de la Cruz Agüero quien meses más tarde a su vez sería secuestrado y permanece desaparecido. Ambos habrían sido trasladados al CCD conocido como “La Escuelita” emplazado en la Escuela Diego de Rojas de la localidad de Famaillá. Maurice Jeger fue visto en ese lugar por un conscripto, que en agosto de 1975 se presentó con Graciela González, esposa de Jeger, diciéndole que éste se encontraba en un estado de salud muy precario ya que se encontraba deshidratado y muy torturado; que entre sus torturadores estaban Adel Vilas, el teniente Abbas, Schwab y el teniente Enrique José Del Pino (a) “Miguelito”. En ese lugar habrían permanecido con vida hasta octubre de 1975. En la actualidad ambos permanecen desaparecidos 

enlace, páginas 36-37 y 101-102: 



De acuerdo al testimonio de sobrevivientes de la escuelita de Famaillá, en el lugar se escuchaba a menudo esta canción "Misa Criolla" para tapar los gritos ¡¡Qué genios los torturadores y Vilas!! al menos te torturaban con la elegancia de la Misa Criolla

https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-122/122-3005.pdf 


Montoneros quiso asesinar a Vilas en febrero de 1976, intentando envenenar su comida. En la página 30 de la revista "Evita Montonera", en el siguiente enlace:

http://www.ruinasdigitales.com/revistas/Evita%20Montonera%2012.pdf  




Más detalles del intento de asesinato:


Afortunadamente no lo mataron a Vilas. Y decimos "afortunadamente" no porque no sepamos el carácter de Vilas como represor sanguinario, sino porque, aplicando un poco la lógica de "Back To The Future", Acdel Vilas no hubiera podido escribir su diario de operaciones en 1977 si Montoneros lograba sus objetivos, y ese diario tiene datos cruciales para destrozar el apologismo, pues contiene hasta el detalle de la cantidad de detenidos que pasaron por la escuelita de Famaillá 


Se cree que Acdel Vilas escribió más libros (por ejemplo explicando más extensamente su periodo por Bahía Blanca), pero estos no se han dado a conocer por el momento

Ahora bien ¿Cómo sabemos que verdaderamente Acdel Vilas escribió ese diario de operaciones? Recordemos que a diferencia de Miguel Etchecolatz o Héctor Vergez, el diario de Vilas no fue publicado oficialmente, no está inscripto en un registro de Derechos de Autor a su nombre ni se vendió en librerías. Se cree que fue prohibido su publicación por el Comando en Jefe del Ejército, pues contenía declaraciones que implicaban una confesión de crímenes y modalidades completamente represivas y anti-constitucionales. En plena dictadura militar no podían permitirse que saliera un libro así para ser leído por cualquiera

Pero Vilas, que debía estar muy convencido de ser un prócer cuyas memorias tenían que ser conocidas, difundió su manuscrito extraoficialmente. Eso posibilitó llegar a manos de la prensa, permitiendo su filtración

Es importante aclarar que ningún negacionista u apologista importante de la dictadura se ha pronunciado sobre la autenticidad del diario de Vilas. Ni Victoria Villarruel, ni Agustin Laje, ni el estúpido de Nicolás Márquez se han esforzado por arremeter contra el diario de Vilas. De hecho, es muy posible que varios apologistas utilicen el diario como una fuente también. Un ejemplo es la propia asociación AUNAR, muy ligada a la defensa de los militares; que en el siguiente panfleto ultra-apologista, utiliza como fuente el diario de Vilas para hablarnos de los botiquines que usaba el ERP en el monte (página 91):

http://www.uniondepromociones.info/AUNAR%20-%20Capacidad%20Operacional%20del%20terrorismo.pdf 

Sin embargo, desde nuestro punto de vista personal, es necesario dar una respuesta seria de los problemas de autenticidad para evitar problemas de rechazo al manuscrito de Vilas


Ejemplo de juicio de lesa humanidad, donde la defensora de uno de los imputados duda de la autenticidad del diario de Vilas (si bien lo utiliza hipotéticamente para defender a su cliente). Minuto 3:08:52


¿Quién lo filtró por primera vez? el periodista Martin Andersen en 1986 le entregó el manuscrito a Emilio Mignone, presidente del CELS en ese entonces; y publicó fragmentos de la fotocopia del diario de Vilas en el n°73 del extinto periódico "El Periodista de Buenos Aires"

Lamentablemente no existe, de modo accesible, una explicación sobre cómo se obtuvo el manuscrito. Aunque Horacio Verbitsky, posterior presidente del CELS, explica en la megacausa judicial del Operativo Independencia que el manuscrito estuvo en el archivo de La Gaceta, y que posee un sello del mismo diario:

http://www.laizquierdadiario.com/Declaro-Horacio-Verbitsky-en-la-megacausa-por-el-Operativo-Independencia 

https://www.telam.com.ar/notas/201606/150792-empresarios-financiaron-acciones-represivas-operativo-independencia.html 

Debido a que La Gaceta mantuvo una colaboración estrecha con la propaganda del Operativo Independencia y la dictadura, es una mínima prueba de autenticidad. Pero no es suficiente para nosotros

De acuerdo a Verbitsky, no se ha podido efectuar pericias caligráficas para constatar la autenticidad (el manuscrito está tipeado con máquina de escribir y tiene algunas correcciones a mano). Y aunque es cierto que Vilas nunca desmintió el contenido del diario a pesar que varios libros lo utilizaban como una prueba en contra suya, el hecho que Vilas no lo desmintiera no necesariamente significa que haya escrito tal cosa. Por ejemplo, las madres de plaza de Mayo no han desmentido a Luis Labraña, y sin embargo Labraña es un chanta por mucho que Bonafini o Carlotto no lo desmintieran

Pero entonces ¿Cómo se valida un diario así? No es la primera vez en la historiografía argentina que se presentaría una problemática de autenticidad de un diario o libro. El caso más famoso es el Plan de Operaciones de Mariano Moreno, con historiadores enfrentados entre sí sosteniendo una u otra postura. Mientras Norberto Piñero argumentaba la autenticidad del Plan de Moreno, otros como Paul Groussac lo desacreditaban totalmente. Un resumen interesante del Plan de Mariano Moreno (que no abarca otros elementos actuales como el libro "Un Plagio Bicentenario") lo encuentra en el siguiente enlace: 

https://www.colegiomilitar.mil.ar/rediu/pdf/ReDiU_1132_art3-Plan%20Op%20Mariano%20Moreno.pdf   

Aquí algunos capítulos del libro "Un Plagio Bicentenario" que explican la falsedad del Plan de Operaciones, hallando incongruencias literarias que no encajan con la figura de Mariano Moreno, además de la copia textual de una novela que no concuerda con el bagaje intelectual de Moreno para animarse a plagiarlo




Primera página del Plan de Operaciones atribuido a Mariano Moreno y escrito en el año 1810, pero localizado muchos años después. Un plan bastante sangriento que debía implementarse con el triunfo de la revolución de Mayo. Ya desde esta primera página hubo polémica entre los historiadores: el término "Provincias Unidas" para designar al territorio, no existía todavía en el año 1810


Una forma imperfecta pero inevitable para los historiadores de autenticar un material así (que no esté escrito de puño o del que no se pueda realizar pericias caligráficas ni preguntas al sospechado autor), es la comparación con otros materiales literarios del autor, para constatar el nivel de coherencia en su forma de escribir como en su forma de pensar. Además de leer el material cuestionado para verificar que no existen errores históricos insalvables en la subjetividad cultural del escritor, o profecías demasiado certeras y avanzadas, que evidencien que el pretendido autor no lo escribió en su día. Y por supuesto, construir un perfil adecuado del hipotético falsificador, ya que el presupuesto epistemológico nos indica que una persona no falsifica un escrito tan largo si no posee intereses determinados. Esto es lo que se hizo con el Plan de Operaciones de Mariano Moreno, aunque ese texto genera tantas complicaciones que volvió muy loable, en sus años, sostener que es apócrifo con la misma vehemencia que se sostenía que era verdadero (aunque con el libro "Un Plagio Bicentenario" la discusión ya prácticamente terminó: el Plan es falso)

Afortunadamente, en el caso del diario de Acdel Vilas no existen las incongruencias del Plan de Operaciones de Mariano Moreno, y es mucho más sencillo determinar una alta plausibilidad que Vilas lo escribiese 

Desde un punto de vista estrictamente militar, la existencia del diario de campaña de Acdel Vilas no debería sorprendernos en absoluto, ya que está contemplado en la doctrina castrense la obligatoriedad de escribir estos diarios por motivos útiles: el comandante, que es una fuente primaria de los hechos de una guerra, escribe sus experiencias, tácticas, estrategias, recursos, etc. Todo ello con la finalidad que sirva de material para historiadores o investigadores militares en el futuro, o para fomentar la propaganda. No es algo imprevisto que un rango superior escriba las crónicas de una guerra. Existe un reglamento militar de nomenclatura RC-65-100 precisamente titulado "Escritura en Campaña" donde se impone la necesidad de escribir la crónica de las batallas en sus diarios personales cuando así lo establezcan las autoridades pertinentes (o los "partes de guerra" también conforman esa necesidad de documentar): 


Lo estridente es que Vilas se excede a veces en su "sinceridad" y escribe varias cosas que el Ejército prefería mantenerlo en secreto, aún si aparentemente obedecía a órdenes militares esas ilegalidades cometidas


Primero realizaremos una evaluación "indirecta", argumentando la construcción de un hipotético falsificador y explicando la posibilidad de ello. Esta evaluación indirecta no constituye una prueba tan alta como lo serán las coincidencias que más adelante enumeraremos, pero le darán mucho mayor sentido y fortaleza argumentativa. Aunque alguno de estos supuestos prácticamente son una prueba de coincidencia. Veamos las características del presunto falsificador: 

-El hipotético falsificador del diario ¿Para qué querría escribir un falso diario de operaciones con clara adjudicación a Acdel Vilas?? Lo podría hacer tanto para perjudicar a Vilas como para beneficiarlo. Si el falsificador hubiese pretendido beneficiar a Vilas, no habría escrito varios de los temas que se tocan en el diario, como el desprecio a la legalidad, el número de detenidos que pasaron por el LRD, la confesión implícita de la tortura, etc. Aun si toda esa información fuese falsa, poco sentido tendría escribir eso para beneficiar a Vilas, pues en verdad lo perjudica

-El falsificador hipotético solo podría escribir todo eso si la misión era perjudicar a Vilas 

Ahora, este falsificador ¿Era afín al gobierno militar o estaba en contra? Si era afín a la dictadura y quería perjudicarlo a Vilas, no solo no hubiese tenido sentido escribir un diario de operaciones donde embarra indirectamente a personas como Videla o Menéndez, sino que el diario termina minimizando una de las razones por cuales Vilas fue presumiblemente relegado de Tucumán: su relación con López Rega. En el diario de operaciones, el escritor se desentiende de ese vínculo, diciendo que solo lo vio un par de veces en su vida a Rega. Esto tampoco se entendería si el falsificador pertenece a la izquierda

Concretamente Vilas en su diario escribe:

Al Ministerio [de Bienestar Social] se le hacían conocer las necesidades y, de acuerdo a éstas, la Vta. Brigada y no Bienestar Social, repartía los alimentos, útiles escolares, frazadas y otros artículos en la zona de operaciones. La fiscalización de las entregas, que eran hechas, según las circunstancias, en escuelas, sanatorios, hospitales, pueblos de campaña y villas de emergencia, correspondían a los oficiales de Intendencia previamente designados, razón por la cual ellos eran directamente responsables ante mí de su trabajo. Al cabo de cuatro o cinco meses, logré que las dos partes encontradas -delegación provincial de Bienestar Social y representantes del Ministerio- acortaran distancias y llegaran a un acuerdo. Pero ni bien solucioné este entuerto, pronto surgió otro, de más difícil resolución. Para colmo de males, siendo una versión canallesca, no estaba en mí deshacerla. En resumidas cuentas sucedía esto: como nunca se canalizaron las entregas a través del régimen funcional logístico Ministerio de Bienestar Social al Comando General, en el Comando a la Jefatura 4, Logística, de ahí al Tercer Cuerpo con asiento en Córdoba y recién después de tamaño recorrido a la quinta brigada de Infantería corrió cual reguero de pólvora que el general Vilas andaba en tratos poco claros con el ministro y favorito de la Presidencia

Desmontar semejante calumnia sería fácil si las calumnias hubiesen de desaparecer al no existir pruebas fundadas sobre el delito que se le achaca a una persona; pero no siendo así, de poco vale repetir que a López Rega lo vi en mi vida un par de veces. Y si lo hice, fue cumpliendo órdenes estrictas de la superioridad que me ordenaba, para facilitar el expediente, tomar contacto con el mismísimo Ministro de Bienestar Social. Nadie se acuerda en cambio, el celo que puse respecto de la contabilidad y la responsabilidad de las entregas efectuadas durante el "Operativo Independencia", pues nada me hubiese costado admitir la injerencia del representante de López Rega allí donde no correspondía. Sin embargo, sabiendo que la imagen del Ejército y el éxito de las armas nacionales estaba de por medio, en ningún momento y bajo ningún aspecto permití que la propaganda política del peronismo aprovechase la pobreza tucumana para ganar votos o especular con los bienes que se entregaban en forma gratuita


-Hay "precisiones" (o pretendidas precisiones) en el diario sobre algunas víctimas, tales como puede ser la fecha de su muerte/secuestro. Si el falsificador es de izquierda (o condescendiente con las víctimas de la represión), no se entiende la necesidad de inventar datos sensibles para ensuciar a Vilas, a costa de faltarle el respeto a los familiares de esas víctimas con información falsa. Por ejemplo el caso de Ysidoro Barbeito: el diario de Vilas ubica su muerte el 23 de junio de 1975. El padre de Barbeito desconocía cuándo desapareció su hijo ¿El falsificador inventa datos falsos en perjuicio de los familiares de las víctimas? Pag. 99 del sig. enlace:


Lo cierto es que aquí el diario de Vilas acierta, ya que en la nómina de la Policía de Tucumán, Barbeito aparece con esa fecha de muerte ¿De dónde pudo haber sacado el falsificador ese dato exacto? Esto SI es una prueba de la autenticidad del diario

-En el diario de operaciones atribuido a Acdel Vilas, aparecen frases o párrafos casi calcados o emulados de publicaciones como las de la revista Restauración (dirigida por el mismo tipejo de Cabildo), en este número de noviembre de 1975, sección "La V Brigada, Centinela del Noroeste" (página 9): 

https://es.scribd.com/document/130166423/Revista-Cabildo-recopilacion-08 

Esta "copia" prevista de párrafos y fraseos del diario escrito en 1977 hacia un pasquín dos años anteriores, bien puede sugerir que: Vilas escribió originalmente la publicación de Restauración (a pesar que la nota no aparece firmada, y que Vilas es mencionado en tercera persona), o puede sugerir que Vilas se copió de esos párrafos en particular. O puede sugerir que el escritor de la nota "emuló" las palabras que Vilas vocifera en su forma de hablar. Sea cual sea la respuesta, no es un problema significativo para analizar los datos del diario, pero SI implica dudas para el hipotético falsificador de la izquierda ¿Por qué querría armar un diario falso perjudicando a Vilas, tomando frases de una revista que le era favorable?? Pequeña incongruencia

Veamos algunos párrafos del artículo de la revista de noviembre de 1975: 

En rigor, la orden de iniciar la campaña militar debióse al Poder Ejecutivo Nacional, cuyos desesperados esfuerzos por circunscribir la subversión comunista al campo policial resultaron superados, quedando como muestra, una vez más, de la complicidad del peronismo con la guerrilla. En efecto, no sólo Campora y sus montoneros fueron culpables del auge subversivo tras la desincriminación masiva del 25 de mayo. Previamente, Juan Domingo Perón había alentado las formaciones especiales que desde entonces nunca más controlaría y, posteriormente, siendo presidente, en una de sus inaguantables "avivadas", había hecho a un lado el problema diciendo: "Son delincuentes comunes, es trabajo de la policía"

Bien sabía Perón, al igual que Cámpora, Lastiri, la actual presidente y los partidos políticos regiminosos, de la dimensión del ERP. No obstante todos, por distintas razones, al negarle importancia y no considerarlo enemigo principal, cohonestaron sus planes y le dieron tiempo a preparar su ofensiva

[...]

Pareja culpabilidad les cabe a los generales con mando de tropa el 25 de mayo, quienes observaron, impertérritos, cómo liberaban a los asesinos de sus camaradas de armas

Y lo que se escribe en el diario de Vilas de 1977 (difundido en 1986): 

Bien es verdad que la orden para dar inicio al "Operativo Independencia" debióse al Poder Ejecutivo Nacional, pero esto, siendo así, en nada atempera su culpa. Cuando la subversión puso en peligro al partido gobernante y al sistema, recién entonces, rebasados los esfuerzos por circunscribir la subversión armada al campo policial, el peronismo se decidió a dar el visto bueno. Digo esto, porque es hora de acabar con los mitos y aclarar verdades. No sólo Cámpora y sus montoneros fueron culpables del crecimiento marxista, luego de la incalificable puesta en libertad de los asesinos el día 25. Previamente, Juan Domingo Perón había alentado las formaciones especiales -que desde entonces nunca más controlaría- y, con posterioridad, ya en el sillón de Rivadavia, había hecho a un lado el problema afirmando: "Son delincuentes comunes, es trabajo de la policía". Bien sabía Perón -en cuyas fórmulas alguna vez creí- al igual que Cámpora, Isabel Martínez y los partidos que el ERP y Montoneros crecían a la sombra de ellos. Sin embargo, al negarle importancia y reducir la subversión a un epifenómeno de la miseria, cohonestaron sus planes [...]

Pero si eso era cierto, pareja culpabilidad les cabía a los generales con mando de tropa firmantes de los cinco puntos, quienes observaron, impertérritos, cómo las bandas descamisadas que habían jurado exterminar, liberaban en sus propias narices a los asesinos de sus camaradas


Lo que escribe la revista en noviembre de 1975: 

En todas las guerras -la de guerrillas incluida-, la principal lucha se desenvuelve entre los ejércitos para ganar primero y retener después la iniciativa. Ganar la iniciativa supone la ventaja de la actividad contra la pasividad del bando que se limita a esperar, e importa una libertad de acción de la que carece el contrario

Hasta el comienzo de las operaciones el ERP tenía la iniciativa. Desplegaba entre la población una labor de intimidación y una campaña psicológica que le permitió dominar el territorio y las conciencias. Los campamentos "fules" estaban en el llano, cerca de los conglomerados urbanos y rurales. Al respecto San José, situado en los alrededores de San Miguel de Tucumán y Santa Lucía, fueron dos de los pueblos más "trabajados" 

Lo que escribe Vilas 2 años después, en su diario de 1977: 

En todas las guerras -la de guerrillas incluida-, la principal lucha se desenvuelve entre los ejércitos para ganar primero y retener después la iniciativa. Ganar la iniciativa supone ganar dos tipos de ventajas: primeramente en cuanto a la actividad que, contrastada pasividad del bando contrario, que se limita con la actividad ofensiva de las fuerzas legales; seguidamente, el Ejército que gane la iniciativa tendrá de su lado una libertad de maniobra infinitamente superior a la del adversario. Hasta el comienzo de las operaciones el ERP tenía la iniciativa y desplegaba entre la población una política de captación e intimidación, según los casos, que le permitió dominar el territorio y las conciencias. Los campamentos "fules" estaban en el llano y en el monte, cerca de los conglomerados urbanos y rurales, a los cuales se los trabajaba constantemente, llegándose, en Santa Lucía, a domarlos casi en su totalidad


La revista: 

Comenzadas las hostilidades, las presunciones del marxismo demostráronse falsas de toda falsedad. La zona llamada de seguridad, es decir, el sector donde los irregulares gozaban de una tranquilidad absoluta y se desplazaban sin dificultad alguna, pronto dejó de existir. Los campamentos erpianos desaparecieron de los llanos y hoy se encuentran en los montes, con la lógica extinción de la campaña ideológica desarrollada entre los civiles

El diario de Vilas: 

Comenzadas las operaciones en la selva, las presunciones del marxismo, que suponía ineficiente al Ejército Argentino, demostráronse falsas. La zona llamada semiliberada, es decir, el sector donde los irregulares gozaban de una tranquilidad absoluta y dentro del cual se desplazaban sin dificultades, pronto dejó de existir. Los campamentos del ERP desaparecieron de los llanos, y si bien fueron reconstruídos en la selva, ya la situación se tornaba diferente. El ERP podía seguir desplazándose de un lugar a otro, pero ya no tenía inmunidad, no podía desenvolver libremente su campaña de acción política en las ciudades [...] 


Hay un par de párrafos más a comparar entre la revista y el diario de campaña del represor

La narrativa y su estilo es muuuuuy similar entre ambos. Es posible que Vilas escribiera parcial o totalmente el artículo de la ultra-derechista Restauración de noviembre de 1975 (o que el escritor de la revista ayudara a Vilas en la elaboración del estilo de su diario)

-El hipotético falsificador de izquierda tampoco se molestó demasiado en ser más explícito con la confesión de tortura. Porque si bien es cierto que en el diario de operaciones el narrador admite que se atormentaba a los detenidos, dicha confesión no es explícita sino implícita. Tal vez lo suficientemente explícita para que no quepan dudas de lo que se estaba refiriendo, pero no son declaraciones tan abiertas

Esto es lo más comprometido que escribió Vilas sobre la tortura:

Hubo que olvidar por un instante -un instante que se prolongó diez meses- las enseñanzas del Colegio Militar y las leyes de la guerra donde el honor y la ética son partes esenciales, aunque muchos no lo crean así, consubstanciarse con este nuevo tipo de lucha para extraer saldos positivos. Si por respeto a las normas clásicas nos hubiésemos abstenido de emplear métodos no convencionales, la tarea de inteligencia -y ésta era una guerra de inteligencia- se habría tornado imposible de llevar adelante.-

Con todo, y contra lo que se supone, la violencia no es el principal ni el más eficaz de los métodos, que en determinados casos, especialmente cuando se necesita tener una información rápida, la violencia física ejercida contra el subversivo sea la única de cumplir con el objetivo. De lo contrario, la forma mejor de interrogar es rebatir los argumentos del contrario, demostrándole que el interrogador conoce a la familia del detenido, conoce sus antecedentes, sus gustos, ideas, preferencias políticas, etc. Psicológicamente, entonces, el subversivo se sabe perdido. Si no declara, sabiendo que nosotros conocíamos sus andanzas se arriesgaba a perder la vida; si declara, en cambio, se le ofrecen determinadas comodidades -comida, posibilidad de aseo, permiso para leer o hablar, respeto de sus horas de descanso- que pueden parecer baladíes, pero que si se carece de ellas durante algún tiempo la existencia se torna insoportable.-

En cuanto a los interrogatorios, los interrogadores y los interrogados hay un par de cuestiones las cuales es hora de aclarar: en primer instancia es falso de toda falsedad que los hombres encargados de tomar declaración, empleando muchas veces métodos no convencionales, quedasen traumatizados o con psicosis de guerra. Mi experiencia al respecto, y creo tener algún derecho para referirme al tema, no registra un solo caso de brutalidad gratuita o placer morboso en los interrogatorios

En segundo lugar, es menester desmontar uno de los principales mitos del enemigo, referente a su capacidad de resistencia para soportar el castigo físico y psicológico. Tarde o temprano su capacidad se agota, los guerrilleros terminan "quebrándose", como se dice en el lenguaje operativo.-


Como notan, no menciona siquiera la palabra "tortura" o "tormentos". Es obvio que se está refiriendo a ella de todas maneras. Pero, para un falsificador que pretendía perjudicarlo, sorprende que no sea más explícito todavía (aquí Vilas adopta la estrategia que repetirán libros posteriores como "Yo Fui Vargas" del represor Vergez: confesar muy tímidamente que se utilizaba la violencia en los interrogatorios y luego pasar a otra cosa)

En comparación, veamos por ejemplo lo que escribió el falsificador del Plan de Operaciones de Mariano Moreno de 1810 (rastreado por primera vez en el año 1829), que hoy ya se sabe que es falso por el descubrimiento del libro "Un Plagio Bicentenario". El apócrifo Mariano Moreno escribió:

Sentado el principio que en toda revolución hay tres clases de individuos: la primera, los adictos al sistema que se defiende; la segunda, los enemigos declarados y conocidos; la tercera, los silenciosos espectadores, que manteniendo una neutralidad, son realmente los verdaderos egoístas [...]

Con los segundos [los enemigos] debe observar el Gobierno una conducta muy distinta, y es la más cruel y sanguinaria; la menor especie debe ser castigada, y aun en los juicios extraordinarios y asuntos particulares debe siempre preferirse el patriota, porque, siendo una verdad el ser amante a su patria, es digno a que se le anteponga, y se forme de él no sólo el mejor concepto, sino que también se le proporcione la mejor comodidad y ventajas: es lo primero; y lo segundo, porque aprisionando más su voluntad, se gana un partidario y orador que forma con su adhesión una parte sólida de su cimiento.

Igualmente con los segundos, a la menor semiprueba
de hechos, palabras, etc., contra la causa, debe castigarse con pena capital, principalmente cuando concurran las circunstancias de recaer en sujetos de talento, riqueza, carácter, y de alguna opinión 

Consiguientemente, cuantos caigan en poder de la
Patria de estos segundos exteriores e interiores, como gobernadores, capitanes generales, mariscales de campo, coroneles, brigadieres, y cualesquiera otros de los sujetos que obtienen los primeros empleos de los pueblos que aún no nos han obedecido, y cualesquiera otra clase de personas de talento, riqueza, opinión y concepto, principalmente las que tienen un conocimiento completo del país, sus situaciones, caracteres de sus habitantes, noticias exactas de los principios de la revolución y demás circunstancias de esta América, debe
decapitárselos

[...]

Y en consecuencia creería no haber cumplido, tanto con
la comisión con que se me ha honrado, como con la gratitud que debo a la Patria, si no manifestase mis ideas según y cómo las siente el corazón más propias, y los conocimientos que me han franqueado veinticinco años de estudio constante sobre el corazón humano, en cuyo, sin que me domine la vanidad, creo tener algún voto en sus funciones intelectuales; y por lo contrario, si moderando mis reflexiones no mostrase los pasos verdaderos de la felicidad, sería un reo digno de la mayor execración; y así no debe escandalizar el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda costa, aun cuando tengan semejanza con las costumbres de los antropófagos y caribes. Y sino, ¿por qué nos pintan a la libertad ciega y armada de un puñal? Porque ningún estado envejecido o provincias, pueden regenerarse ni cortar sus corrompidos abusos, sin verter arroyos de sangre

pag. 282; 284:


Aquí el falsificador no se priva de hacer quedar a Mariano Moreno como un sanguinario que quiere cortar cabezas de los enemigos u opositores, y verter arroyos de sangre (no metafóricamente hablando); además de otras propuestas de dudosa moralidad que se encuentra en el Plan (ser condescendientes con los adictos a la revolución y premiarlos, instalar un sistema de espionaje, usar la mentira como propaganda, etc.)

-El falsificador de izquierda es lo suficientemente honesto como para recordar, con el tono negativo correspondiente, los episodios tales como la muerte de la hija del Capitán Viola y sus infortunios derivados como la cirugía en la cabeza que le hicieron a la otra hermanita (no era la mejor propaganda que se le podría conceder al ERP en vista que el homicida de la hija de Viola se encontraba purgando condena en prisión en esos tiempos)

-En el diario de Vilas se origina una contradicción sobre la declaración de 600 combatientes de la guerrilla del ERP rural, en contraste con la demás info de su mismo diario, como los gráficos de la composición de la compañía de monte. La contradicción es entendible en Vilas por la mezcla con los informes de inteligencia (cifra basada en directivas o informes militares como la directiva 333/75). Pero no sería entendible una contradicción de este estilo para una persona ya predispuesta a fabricar un falso diario de cierta coherencia



Evidente contradicción en el diario de campaña del represor Acdel Vilas: por un lado dice que la compañía de monte del ERP "Ramón Rosa Jimenez" se componía de 600 combatientes a fines de 1974, y por el otro el mismo autor anexa un gráfico de la compañía guerrillera donde no llega a los 90 combatientes permanentes (esta cifra más baja compatibiliza con las restantes fuentes; véase nuestro posteo sobre el ERP rural)



-Y por supuesto, está el hecho que Vilas nunca desmintió la autoría del diario de operaciones. Este último elemento es un supuesto un poquito más débil, porque partimos de la lógica que nadie está obligado a desmentir cada tontería que dicen de uno, y pusimos el ejemplo de Luis Labraña. Sin embargo, es obligatorio introducir un importante matiz: Labraña no confesó ningún delito con el asunto de su "invento" de los 30 mil ni involucró a las madres de plaza de Mayo en nada delictivo..... algo muuuuuy diferente al diario de operaciones, donde se narran situaciones muy graves. En el diario se confiesa que los detenidos no fueron sometidos a proceso legal, que se aplicaron tormentos, que fueron derivados a lugares de reunión de detenidos en vez de cárceles legales. Son delitos muy graves de un diario difundido en tiempos muy turbulentos: a mediados de los 80 el represor Vilas estaba siendo juzgado por los crímenes de Bahía Blanca. Que Vilas nunca haya desmentido ese diario como suyo, ese diario que lo incrimina en cosas tan gravosas, que no lo haya desmentido resulta infinitamente más significativo que la pavada de Labraña. Que Carlotto o Bonafini no desmintieran a Labraña es coherente. Lo de Vilas, no

(en comparativa, el Plan de Operaciones de Mariano Moreno se descubrió con posterioridad a su muerte en 1811; frustrando la posibilidad de Moreno de pronunciarse al respecto o abstenerse)

No solo Vilas no lo desmintió, sino que tampoco lo desmintió Carlos Tórtora, quien estaba señalado como el corrector del diario. La prensa de Página 12 lo señalaba a Tórtora ya en 1987 como quien corrige a pedido de Vilas el manuscrito. Referencia 31, pag. 33 de este enlace: 


De esta omisión se aprovechó el autor Alipio Paoletti en su libro de 1987 sobre los campos de concentración argentinos, titulado "Como los nazis. Como en Vietnam". Allí escribe sobre el caso del diario de Vilas:

En fecha reciente se han revelado tramos de un libro que escribió en 1977 el general Acdel Edgardo Vilas, el primer comandante del Operativo Independencia. Vilas es un ultraderechista que se identifica con los sectores más reaccionarios del Justicialismo. El texto, aún inédito, consta de 329 páginas y algunos pasajes son de antología, tanto por el cinismo de su autor como por sus aberraciones morales, políticas y filosóficas

[a continuación transcribe varios párrafos del manuscrito]

Ha transcurrido tiempo suficiente desde la divulgación del texto escrito por el general Vilas para, en su caso, ser desmentido. Tiene una sola virtud: con franqueza brutal devela la "doctrina" empleada en la guerra sucia que las Fuerzas Armadas declararon entonces contra su propio pueblo 

pag. 18:


-Cabe preguntarse también cuál era el sentido del falsificador de elaborar un diario de campaña que contara sucesos anteriores al 24 de marzo de 1976, cuando judicialmente era muy improbable en los tiempos de Alfonsín que se juzgara a los militares por hechos anteriores al golpe de Estado. Acdel Vilas fue juzgado por Bahía Blanca en la época de los 80, no por Tucumán 

(no vale aducir el argumento que quizás el falsificador pretendía que se conociera lo sucedido antes del golpe de Estado, pues la CONADEP en el libro "Nunca Más" menciona superficialmente a la escuelita de Famaillá como un centro clandestino anterior a la irrupción del gobierno militar, y hace alusión a desapariciones anteriores al 24 de marzo. En el diario de operaciones, la alusión a la escuelita de Famaillá también es superficial y únicamente importa la cifra de detenidos)

-Si el falsificador era de izquierda pero por algún motivo odiaba a muerte a la guerrilla del ERP, eso explicaría algunas cosas (por ejemplo el recordarle al lector la muerte de la hija de Viola y la cirugía a la otra hermana), pero no tendría sentido con otras ¿Por qué el falsificador diría que las 1507 personas detenidas de Famaillá estaban "acusadas de mantener relación estrecha con el enemigo"? ¿Quería incriminar a absolutamente todos los detenidos con el ERP?? Entre otras incongruencias

-Está el caso de la misteriosa e incómoda muerte del soldado Berdina

Según la "versión oficial" del Ejército, el subteniente Rodolfo Berdina murió en una emboscada del ERP junto con otro soldado (Maldonado) en septiembre de 1975. Pero este caso tiene sombras bastante gruesas de duda. El periodista Martín Andersen, el mismo que consiguió la primera copia del manuscrito de Vilas, se entrevistó con un periodista tucumano de La Gaceta, Arturo Álvarez Sosa, el 23 de octubre de 1985, quien le contó lo siguiente: 

El doctor Juan Carlos Picchini, un médico del hospital Militar, explicó las circunstancias de la muerte del teniente y la preocupación de Vilas sobre lo que el accidente significaba para su propia carrera. Mientras Picchini intentaba salvarle la vida a Berdina, Vilas y sus guardaespaldas irrumpieron en la sala de operaciones. "Vilas le imploró a Picchini que le salvara la vida a Berdina, diciendo que el disparo había sido un accidente terrible y preguntándose cómo iba a explicar la muerte de uno de sus oficiales a sus superiores. Picchini echó al general y sus hombres, y le dijo a Vilas que a pesar que él fuera experto en el campo de batalla, en el quirófano él [Picchini] era el general"

extraído del sig. link, pag. 179 referencia 3:


Sin dudas Picchini tuvo muchos huevos para echar al propio jefe del Operativo Independencia de su quirófano, pero al margen de esa apreciación el testimonio ilustra que la muerte de Berdina fue un accidente. No una emboscada del ERP, sino una muerte de "misma tropa"; lo que después adornaron como un muerto caído heroicamente en combate contra la guerrilla rural

Algo similar cuenta el periodista Marcos Taire:

Al subteniente Berdina lo mató un compañero, pero no porque lo quisiera asesinar sino porque hicieron una patrulla en las afueras de Caspinchango, al atardecer; hubo ruido, se aterrorizaron, tiraron tiros para todos lados y un compañero le pegó un tiro en la espalda a Berdina. Lo llevan al Hospital Militar, grave, muriéndose ya y el médico que atiende a Berdina cuenta que Vilas le pide “sálvemelo”. Pero “tiene un balazo terrible, le rompió la columna, le perforó un pulmón…”. “¡Qué drama! le pegó un tiro un compañero”, le dice Vilas al médico

sig. link pag. 21:


Uno podrá confiar o desconfiar de estos testimonios, no importa eso ahora. Lo que importa, es que las dudas sobre la muerte de Berdina estaban presentes desde antes de la publicación del manuscrito de Vilas. Si el manuscrito fuese falso y el objetivo era perjudicar a Vilas, la versión de "misma tropa" debería reflejarse en su diario

Pero en el diario, Vilas (o el presunto falsificador perjudicador) cuenta otra versión. Transcribe en su diario la misiva que le diera el Ejército a la familia del subteniente Berdina: 

Luego de cumplir una misión de dos días se juntan dos secciones, una de ellas a cargo del Subteniente Berdina, quedando a las órdenes de este último, mientras el jefe de la otra sección gestiona los camiones para transporte. Muy cerca de la salida del monte y casi a un par de minutos de juntarse las dos secciones nuevamente, los hombres más adelantados de Berdina chocan y sorprenden a varios guerrilleros (una mujer entre ellos) y se inicia un tiroteo. Berdina se adelanta a la carrera a tomar impresión personal de la situación con el soldado Maldonado, sobrepasando a los dos Suboficiales que le indican la presencia del enemigo

Al sobrepasar a todas las fracciones, Berdina y Maldonado son alcanzados por disparos, muriendo el soldado instantáneamente

Como usted podrá darse cuenta, su hijo corrió personalmente los máximos riesgos, asumiéndolos, sin arriesgar a uno solo de sus hombres. Por eso aquí lo consideramos un héroe

El disparo que alcanzó a Berdina provino de la guerrilla, dado que era la única que llevaba pistola Amet 9 milímetros, siendo ese el único impacto que presentaba. La evacuación de Berdina se efectuó con la máxima premura dentro de lo humanamente posible y con gran riesgo del piloto del helicóptero que debió operar de noche, en circunstancias particularmente difíciles


No se pronuncia en su manuscrito sobre las dudas que su muerte fuese provocada por sus compañeros de misma tropa. Lo que resulta inentendible si el diario estuviese falsificado por alguien que desea perjudicar a Vilas

Lo extraño de esa carta, es la aclaración de: "El disparo que alcanzó a Berdina provino de la guerrilla, dado que era la única que llevaba pistola Amet 9 milímetros, siendo ese el único impacto que presentaba". No es necesario hacer una aclaración de ese estilo en un combate contra la guerrilla, pues se sobrentiende que la muerte le vino en un acto combativo contra el enemigo artero (en otros partes de guerra o comunicados no hacen aclaraciones de ese tipo). La especificación de la pistola 9 mm, por tanto, parece supérflua. En cualquier caso, da igual si Berdina murió por culpa de sus propios amigos o del ERP, sino que aún aceptando que lo mataron los guerrilleros, no se entendería que un falsificador omita la versión que compromete a Vilas

[Cabe destacar que en el Ejército argentino hoy día, todavía siguen considerando que la muerte de Berdina se produjo por un combate contra la guerrilla: 


]

-En la revista SOMOS de septiembre de 1977, el autor de la nota transcribe la declaración que Bussi le dijo a Vilas al terminar su gestión. La declaración, tal como se encuentra en la nota es: "General, usted no me ha dejado nada. Lo ha hecho todo". Pag 17: 


Esto difiere ligeramente el diario de campaña, en el que se escribe: "Vilas, usted no me ha dejado nada por hacer". Más adelante vamos a ver que la declaración contenida en el diario es más fiel, lo que es un nuevo punto en contra del presunto falsificador quien solo pudo conocer la frase tal cuál se anotaba en la revista SOMOS

-El manuscrito original de este diario contiene correcciones a mano (que según el testimonio de Verbitsky, corresponderían tanto al autor Vilas como a su amigo, el periodista Carlos Tórtola). Si el diario estuviese falsificado, el brillante falsificador se expone a una eventual pericia caligráfica que desbarate su laborioso texto

-El diario tiene una extensión de aproximadamente más de 200 páginas, de las cuales el aspecto puramente incriminatorio no ocupa tanto espacio. Apenas unas pocas páginas en total, y el resto lo dedica a otros apartados del Operativo Independencia bajo su óptica personal, o a otros pensamientos que, aún cuestionables, no constituyen un problema penal ¿Acaso el falsificador escribió 200 páginas para que lo realmente incriminatorio ocupe poco espacio? Esto teniendo en cuenta que se podía haber escrito un folleto de menor número de hojas, como el caso de los folletos de Vilas sobre Bahía Blanca y Tucumán. El diario ni siquiera describe la vida cotidiana en el Lugar de Reunión de Detenidos, solo lo trata externamente el tema mencionando su existencia, el número de prisioneros y la importancia del lugar para los interrogatorios incluyendo la custodia del centro y clasificación de los presos; pero nada más. No grafica el lugar, no pormenoriza horarios ni la logística, no detalla la calidad de sus detenidos, no detalla la productividad obtenida de esos interrogatorios (excepto una breve referencia a que se obtuvo información en los interrogatorios que el ERP advertía la llegada del ejército a través del llenado de combustibles), no cuenta las desapariciones, ni cuenta las "anécdotas" del trabajo

-En la gestión de Vilas, no solo estaba la escuelita de Famaillá como único centro clandestino. Hubo otros centros. Pero en su diario de campaña, solo es mencionado la escuelita; ni siquiera se menciona alguna base o ingenio donde se "interrogase". Cabe preguntarse por qué el falsificador no hizo mención a los otros lugares ilegales de detención si tenía tantas ganas de perjudicar a Vilas

-Hay otros detalles que desde la perspectiva de Vilas no tienen relevancia, pero desde la perspectiva de un hipotético falsificador no se entienden. Un ejemplo es que en el diario, el represor Vilas se queja modestamente que el sistema de relevos le sería contraproducente ¿Por qué el falsificador querría perfilar a Vilas como una persona en contra del sistema de relevos? Sobre todo cuando ese aspecto tiene su trascendencia a nivel jurídico-penal. Idem cuando en el diario se dice que la violencia (en los interrogatorios) no es el principal ni el más eficaz método para obtener una información rápida. O cuando escribe que se liberó a 20 cabecillas del ERP

También podríamos agregar la directiva 333 en su anexo 1, donde remarca la legalidad del operativo (en contraposición con las ilegalidades cometidas por Vilas), algo que no tiene sentido en la construcción del falsificador. O habría que preguntarse por qué el falsificador no explicita el falso enfrentamiento y la acción psicológica de Mónica Morán; si la intención era ensuciar a Vilas (en el diario de campaña, no se hace mención a esta docente asesinada sino que relata el enfrentamiento contra 5 subversivos el 24 de junio; pero en su conocida declaración judicial de Bahía Blanca, Vilas reconoce que ella sola murió y se armó un escenario de acción psicológica, simulando los restantes 4 muertos)


parágrafo 65 y referencia 103:


También Vilas se hace el "sota" con la masacre de la Capilla de Rosario, que lo disfraza como un enfrentamiento con 17 bajas enemigas


En Vilas se entiende esa actitud, pero no para un falsificador que desea perjudicarlo

-El diario "ensucia" a Vilas de manera más o menos directa, pero no ensucia directamente a otros personajes más importantes (como Videla por ejemplo, que en el diario solo queda ensuciado indirectamente por las tareas de Vilas) ¿Cuál era la intención del falsificador de agarrárselas únicamente con el primer comandante del Operativo Independencia? ¿Por qué elegir escribir un material de este estilo para atacar solo a Vilas?


Las coincidencias:

En el siguiente documento de la SIDE del 24 de mayo de 1976, rotulado como "estrictamente secreto y confidencial" y presentado en la Justicia en los actuales juicios de lesa humanidad, se menciona el sistema de mensajes en clave que utilizaba el ERP. Pag. 6:


Este sistema de claves es similar al que usaban en la compañía de monte: una grilla con letras de alfabeto numeradas. Dicho sistema es mencionado en el diario de Vilas: 


Esto es una prueba de coincidencia: lo escrito en el diario de Vilas es coherente con los documentos confidenciales de los represores militares (en este caso la SIDE). Es improbable que un falsificador conociera estos documentos en los años 80. Y únicamente si fuiste un comunicante importante del ERP podrías conocer la existencia de dicho sistema de mensajes cifrados, pero no tiene mucho sentido adjudicar el diario a una falsificación de un simpatizante del ERP (en vista que el diario tiene un marcado tono negativo hacia el ERP, recordando episodios incómodos como la muerte de la niña de Viola)



Sistema de claves que usaba el ERP pára cifrar sus mensajes


Ejemplo de un mensaje reconstruido con las claves


Se publicó una entrevista que le realizaron al comandante del Operativo Independencia en 1983, y que nunca salió a la luz hasta años después. Aquí la entrevista inédita que ya se había publicado con la muerte de Vilas:

https://www.infobae.com/historia-argentina/2019/01/28/el-siniestro-general-acdel-vilas-el-aniquilador-de-la-guerrilla-de-tucuman-al-que-bussi-le-robo-todo/ 

Allí el entrevistado (Vilas), repite no solo frases particulares que aparecen en el diario ("Dios lo quiso"; "Era como curar una pulmonía con aspirinas"), no solo repite la personalidad desbocada de confesar sus delitos (Vilas le comenta al reportero cómo detenían al subversivo), sino que también repite declaraciones como la frase que le dijo Bussi: "General, usted casi que no me dejó nada por hacer" a secas, o su crítica al profesionalismo integrado de los militares, su párrafo dedicado a los clásicos franceses acerca del ejército mal adaptado. Si el diario de operaciones hubiese sido falsificado, el farsante tenía demasiada puntería para adivinar varias coincidencias sobre una entrevista que no fue publicada en el momento de la difusión del diario. El presunto impostor todavía coincide en la actitud narrativamente vacilante de Vilas respecto a la cifra de combatientes: en el folleto del plan táctico contra el ERP el represor estima 350 combatientes y 1.000 de logística (se repite la ecuación en la revista Somos); en la entrevista inédita unos 300 combatientes y 200-300 de logística (tal vez aquí no incluye la propaganda a diferencia de los anteriores 1.000 de logística); en el diario de operaciones unos 600 combatientes (quizás el represor acopló la logística al cálculo) pero al mismo tiempo esquematiza con gráficos un número menor. Hay otras coincidencias como la desmentida del atentado del ERP al avión, la necesidad de declarar a Tucumán como zona de emergencia, etc.

En el diario de operaciones, se describen sucesos y personas que únicamente Vilas o los allegados más directos a la represión podían conocer en ese año 1986 (cuando se publicó el diario). Desde los 400 sujetos individualizados en Manchalá (luego confirmado por el parte de guerra que reprodujo el libro del Circulo Militar titulado "La Guerrilla en Tucumán: Una historia no escrita"), hasta los nombres de la nómina de bajas como Ñata Monasterio (que no había recibido denuncia de la CONADEP de 1984 y recién en 1999 se denunció su caso) u otras víctimas que en los juicios actuales han sido señaladas como sobrevivientes o muertos de Tucumán, ya no por testimonios de familiares y sobrevivientes únicamente sino por nóminas de la policía represiva. Si Vilas nunca escribió tal cosa, el falsificador debió emprender una titánica tarea de investigación en tan poco tiempo para que coincida todo en 1986 con los juicios celebrados mucho después, con los documentos policiales de los represores, etc.

https://www.cels.org.ar/common/documentos/ProcesamientoOperativoIndependencia.pdf 

También el diario de operaciones se refiere al sistema de relevos de efectivos, que posteriormente se conocería judicialmente como "pacto de sangre" (donde todos los efectivos posibles del ejército y de otras fuerzas se manchaban con los crímenes para que nadie hablara. Esto mediante un sistema de relevos cada 1 mes, renovando la plantilla de soldados). De ese pacto se sabe su implementación real (no solo su directiva) por los testimonios de vecinos cercanos a los centros clandestinos, que veían pasar distintos tipos de fuerza; asi que el supuesto falsificador del diario estaba demasiado bien informado en el 86 como para considerarlo una fuente anónima confiable. Y otros detalles íntimos que Vilas o poquitos allegados a su persona podían conocer. Es un botón de muestra, el lector interesado observará otras coincidencias y detalles que en el momento de su difusión no podía conocerse normalmente 

enlace al diario de operaciones:

https://web.archive.org/web/20031112080748/http://www.nuncamas.org/investig/vilas/acdel_00.htm 

O cuando Vilas escribe que a los detenidos de Famaillá los clasificaba en 3 grupos, lo que es coincidente con las cintas blancas, celestes y rojas que recibían los prisioneros de ese CCD:


Pero, sintéticamente, la más aplastante pregunta que funciona de suposición maestra y coincidencia maestra ¿Cómo lograron conocer los asuntos de Vilas tan íntimamente como para evitar contradicciones, por ejemplo ponerlo a él o sus asociados y enemigos en el lugar equivocado en la fecha incorrecta?

El interesado podrá también comparar los datos pocos conocidos cruzando el diario de operaciones de Vilas con el libro "La Guerrilla en Tucumán: Una historia no escrita" cuyo autor es un miembro del Destacamento de Inteligencia 142: ni más ni menos que el jefe de Inteligencia del Operativo Independencia. El libro fue editado oficialmente por el Circulo Militar. Basta con leer desde la página 186 en adelante esa publicación y compararla secuencialmente con los planes tácticos descritos en el diario de campaña, para sentirse dispensado de mayor convicción puesto que ambos libros tocan los mismos detalles. Desde un enfoque inverso, muchos datos que escribe Vilas en su diario posteriormente serían reflejados en el libro del jefe de inteligencia del Operativo Independencia, lo que significa que este último "avala" con su propio libro varios de los datos del diario

No nos referimos a coincidencias obvias y propias del operativo, como que los dos textos hablen del combate de Manchalá. Nos referimos a similitudes en la forma de narrar el operativo, en el orden de algunos de sus elementos, o contando detalles que no son propios de una narrativa general. Esto implica una visión del ejército muy "única" de ver el operativo y su éxito, distinta del actor promedio que observa los hechos. O puede sugerir que González Breard tenía una copia personal del manuscrito de Vilas y decidió confiar en ello por una serie de cuestiones inherentes a su trabajo de inteligencia (tal vez Vilas le compartió una copia, tal vez Breard lo corrobore con su trabajo de inteligencia en ese periodo). En cualquier caso, beneficia a la idea de la autenticidad


Similitudes entre el diario de campaña y el libro "La Guerrilla en Tucumán", secuencialmente: 

-Los dos libros mencionan los 3 comunicados iniciales de Vilas 

-Los dos libros se refieren a la pérdida de libertad de movimiento del ERP rural con la llegada del ejército

-Los dos libros mencionan los comunicados iniciales del ERP sobre el Operativo Independencia

-Ambos textos mencionan la cifra de 1.500 efectivos del ejército al momento de la iniciación del 2do plan táctico

-Los dos libros mencionan los contactos eclesiásticos y con los docentes

-Los dos libros mencionan la muerte de 2 guerrilleros en marzo del 75 (aunque el libro de González Breard añade que intentaban llevar al monte una radio de alta frecuencia; detalle que no aparece en el diario de Vilas)

-Ambos libros mencionan la dificultad del ERP de comunicarse desde la ruta 38, o el levantamiento de sus campamentos en La Higuera

-Se mencionan en ambos libros las operaciones rápidas o relámpago de una Fuerza de Tareas. Pero divergen en el nombre: el diario de Vilas lo llama "San Miguel" a esa fuerza de tareas, mientras el libro de Breard la llama "San Martín". Lo cierto es que no existía una fuerza de tareas "San Martín" pero SI la denominada "San Miguel" como indica el diario de Vilas (se presume entonces un error de tipeo en González Breard)

-Se menciona en los dos libros que los efectivos del ERP rural comienzan a irse a otras provincias después de la derrota de Manchalá

-Se menciona los 400 sujetos individualizados de Manchalá (el libro de González Breard lo hace a través del parte de guerra de Vilas). El diario de Vilas, en el apartado que enlista las posesiones secuestradas en el combate, consigna la captura de 20 cuadernos con apuntes de integrantes de la organización, y 17 libretas capturadas que contienen direcciones y apuntes varios

-Los dos mencionan el secuestro de armas en los primeros días de junio

-Se habla de la re-estructuración del dispositivo en el plan táctico 5

-Los dos libros mencionan el plenario de octubre del ERP rural, con las mismas evaluaciones de los pelotones

entre otras, como el acuerdo de las 62 organizaciones / la CGT con Vilas para no hacer huelgas (pag. 130 del libro de Breard), etc.



Contratapa del libro "La Guerrilla en Tucumán: Una Historia No Escrita", donde se describe la trayectoria del autor del libro. Entre otras cosas, fue jefe de inteligencia del Op. Independencia. Foto sacada del siguiente enlace que vende el libro: 



Pero el libro escrito por el jefe de inteligencia del Operativo Independencia, coronel Eusebio González Breard, no solo posee datos coincidentes con el diario de Vilas, sino que utiliza narraciones de Vilas que tienen un estilo muy parecido a su diario. Un ejemplo es la página 223 del libro de González, en el que toma la narración de Vilas para el combate de San Gabriel: González no explica de dónde obtuvo la narración, pero si uno compara hay bastante similitudes con el diario de Vilas, lo que marcaría un estilo narrativo en Vilas 



Mucho más evidente es la comparación entre la página 191 del libro de González, que reproduce el parte de guerra de Vilas del combate de Pueblo Viejo, con el diario de operaciones que narra ese enfrentamiento con las mismas parrafadas 


El libro de González Breard no se pronuncia sobre la escuelita de Famaillá, pero en la página 138 estima en 1.200 hombres como estructura de apoyo del ERP en la ciudad (sin contar los 130 combatientes estimados de la compañía de monte)


El diario de campaña coincide con su folleto "El Plan Táctico que posibilitó la victoria contra el Ejército Revolucionario del Pueblo en 1975", en detalles como el llenado de combustible de los camiones militares advirtiendo al ERP (pag. 6 del plan táctico en el enlace). En el diario se añade que la información se obtuvo en los interrogatorios 




Acdel Vilas declaró ante el CONSUFA (Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas) en diciembre de 1984 y se explayó sobre el funcionamiento de la escuelita de Famaillá. En la transcripción de las declaraciones no aparece el número de prisioneros sino la alusión a "elevado número de detenidos" y cinco aulas de la escuela como dormitorios de los detenidos. No obstante se transcribe otros detalles coincidentes con lo que había escrito en el diario, como por ejemplo la clasificación de los detenidos (entre otras cosas para derivarlos al PEN y la cárcel legal), o la presencia de interrogadores del ejército, la custodia de Gendarmería en el lugar, etc. En el minuto 8:01:50 de este video, extractos de la declaración de Vilas de 1984: 



Uno de los imputados en la megacausa Arsenales, quien fuera miembro de una fuerza de tareas, testimonia que tenía la orden de retener prisioneros por 24 horas, tras lo cual debían derivarlos a Famaillá. Coincidente con lo que escribe Vilas en su diario de campaña. Pag 135 del siguiente enlace:



Como corolario, en sus folletos de época archivados en la Biblioteca del Congreso de la Nación:

https://consulta.bcn.gob.ar/bcn/Catalogo.Buscar?d=P&q=adel+vilas&fe=&fs=32 

En la última hoja de esos folletos, se describe pormenorizadamente el Curriculum de Acdel Vilas con su trayectoria militar. Sobre el último párrafo se indica la labor de difusión teórica del represor, y en una de las oraciones se escribe lo siguiente: 
Entre sus obras inéditas de próxima publicación, figuran "Instauración de un Orden Económico Nacional", "El Operativo Independencia", "El Combate contra la subversión Global en Bahía Blanca" y "Ser Nacional"
Por la alusión "de próxima publicación", cabe deducir que ya estaban escritas esas obras. En una de ellas, figura "El Operativo Independencia". Significa que había una intención de Vilas de publicar una obra relacionada con el Operativo Independencia. No implica que sea "justo" el diario de operaciones, pero es un indicio más que se suma al conjunto para fundamentar la autenticidad del diario a manos de Vilas. También se mencionan otras obras que al día de hoy no se conocen

enlace a uno de los folletos de Vilas. En la última hoja se describe el CV:

https://es.scribd.com/doc/197812805/Bahia-Blanca-el-hecho-historico-por-el-General-Don-Adel-Edgardo-Vilas 


Los tribunales han utilizado el diario de Vilas como prueba, han validado el manuscrito como una prueba. Pero más allá de eso, la autoría de Acdel Vilas en el diario está muy lejos de presentar los conflictos de la autoría de Mariano Moreno con su Plan de Operaciones. Esto tampoco es el escándalo de los falsos diarios de Hitler donde había errores groseros como la confusión de la "A" con la "F":

https://peritocaligrafo-documentoscopia.com/los-diarios-falsos-de-hitler/ 

Pero, por las dudas, a todos aquellos que deseen destruir la evidencia de Vilas, les aviso que su esfuerzo será en vano. Esto se halla muy lejos de otras burdas falsificaciones de documentos históricos. No hay dudas más allá de lo razonable. Incluso si el día de mañana se descubriera que es una falsedad el diario de operaciones, esto no modifica sustancialmente el material probatorio de todo lo que hemos expuesto. Por ejemplo, para la cifra de desaparecidos se encuentran los libros de Etchecolatz y Vergez que SI están registrados (Etchecolatz además publicitó su libro en el programa de Grondona), o la hoja de Flouret proveniente de los archivos estadounidenses desclasificados. Es más: si eliminamos el diario de campaña de Vilas como prueba, todavía nos queda el reportaje a Vilas de la revista Somos de septiembre de 1977 (que se adjunta en el folleto del plan táctico de la derrota del ERP) donde computa un saldo de 634 bajas en el Operativo Independencia hasta la llegada de Bussi, de los cuales 312 son guerrilleros muertos y 322 son heridos y detenidos (en contraste con 24 muertos y 10 heridos del ejército). En los juicios celebrados contra el Op. Independencia y en el RUVTE no aparecen 312 muertos en 1975, por ende ya la revista Somos y Vilas abrieron la boca públicamente con una cifra más alta que la registrada por el Estado


Pero aquellos que pretendan desacreditar el diario de operaciones de Acdel Vilas (suponiendo que exista algún loquito que desee desacreditarlo), deberán refutar las coincidencias con argumentos y construir un perfil convincente del hipotético falsificador, con supuestos bien explicados y razonados. No vale oponer la excusa burda que el diario es inválido por carecer de una firma o reconocimiento del autor, pues eso no eliminaría el interrogante de quién escribió tal cosa, y nuevamente nos conduciría a Vilas como autor por el cúmulo de coincidencias (sumadas a las incongruencias en la construcción de un falsificador de determinadas intenciones). Tampoco se puede excusar con: "no tengo la obligación de demostrar el interés del falsificador o construir un perfil hipotético del mismo" ya que argumentar su falsedad implica asumir positivamente que existe un falsificador. Y en vista de la imposibilidad (por el momento) de demostrar la veracidad o falsedad del diario mediante un cotejo caligráfico, quien acuse de falsedad no puede darse por satisfecho de haber resuelto el problema de autenticidad solo por el argumento de la negativa (no realización del cotejo). Si volvemos con la discusión del Plan de Operaciones de Mariano Moreno, los historiadores que se posicionaron tanto a favor como en contra de su autenticidad, no sacaron el planteo facilista de una pericia caligráfica o la simple atribución en vida del autor del texto para quedar satisfechos, pues eso no era (ni es) posible

 En el diario de campaña prevalece una puesta de información y un estilo narrativo que es coherente con lo que Vilas ha testimoniado en otras ocasiones, y coherente con hechos que se fueron descubriendo. Que Vilas no haya sido la persona que presentó el diario públicamente no lo invalida como autor. Con esa lógica, el material de la CONADEP no hubiese sido válido en el juicio a las juntas por no constituir una autoridad de prevención sobre la prueba; de hecho ese fue uno de los argumentos de la defensa desechados por el tribunal


Así como la Justicia aplica determinados requisitos para creerle a un testigo, tales como: que sus dichos se mantengan en el tiempo, que no cambie la versión que dio anteriormente, que no haya incongruencias graves, que sea verosímil, que se evalúe su mérito, etc. y no pueden estar preocupados todo el tiempo en que el testigo sea o no sea un perfeccionado agente de la mentira (porque se haría imposible llevar un juicio adelante); pues con este tema sucede igual: no hay una crítica seria al diario de Vilas excepto el hecho que Vilas no esté con vida para confirmar si él lo escribió (que dicho sea de paso, siempre existe la posibilidad que diga que no lo escribió él si eso hubiese desembocado en utilizar su diario en contra suya en un juicio). El diario se puede cotejar con otras muestras de Vilas y no hay inconsistencia notoria ni leve

Hasta entonces, en términos de plausibilidad el diario de operaciones pertenece con muy escaso margen de error al represor Acdel Vilas. Además que sería hipócrita que algunos apologistas quieran rechazar ahora la autenticidad del diario cuando ellos mismos también lo usaron como fuente. Aunque probablemente no se animen a desacreditar su autenticidad. Yo he tenido la oportunidad de hablar ocasionalmente con el apologista Nicolás Márquez en Whatsapp, y él al menos no niega la autenticidad del diario de Vilas



*Actualización de septiembre de 2020: la señorita Ana Jemio, quien se dedica a investigar el Operativo Independencia en Tucumán, me contestó en un e-mail lo siguiente: Vilas entregó a los tribunales de Bahía Blanca una valija con documentación militar. Entiendo que, entre esos papeles, se encontraba su propio diario. No puedo confirmar personalmente el dato, pero quien viva en Bahía Blanca y desee tomarse el tiempo de averiguarlo por sí mismo..... de ser cierto, no quedaría ya ninguna duda de la autoría del diario

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