¿Hubo Campos de Concentración en la dictadura?


Una tontería semántica que usaban los represores y usan los apologistas extremos como Nicolás Márquez: te dicen que no hubieron campos de concentración; de hecho no existieron siquiera centros clandestinos de detención. Lo que hubo fueron "Lugares de Reunión de Detenidos", contemplados en la doctrina militar y con la sigla L.R.D. No les gusta que los llamen "Campos de concentración" porque, quizás, les rememore al nazismo, comparación que desean evitar


Cuando al represor Luciano Benjamín Menéndez se le preguntó acerca del centro clandestino "La Perla":
-[entrevistador] La Perla, ¿existió?
-Sí, era un lugar de reunión de detenidos, no una cárcel clandestina... los subversivos estaban ahí más al resguardo de sus pares
(declaración contenida en la revista Gente, 15 de marzo de 1984)


Otros apologistas como José D'Angelo también se incomodan con el término "centro clandestino de detención" o "campo de concentración" y prefiere el de "Lugar de Reunión de Detenidos" (minuto 50:03 del siguiente video)


Ernesto Barreiro, jefe de interrogación de La Perla y La Ribera, y uno de los más destacados torturadores de La Perla, también nos aclara en esta entrevista que no debemos llamarlos como "Centros Clandestinos" sino como "Lugares de Reunión de Detenidos":




El Documento Final que emitió la junta militar en abril de 1983 también se agarra de esta clase de subterfugios para negar los centros clandestinos:
Se habla asimismo de personas "desaparecidas" que se encontrarían detenidas por el gobierno argentino en los más ignotos lugares del país. Todo esto no es sino una falsedad utilizada con fines políticos, ya que en la República no existen lugares secretos de detención, ni hay en los establecimientos carcelarios personas detenidas clandestinamente
Enlace, en la página 13:

http://www.ruinasdigitales.com/revistas/dictadura/Dictadura%20-%20Documento%20Final.pdf 

O en esta versión televisiva del Documento Final, en el minuto 36:31 de este video:



Con toda desvergüenza la junta militar aseguraba que no había personas detenidas secretamente en establecimientos clandestinos, y declaraba a los desaparecidos jurídicamente como muertos.... a pesar que Cecilia Viñas, secuestrada en 1977 por la dictadura, para 1984 todavía continuaba desaparecida con vida en un lugar secreto, al igual que otros detenidos. Viñas desapareció definitivamente en el gobierno de Alfonsín. Incluso la víctima logró llamar a su familia en 1984 y una de esas conversaciones con su madre quedó grabada. Es la última vez que Viñas se comunicó con la familia, para después desaparecer por siempre:



Explicación del caso Cecilia Viñas:

https://www.infobae.com/historia/2018/04/09/la-ultima-victima-de-la-dictadura-el-enigma-de-la-desaparecida-que-llamaba-a-su-familia-durante-la-democracia/ 

Testimonio de la madre de Cecilia Viñas. Acerca de las llamadas que recibió de su hija secuestrada, a partir del minuto 41:10



Eufemismos y trucos semánticos que van en contra del mismo apologismo, pues con esa lógica los secuestrados de la guerrilla no fueron "secuestrados" en sótanos o pozos, sino "detenidos" en "cárceles" (las del pueblo). Con la misma perorata podemos inventarnos los eufemismos que querramos: los judíos del holocausto no fueron asesinados, fueron "evacuados" porque los nazis lo llamaban de ese modo. Y así podemos seguir con las tonterías de Nicolás Márquez, de Ramón Camps, de José D'Angelo y otros


Si tanto les gusta decir "Lugar de Reunión de Detenidos" en vez de "Centro clandestino de detención" o "Campo de Concentración", estaría bueno que se acuerden de la siguiente declaración de un represor: 
En principio, tras seleccionar a los guardias cárceles, les impuse un horario rotativo que les impedía continuar los contactos tomados con subversivos. Pero como ello no era suficiente, decidí separar en tres grupos a los delincuentes subversivos, de modo tal que los más peligrosos e importantes nunca llegaran a la cárcel General Urquiza. Las Fuerzas de Tarea dependientes de la brigada tenían 24 horas para tomarle declaración a los detenidos, tras lo cual debían remitirlos a Famaillá, donde esperaban los interrogadores del Ejército que yo, en forma personal, los había elegido. En el lugar de Reunión de Detenidos se procedía a separarlos en grupos. Algunos recuperaban su libertad por falta de méritos, otros, a los cuales se les había comprobado que tenían explosivos y armas de guerra pasaban -siempre y cuando no los necesitásemos para seguir interrogándolos- a la Justicia Federal de Tucumán, un tercer grupo iba la Cárcel General Urquiza a disposición del PEN
Entre estos últimos y para evitar riesgos inútiles, muchos eran retenidos en Famaillá, procediéndose a su interrogatorio hasta que no fueran de más utilidad. Desde el 10 de febrero hasta el 18 de diciembre de 1975 pasaron por el lugar de reunión de detenidos 1507 personas acusadas de mantener relación estrecha con el enemigo

Esta es una de las tantas pruebas acerca de un número de desaparecidos superior al que tiene registrado al Estado. Gracias a la alusión "pasaron por el lugar de reunión de detenidos 1507 personas". Los apologistas supongo que tendrán bien en claro que en esos lugares de reunión se concentraban los "terroristas" desaparecidos y sobrevivientes

https://web.archive.org/web/20031119132920/http://www.nuncamas.org/investig/vilas/acdel_35.htm  


El falopero de Nicolás Márquez justifica la existencia de estos centros ¡¡¡Y justifica su clandestinidad!!! Lo hace con el argumento bobo y falso que los guerrilleros no podían conocer la ubicación oficial del centro para evitar ataques de fuga. Minuto 13:47


Me gusta que Márquez luego de su explicación, se ataja diciendo que "hay que contextualizarlo, porque si no parecemos dos delirantes que justificamos lo injustificable". No te preocupes Márquez: son dos delirantes justificando lo injustificable

El argumento de este apologista no tiene ningún sentido, con solo recordar un par de cosillas que cualquier persona mínimamente informada conoce:

-En primer lugar hay que decir que, si el objetivo de los represores era que los guerrilleros no conozcan la ubicación del lugar, pues fracasaron miserablemente. Porque se conocieron pocos meses después de la dictadura. Es verdad que no se descubrieron todos los puntos clandestinos rápidamente, pero los campos de concentración más numerosos como la ESMA o La Perla o Campo de Mayo, ya habían sido revelados

Por ejemplo, este informe de Amnistía Internacional es de noviembre de 1976 (8 meses después del golpe de Estado). En la página 40, agrega una lista de los centros clandestinos que habían sido descubiertos:


-En segundo lugar, como ocurre casi siempre con estos estafadores sistemáticos como Agustin Laje o Nicolás Márquez, ellos no ofrecen ninguna estadística de la cantidad de operaciones de fuga, como para avalar la amenaza guerrillera en ese sentido. Por supuesto, todos conocemos intentos de fuga como el ataque del ERP al D-2 de Córdoba; o fugas exitosas como las de Trelew... e incluso esa fuga no fue totalmente externa sino que involucró un fuerte componente "interno" (operaciones dentro de la cárcel). Fuera de ello, los apologistas no dieron cifras contundentes del número de fugados. Que nos den la lista de los "cientos y cientos" de fugados, en un tiempo prudencial

-Y por último, el terrible chanta de Márquez y el otro hijo de prostitutas de Agustin Laje, se olvidan que la dictadura también aplicó las detenciones a disposición del PEN en cárceles oficiales. Por lo que su argumento es totalmente falso aún desde la lógica que los mismos apologistas imponen


Está claro que si esos centros fueron clandestinos, ocultados a la población.... no fue por las imbecilidades que dice Nicolás Márquez. Sino porque los represores querían cometer sus crímenes sin rendir cuentas a la población 

(población que según el apologismo, apoyó totalmente al gobierno.... aunque el gobierno nunca le dijo a la población exactamente qué hacían en esos lugares de reunión de detenidos ni qué clase de enemigo peligrosísimo estaban combatiendo)


Además, la falsedad de Nicolás Márquez sobre las incesantes fugas, entra en colisión con otras tonterías de su narrativa: si suponemos que es totalmente cierto que los guerrilleros se vivían escapando de las cárceles en la dictadura de Lanusse, entonces no se entiende después la tremendísima Caja de Pandora que le adjudican a la amnistía de Campora. Con la lógica de Márquez, es totalmente irrelevante dicha amnistía, pues igual se iban a escapar constantemente de las cárceles

Ese es el nivel de coherencia narrativa del chupa porongas de Nicolás Márquez y su novia pasiva de Agustin Laje 

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