La estupidez de Nicolás Márquez del "Plan de Devolución de Menores" en la dictadura


Los jerarcas enjuiciados por los delitos de la dictadura han insistido que les cupó a ellos la responsabilidad de todo lo sucedido, que sus inferiores simplemente se limitaron a cumplir las órdenes.... paradójicamente, en el caso de la apropiación de bebés el planteo se invierte: los máximos líderes se consideran ajenos a cualquier apropiación y descargan las culpas sobre sus inferiores, urdiendo la historia de apropiaciones particulares

Y esta canalización es la que mantienen los apologistas para exculpar a los represores de importancia y excluir de los objetivos de la dictadura esa tarea. Aparentemente el autor apologista José D'Angelo tendría planeado sacar un libro al respecto en un futuro. Pero como no podía ser de otro modo, Nicolás Márquez canta primero y fuerte, a pesar que estrictamente sus argumentos no son originales sino reciclados de otros interesados. Con argumentos tergiversados y omitiendo la verdadera raíz del problema, Márquez no tiene ningún prurito de caer bajo y defender el robo de bebés

Pero vayamos de a poco ¿Qué es lo que dice Nicolás Márquez? Siendo honestos, utiliza un argumento bastante inteligente que, tal vez, no sea del todo mentira si se le añade un determinado enfoque (pero que, obviamente, no es el apropiado). El argumento se sintetiza en que las fuerzas armadas han secuestrado a muchos "terroristas" con sus respectivos hijos, y que posteriormente los miembros de la represión restituyeron esos hijos a sus familiares o los derivaron a Casas Cuna. Que el número de casos de ese estilo supera con creces al presunto plan sistemático de apropiación de menores. Por lo tanto, no hubo plan sistemático para robar menores, sino todo lo contrario: hubo un "plan sistemático de devolución de menores". En su primer libro, registra unos 227 casos donde las fuerzas armadas restituyeron a sus familiares los hijos. En su libro, en la página 161 expone el cuadro con todos los casos:

https://es.scribd.com/doc/7147723/Marquez-Nicolas-La-Otra-Parte-de-La-Verdad 

Y en este artículo de Prensa Republicana:

https://prensarepublicana.com/ni-chicha-ni-mariani-la-mentira-del-plan-de-robo-de-menores/ 


Aquí tenemos el cuadro de Nicolás Márquez extraído de su libro:










Concretamente, el hijo de re mil puta de Nicolás Márquez escribe:

En la medida en que el estado de guerra civil lo permitía, se actuaba dentro del principio de razonabilidad y legalidad (tal el caso de la orden de Operaciones del Comandante de la Zona 1 o la orden emanada del Ministerio del Interior a la Policía Federal cuya autenticidad fueron avaladas por la fiscalía en la Causa 13). De este modo, se llevaron adelante 227 devoluciones de menores desamparados a familiares o autoridades pertinentes, lo que demuestra que por parte de las fuerzas legales, el único “Plan Sistemático” que hubo fue la devolución conforme a Derecho

Quizás algún trosko se indigne por lo que dice Márquez. Yo realmente no me enojo sino que me maravillo, me quedo con los ojos bien abiertos y tengo ganas de felicitar a Nicolás Márquez por su enorme cara de piedra para escribir eso sin inmutarse. Es un grado de mentira y tergiversación que ralla en la belleza artística


Pero ¿es cierto lo que dice? Sip, Nicolás Márquez tiene razón aquí......... siempre que adoptemos el conveniente enfoque de este apologista. Resulta que, no sorprendentemente, Márquez utiliza el enfoque semántico de "plan de apropiación de menores", con su mágica palabra "menores". No se refiere a "bebés" sino "menores", lo que le permite incluir una categoría de niños superior a los meses de nacimiento o el 1er o 2do año de edad. Con esa ligera modificación, Márquez empieza a dar cátedra acerca de la cantidad de menores devueltos a sus familiares, generalmente ocurridos cuando el prisionero fue secuestrado con parte de su familia y después liberados la mayoría de ellos. Por dar un ejemplo, el apologista incluye el caso de Victor Basterra: resulta que Basterra fue secuestrado junto con su esposa y su hija chiquita, conducidos todos ellos a la ESMA; a la esposa y la hija la liberaron pocos días después y a Basterra lo mantuvieron prisionero por 4 años en la ESMA: 


Y ahí la trampa. A los militares no les interesaba ni les convenía mucho la apropiación de menores que tuviesen una edad tan avanzada de aproximadamente 3;4;5 años (tampoco les convenían bebés ya nacidos de la familia a secuestrar). Además si secuestraban masivamente a familiares para después liberar a varios de ellos, poco sentido tenía quedarse con el hijo 

Asi que, cuando las madres o abuelas de plaza de Mayo hablan de un plan de robo de menores, no se están refiriendo a estas devoluciones porque es evidente que no van por ahí los dardos, sino en la práctica ostensible y demostrable de apropiación de bebés nacidos en centros clandestinos, o tal vez infantes de muy tierna edad desaparecidos por apropiación. Existen varios casos, que luego veremos, de niños nacidos en un hospital "normal" antes de ser secuestrados para siempre. Pero mayoritariamente se trata de niños por nacer el "quid" de las Abuelas de Plaza de Mayo

De todos modos estos secuestros que enumera el apologista no fueron legales, ya que no se procedió con los requisitos de ley para el allanamiento ni se atrapó in fraganti a nadie para autorizar una redada espontánea. Incluso en casos como la familia Santucho, se procedió arbitrariamente a secuestrar a todos los hijos y sobrinos a pesar que ni siquiera estaban buscando al líder del ERP en esos secuestros de niños. Los militares secuestraron estos chicos porque se les dio la gana de hacerlo (después fueron liberados)



Revista Nuevo Hombre, pag. 18, del 18 de diciembre de 1975


Otro enfoque inteligente pero conveniente de Márquez es la inclusión de una variedad amplia que no solo comprende el suceso antedicho sino a los sobrevivientes en sí mismo. Es decir, aquellos que fueron secuestrados con sus hijos de modo constante, pero que sobrevivieron a los centros clandestinos, fueron liberados y por tanto volvieron a estar en sus hogares con el hijo. Un caso conocido es el de Adriana Calvo de Laborde, quien tuvo que parir a su criatura en uno de los autos de los represores. Fue liberada con su bebé después de permanecer en un centro clandestino..... y Nicolás Márquez lo incluye como "devolución"

https://youtu.be/189y8d73NZI?t=186 

Otra vez, a los militares no les convenía apropiarse de bebés de personas que iban a sobrevivir. El plan o la práctica de apropiación de bebés comprendía mayoritariamente a padres o madres desaparecidas ¿Por qué? Por una razón muy simple: una madre asesinada no se va a quejar por su hijo apropiado. Liberar a la madre, pero no darle su hijo, es un contrasentido porque esa madre va a reclamar siempre y molestar. Por tanto, si los militares decidían que una madre sobreviviera, generalmente también le devolvían a su hijo. Si decidían que ella tenía que morir, el hijo no era restituido a sus parientes próximos como abuelos, tíos etc. 

En ese sentido, solo hubo 8 casos de bebés nacidos en centros clandestinos que fueron restituidos a familiares por las fuerzas armadas, según información del RUVTE. Ciertamente hubo algunos casos de mujeres que parieron en centros clandestinos, fueron liberadas pero sus hijos no fueron entregados a las madres:

https://www.abuelas.org.ar/caso/carballo-ruiz-341 


Otras inclusiones que podrían tomar los apologistas tienen que ver con aquellos operativos "legalizados" (una forma de decir). Ejemplo de ello sería Nicolás Berardi, hijo perteneciente al matrimonio Gau: este matrimonio no pasó por un centro de detención sino que los militares públicamente destruyeron el hogar y los mataron dentro, tal como lo hacían en los operativos antisubversivos "públicos"; quedando el chico con vida. El represor Miguel Etchecolatz fue el encargado de devolverlo con sus abuelos 

http://www.laretaguardia.com.ar/2012/12/nicolas-berardi-una-camino-entre.html 

O está el caso de los niños que fueron a parar a las Casa cuna... pero que los apologistas omiten decir que se derivaron allí a sabiendas de la verdadera identidad de sus familiares. Los apologistas por tanto deben recurrir a la mentira que los represores no sabían los nombres de los "terroristas" porque usaban nombres de guerra, y por consiguiente no pudieron darle los bebés a sus abuelos 

En ese sentido, el miserable de Nicolás Márquez se da el lujo de incluir en su cuadro el caso de Emiliano Scotto, un bebé con síndrome de Down a quien los militares se lo entregaron a unos vecinos porque habían matado a sus padres en un operativo; pero los vecinos se lo llevaron al Tribunal de Menores y la jueza, a sabiendas de la identidad del chico, lo derivó a Casa Cuna como NN. El niño murió por falta de cuidados, y Márquez obviamente lo considera como "devolución".... pero en ese sentido, cabe preguntarse qué mérito pudo tener el concepto de devolución; ese concepto se convierte en algo vacío y da un poco de escozor que el apologismo lo incluya. Pero allá ellos 


Todavía el apologista Nicky Márquez en un arrebato de cinismo e inteligencia al mismo tiempo, marca en su cuadro a personas como Diana Oesterheld con la etiqueta de "embarazada". Sin embargo, a la familia Oesterheld no le entregaron el hijo de ese embarazo:


Supongo que Márquez se refería al anterior hijo ya nacido de Oesterheld. En cuyo caso, no tiene sentido mecanografiar la etiqueta de "embarazada" en su cuadrito de devoluciones. Me da la sensación que esto tiene una intención de incautar al lector desprevenido, para dar la imagen que las fuerzas armadas devolvían bebés de embarazos


Tampoco todos esos casos del cuadro son estrictamente "devoluciones". Por ejemplo, a los desaparecidos Tomás Fresneda y María Argañaraz, quienes tenían dos hijos, no los secuestraron a esos hijos para después devolverlos, sino que las fuerzas armadas nunca se los llevaron


Asi que el apologista incluye casos que estrictamente no son devoluciones. Lo que es una mentira innecesaria para su relato porque podría haberlos tomado igualmente como ejemplos que los militares no se llevaban siempre niños. Pero claro, eso habría desembocado en construir dos tipos de listas distintas, y no se podría haber inflado a una lista de 227 casos


Propaganda de la dictadura en la prensa: a fines de 1977 la editorial Atlántida (a cargo en ese entonces de las revistas "Gente"; "Somos" y "Para Ti") informa el caso de "Alejandra" como una niña hija de subversivos muertos en enfrentamiento y suicidio. Las fuerzas armadas bondadosamente están a disposición de devolverla a quiénes la reclamen, pero al parecer nadie se presenta para acogerla. La historia "real" fue un poco diferente y la propaganda sería un tamiz que explica por qué hay tantos niños de "subversivos" sin ser encontrados o en Casas Cuna: 




Más propaganda del gobierno militar sobre niños abandonados en la calle, acusando a los "subversivos" de dejarlos allí 



Noticia de época sobre los "muertos en enfrentamiento" (en este caso, "Paco" Urondo). De paso arremeten contra la actitud de los subversivos de usar los niños como "escudo"


Con tantos artilugios el apologista Márquez y otros apologistas construyen su plan de devolución de menores para rechazar el plan de apropiación o robo o alternación de identidad. Cosa sin sentido porque de haber existido dicho plan de devolución, no se contrapone con otro plan en paralelo. Además, no lo veo como muy conveniente que el sorete de Márquez arme su tesis de la "Devolución" porque por pura lógica eso implicaría aceptar las arbitrariedades de ese sistema devolutivo. Una nueva contradicción interna de la porquería de Nicolás Márquez


-Las mujeres embarazadas y el niño por nacer: la raíz de este problema

Como dije anteriormente, a los militares no les convenía apropiarse de todos los chicos, sino de una porción específica: aquellos casos donde sus padres fuesen asesinados y, lo más importante, sus abuelos no tuvieran certeza de su existencia

Un niño ya nacido, un niño mayorcito de 3 o 4 años, suponía un obstáculo en la apropiación porque sus familiares ya sabían de la existencia de ese niño, hasta podían tener fotos del mismo (e incluso el niño, aún con su corta edad de 4 años, tenía conciencia de quiénes eran sus padres). La única forma de apropiarse de niños ya nacidos de poquísima edad (no más de 1 o 2 años), era fraguando sus muertes para evitar que sus abuelos los reclamaran..... y esto tampoco resultaba tan sencillo porque esos abuelos reclamarían el cadáver del niño a las autoridades 

Hubo casos famosos como el de la beba Matilde Lanouscu, de 6 meses de edad, en donde los militares fraguaron su muerte en un "enfrentamiento antisubversivo" con los padres. Aprovechando la farsa que los militares no conocían el nombre de los guerrilleros, enterraron a todos como NN, lo que dificultó mucho la labor de sus parientes cercanos para obtener los cuerpos. Y cuando finalmente lograron la inhumación, descubrieron que el cadáver de la beba no estaba en el ataúd. Se sospecha su apropiación y Matilde al día de hoy continúa en calidad de "desaparecida" sin saberse si murió o fue apropiada


También la diputada Victoria Montenegro fue apropiada cuando ya había nacido, por mencionar otro episodio conocido

Pero quitando estos casos puntuales, apropiarse de un niño ya nacido era bastante difícil, por las inevitables resistencias de sus familiares

En cambio, había un género de apropiación de menores que los militares consideraron muchísimo menos problemático: la mujer embarazada. Dado que la chica todavía no había dado a luz, los militares no tenían que responder ante nadie de su apropiación cuando naciera en el centro clandestino. Los abuelos jamás sabrían si el bebé nació o no nació; a lo sumo se quedarían con la eterna duda ¿mi nieto nació, o no nació? Las mujeres embarazadas serían asesinadas, sus cuerpos serían arrojados al mar, los bebés apropiados y los abuelos dudando siquiera si tal nieto existe o si su hija murió antes de darlo a luz

Cuando los apologistas más nefastos como Nicolás Máquez o aún Victoria Villarruel, te dicen que no hubo un plan de apropiación de menores, lo que hacen ellos de modo muy inteligente es aprovecharse de esta duda: el bebé ¿nació o no nació? Aunque los apologistas no te lo dicen así, porque estarían obligados a pisar el palito y admitir el secuestro masivo de embarazadas, con las consecuencias de ello


Según los datos del RUVTE, hay un total registrado de 335 casos de embarazadas víctimas de la represión; 38  de sus niños nacidos en cautiverio ya recuperados;  unos 8 de ellos nacidos en cautiverio y entregados por los mismos represores a las familias; y 59 embarazadas asesinadas antes de dar a luz

De los 335 embarazadas entonces, unos 268 casos inicialmente apropiados (independientemente de si  fueron localizados o no). Los restantes 67 casos son las embarazadas asesinadas y los 8 chicos entregados

A esto hay que sumarle 48 niños secuestrados junto a sus padres, que posteriormente fueron derivados a distintos destinos irregulares; estando actualmente en calidad de recuperados o resueltos (aparentemente) sus casos

383 casos totales (335 + 48); unos 153 de ellos localizados/recuperados/resueltos. Quedando 230 casos de embarazadas sin resolver 

Todo esto no abarca la totalidad de niños afectados por la dictadura (no incluye por ejemplo los niños asesinados por las fuerzas armadas, o algunos abortos forzados que practicaron las fuerzas policiales a sobrevivientes) 


Y sig. cuadro:


Cuadro del RUVTE de las 335 embarazadas asesinadas y desaparecidas, desglosado. Pag. 9:


[Aclaración: el RUVTE no es tan preciso con la información como debería. No queda muy claro si los 48 niños señalados los excluye del listado de las 335 embarazadas o los mete dentro. En todo caso, el gráfico no los incluye ni son niños de embarazos. Tampoco detalla si todos esos 48 casos están resueltos o si incluyen dentro del computo a los niños no recuperados como la beba Matilde Lanouscu


]


Esto plantea un dilema de hierro para los apologistas pro-vida como Nicolás Márquez: o bien las fuerzas armadas asesinaron a 230 inocentes (los bebés contenidos dentro de las "terroristas"), lo que implica que los militares SI asesinaban deliberadamente inocentes.... o bien los militares se apropiaron de esos bebés. Cualquiera de las dos opciones perjudica la consistencia ideológica del apologista. Otra contradicción interna del hijo de 30 mil putas de Nicolás Márquez (perdón.... de 7 mil putas). Ni me sorprende lo mal que defiende a sus amados represores con tantas contradicciones

Cierto que los apologistas fumados pueden sacar a colación el salvataje que las mujeres embarazadas eran combatientes que utilizaban los hijos de su embarazo como "escudo". Ya lo dijo Videla en el juicio de Campo de Mayo. Minuto 0:22:


(no fundamenta cómo llega a la conclusión que todas eran "combatientes")


Y Victoria hermosa Villarruel, también lo dijo en su Twitter a sus coterráneos, ya que no deja títere sin cabeza y necesitaba desenmascarar a las "embarazadas terroristas"




Como siempre, no cuantifica ni las embarazadas ni los gravísimos crímenes. Lo deja todo en el aire..... y luego se quejan cuando los llaman "defensores de la dictadura", pero es que esta tipa tampoco es que guarde mucho las apariencias. Capaz que en la mente falopa de Villarruel, toda embarazada montonera estaba con ametralladora en mano copando cuarteles o planteando escenarios de combate con sus pelotones de combate....... no sé cómo lo harían en estado de gravidez (a lo sumo son aptas para tareas menos exigidas y sin necesidad de correr); pero Villarruel quiere que imaginemos a Sarah Connor embarazada poco más, con un fusil en cada mano

Aunque ninguna de estas dos cosas (la huevada que dice Villarruel, y lo que dice Videla), nada de esto explica si esas embarazadas, combatientes o no, Sarahs Connors o no, murieron efectivamente en combate o fueron capturadas. De nuevo las trampas del apologismo: aún si suponemos la ficción que todas las embarazadas eran combatientes más temerarias que Rambo, lo cierto es que no hay prueba alguna que todas ellas muriesen en un enfrentamiento; sino que fueron secuestradas y desaparecidas. Entonces, el bebé de sus vientres estaba "vivo" al momento del secuestro, con todas las condiciones para ser apropiado en clandestinidad. Eso es lo que importa para analizar este tópico de los hijos robados, no si eran combatientes sus madres. Los apologistas están girando la conversación y desviándola 


Pero la apologista Victoria Villarruel, en una conferencia del año 2006, decía lo siguiente:

A nivel local buena parte de la sociedad está comenzando a tomar conciencia que la cuestión de los robos, de los bebés, del plan Cóndor, y de los 30.000 desaparecidos, en realidad responden a un discurso poco fiel al tiempo histórico que intentan describir 


Olvidemos el tema de los 30 mil. Ella se refiere también a los robos de bebés como parte de un "discurso poco fiel" ¿Dónde está la escasa fidelidad? Si la apologista Villarruel lo pudiera explicar mejor, quedaríamos satisfechos


Como sea, si hubo 268 casos de apropiados ¿Por qué no devolvieron los hijos de estas más de 260 embarazadas? Los apologistas como Márquez, Villarruel, Laje no niegan el sistema de secuestro y tortura a los "terroristas". Nicolás Márquez, quizás sin darse cuenta, termina asumiendo que las embarazadas eran "chupadas" (secuestradas), al escribir la siguiente cita de un libro:

La tasa de natalidad creció, notablemente entre las militantes con la primavera democrática de mayo a junio del 73 y volvió a pegar otro salto en el 76 y 77…Este particular instinto de supervivencia explica por qué muchas mujeres tenían hijos pequeños o estaban embarazadas en el momento de ser chupadas


O sea que Márquez parece dar por sentado que hubo embarazadas secuestradas, y no muertas en combate o formulas por el estilo. Del mismo modo que da por sentado que hubo secuestros y torturas en general con los desaparecidos


Entonces ¿Por qué los militares no le preguntaban a la embarazada en la tortura, quiénes eran sus familiares para dejarles el bebé? Es llamativo que los apologistas reconozcan algo del sistema ilegal pero no sus consecuencias lógicas. Mucho más teniendo en consideración que los represores torturaban a los detenidos para que canten las "citas" con sus compañeros de célula, y que el método de tortura se mostró muy efectivo en ese sentido. Ahora carece de sentido que a los militares no se les ocurriera preguntarles a las detenidas quiénes eran sus familiares, para dejar el crío con ellos 

En cualquier caso, la culpa les corresponde claramente a los militares. La culpa de no preguntarles, es de ellos. Bah, "preguntarles" es una forma de ilustrar nomás: los represores no preguntaban pero no por negligencia, sino porque no se les daba la gana devolver esos hijos

Y si la idea es urdir la historieta de apropiaciones particulares de subordinados, pues tampoco guarda mucha coherencia. Tanto los apologistas como los subordinados (imputados o no) dicen que éstos no tenían poder de decisión sobre la vida y la muerte de los desparecidos, ya que esa tarea de elegir quién vive y quién muere le correspondía a sus superiores.... lo cual es verdad. Pero no se entiende cómo los superiores dejaban algo tan sensible (como pieza potencial de información/denuncia) que es la apropiación de un hijo, a sus subordinados!!! más de 260 embarazadas que fueron generosamente ignoradas por los superiores del centro clandestino para que los subordinados hagan lo que se les plazca!!! Deberíamos explicarle lo obvio a Nicolás Márquez, pero robarle el bebé a una embarazada en un centro clandestino no pasa tan desapercibido como robarle un reloj de su muñeca: por empezar, hay que trasladar a la embarazada hacia un hospital o lugar acondicionado para el parto, luego tiene que haber una serie de enfermeros (al menos UN enfermero) que atiendan a la embarazada, junto con la vigilancia correspondiente para evitar inconvenientes. La mujer debe parir su cría y deben concederle las mínimas atenciones de salubridad para que el hijo no muera como en los antiguos partos medievales de escasos cuidados. Después hay que eliminar a la madre, conseguir a los padres adoptivos, fraguar la documentación necesaria para la simulación de paternidad. O sea, requiere una mínima logística, agentes y vigilancia que a los jefes de los correspondientes centros clandestinos no se les podía pasar por alto

Por lo demás, hay material testimonial que indica la presencia de los "jefes" en este tema; por ejemplo la maternidad clandestina instalada en la ESMA y la presencia de capos como Jorge Acosta controlando la maternidad. Material testimonial no solo de sobrevivientes, sino de enfermeros "comunes" (no prisioneros) como el caso del Hospital Militar de Campo de Mayo:


Olvidemos por un momento que estos testigos mencionan haber visto a los capos de esos lugares: que Nicolás Márquez nos explique cómo un subordinado puede disponer de embarazadas para derivarlas de un centro clandestino hacia el Hospital Militar, obligar a enfermeros y gendarmería a que cumplan su voluntad ignorando a sus superiores directos o no comunicándoles esta desobediencia, emplazando a la embarazada a una habitación con mínimos cuidados sin que se enteren de su ausencia en el centro clandestino, etc.



Cecilia Viñas, militante gremial del PRT desaparecida en 1977 y embarazada, para el año 1984 todavía continuaba con vida, de hecho se pudo comunicar clandestinamente con su madre en esta muy conocida llamada telefónica grabada. Allí se da cuenta que su hijo no fue entregado a sus familiares y ruega a la madre en la conversación telefónica que lo busquen. Los militares le habían prometido a Viñas que entregarían el hijo a sus abuelos, pero nunca sucedió. Cecilia Viñas luego de esta conversación grabada permanece desaparecida. Su hijo Javier fue recuperado 20 años después




Para rematar, leamos el siguiente argumento que deslizó una jueza de Lomas de Zamora, Marta Pons, en el año 1978 para no restituir los nietos apropiados a las abuelas que se lo solicitaban:

Señoras, me gusta hablar claro, expresarme directamente y no recubrir mi pensamiento con subterfugios. Yo, personalmente, estoy convencida de que sus hijos eran terroristas. Para mí, terrorista es sinónimo de asesino. Y a los asesinos, yo no pienso devolverles los hijos. Porque no sería justo hacerlo. Porque no sabrían criarlos y porque no tienen derecho, tampoco, a criarlos. En esto, seré inamovible. […] Y así como no estoy dispuesta a pronunciarme en favor de la devolución de los niños de ese individuo, Ramírez, tampoco me voy a pronunciar por la devolución, a ustedes, de ninguno de sus –pretendidamente– nietos. Y, déjenme terminar... Al contrario, ustedes mismas deberían estar de acuerdo conmigo acerca de que es ilógico que se vaya a perturbar a esas criaturas. Están en manos de familias decentes, que sabrán educarlos como –lamentablemente debo decírselo– no supieron ustedes educar a sus hijos. Señoras –y para terminar– sólo sobre mi cadáver van a obtener la tenencia de esos niños

citado en: 


Una asistente social que trabajó con esta despreciable jueza, testimonia en un juicio de lesa humanidad, que vio cómo la magistrada rompía el documento de identidad de un bebé de 9 meses para ocultar su origen como hijo de desaparecidos, y derivarlo a una Casa Cuna como NN




Uno de los casos judiciales atendidos por la infame jueza Marta Pons, que culminó felizmente con la restitución de los hijos


Y por si fuera poco, veamos lo que dijo el represor Ramón Camps,  jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, a la prensa en la revista "Tiempo" año 1984:

Yo personalmente no eliminé a ningún niño. Lo que hice fue entregar a algunos de ellos a organismos de beneficencia para que les encontraran nuevos padres. Los padres subversivos educan a sus hijos para la subversión. Eso hay que impedirlo

Nótese que Ramón Camps en ningún momento dijo "mis subordinados robaron niños sin que yo lo supiera", o "no sabía que existían chicos robados" o "no sabía quiénes eran los familiares del nieto". Camps admite conocer el robo de niños, admite que él disponía de los mismos, y lo justifica con el argumento que los padres naturales los criarían como subversivos. Idem la jueza citada


Está bien que Nicolás Márquez y la otra bonita madurita de Victoria Villarruel no le quieran creer a los testimonios de los "zurdos". Está bien que fantaseen con la idea que "los zurdos mienten en sus testimonios, quieren perjudicar a nuestras amadísimas fuerzas armadas con testimonios falsos". Pero supongo que no dirán que Ramón Camps es "zurdo" o que la jueza Marta Pons lo sea



Frase épica del represor Camps hacia la organización Madres de Plaza de Mayo


En su lisérgico artículo de Prensa Republicana, Márquez le echa la culpa a los "terroristas" por su irresponsabilidad en cuidar a los hijos en un estado de clandestinidad, de ocultamiento u operatividad de las células guerrilleras. Esta crítica no la considero taaaan mal, siempre y cuando nos enfoquemos en los combatientes. Pero la mayoría de los desaparecidos no era combatiente, asi que la crítica es insensata. Ciertamente, si vos te convertís en una persona clandestina por el gobierno, aún cuando no seas combatiente; sería prudente dejar a tus hijos al cuidado de gente confiable hasta que tu situación legal se regularice, no llevártelos consigo a huir de las fuerzas policiales y estatales. Es una crítica válida.... pero de ahí a prácticamente responsabilizar a los padres porque el Estado se robe los chicos, hay un abismo. Pues a Nicolás Márquez no le importa ese abismo y lo salta

Viendo lo que le sucedió a los hijos de Santucho, que fueron secuestrados igual aunque no estuvieran con su padre, tampoco había garantías de mucho si dejaban los hijos en terceras manos

Además, esta irresponsabilidad de los militantes de llevar a sus hijos consigo, no explica en absoluto por qué las fuerzas armadas no devolvían los hijos. No tiene nada que ver. Además que una chica embarazada no puede "dejar" el hijo a nadie, porque lo tiene dentro de su cuerpo. Está claro eso ¿verdad? ¿o Márquez no entiende lo más básico?

En contraposición, no se conoce un caso de apropiación de bebés que haya ejercido la organización Montoneros, o el PRT-ERP, o Firmenich, o Santucho. Ni un caso donde esta organización se robe los bebés, oculten deliberadamente su identidad, no devuelvan a los niños cuando se los piden, los deriven a Casa Cuna como NN a sabiendas de su origen, etc. Esto vale aclararlo porque el idiota de Nicolás Márquez en su artículo da a entender que la guerrilla tenía un "plan sistemático" para apropiarse de menores.... por supuesto, sin darnos siquiera el nombre de un caso particular donde Firmenich tenga apropiado a un chico, ni una mísera estadística como lo que nosotros mostramos del RUVTE

(tampoco la guerrilla secuestraba arbitrariamente niños de familiares de militares, como sucedió con el caso Santucho)


Pensar que Nicolás Márquez es ultra-católico, al igual que sus compinches Villarruel y Laje. Tengo entendido que la mentira es un pecado. Asi que no sé cómo los apologistas compatibilizan eso con sus creencias: quizás Márquez no sea tan creyente después de todo, o quizás tenga ganas de ir al infierno por un rato a ver si es más divertido que el cielo


El único argumento válido para negar un plan de apropiación de la dictadura, es decir que, como no se sabe a ciencia cierta si todas las embarazadas desaparecidas dieron a luz finalmente (quizás muchas murieron por la tortura o fueron asesinadas antes de parir), entonces no se puede hablar de un plan o de 268 apropiaciones de las embarazadas (38 de ellos recuperados). Por ejemplo, de las 268 embarazadas secuestradas, quizás 250 murieron en la tortura y solo sobrevivieron 18 mujeres que dieron a luz antes de ser asesinadas. Es un ejemplo que estoy dando, no sabemos qué pasó con el destino de ellas desde que fueron secuestradas o desaparecidas (está el desglose del RUVTE al respecto, siempre provisorio)

Un ejemplo muy ilustrativo de estas dudas, lo tenemos del mismo apologista Nicolás Márquez en su libro "La Otra Parte de la Verdad" del año 2004. Dice Márquez sobre el nieto de Estela de Carlotto:

Dentro de los presuntos bebés apropiados se encontraría un supuesto nieto de la Sra. Estela Carlotto (presidente de Abuelas de Plaza de Mayo) madre de dos hijas que integraron las filas del terrorismo montonero en las ramas estudiantiles (UES y JUP). Se afirma que una de ellas, estando detenida en supuesto estado de preñez dio a luz una criatura que en vez de ser entregada a sus ascendientes consanguíneos en segundo grado, fue irregularmente trasladada a manos de otra familia, lo cual es una mera hipótesis esbozada por la propia Carlotto, dado que no se conoce constancia fehaciente de que su hija muerta en la guerra haya estado embarazada alguna vez. A fines de 1977 Carlotto denunció la desaparición de Laura Estela Carlotto (nombre de guerra "Rita"), sin mencionar ningún estado de embarazo según consta en el legajo CONADEP, número 2085. En agosto de 1978 le fue entregado el cadáver de esa hija, sin que se llevara a cabo su autopsia; en declaraciones muy posteriores a la CONADEP, comenta una información anónima recibida en abril de 1978, según la cual su hija estaba embarazada.

La realidad, que consta en la causa ante el Dr. Bagnasco, es que en el caso Carlotto no hay testimonio ni evidencias sobre embarazo alguno, ni parto, ni sustracción de menor. Sólo dos testigos afirman haber visto a la mujer luego de un presunto parto que no les consta. La jueza Servini de Cubría intentó sin éxito demostrar que el hijo de un general era "el nieto de la Carlotto". Pese a las críticas de la presunta "abuela", el director de la clínica que hizo el ADN mantuvo su dictamen favorable al general. Nunca se habló más del asunto pese a la espectacular difusión inicial aunque en el ideario colectivo quedó marcado a fuego la idea de la sustracción

pag. 159:


Estela de Carlotto cuenta en este programa del año 1984, sobre ese testigo imprevisto que le contó que su hija estaba llevando el embarazo normalmente en el centro clandestino:


En el año 2014 se localizó al nieto de Estela de Carlotto:


Es decir, que el nieto existía y Nicolás Márquez se equivocaba. Laura dio a luz a ese hijo

Pero lo que decía Nicolás Márquez 10 años antes de la aparición del nieto, no es del todo errado: no había en ese momento una certeza absoluta que existiera dicho nieto. Estela de Carlotto tenía que darle plena fe de credibilidad al testigo que le avisó que su hija seguía con su embarazo, sin saber si estaba mintiendo ese testigo, o si se confundió de chica, si finalmente dio a luz, etc.

(nota al margen: Nicolás Márquez categoriza a las hijas de Carlotto como militantes de la UES y la JUP, rama estudiantil de Montoneros. Parece que a Márquez no le importa mucho que no-combatientes hayan sido asesinados en la "guerra")



Reportaje de un periodista holandés a la ronda de Madres de Plaza de Mayo, junio de 1978. Una de las madres pregunta si los nietos de las secuestradas nacieron o no nacieron (minuto 3:50)


Eso sería legítimo y perfectamente discutible para descartar un plan de apropiación de la dictadura. Pero los apologistas no han dicho eso, sino que se sacaron otros argumentos terribles como hemos visto a lo largo del posteo

Pero no confundamos la semántica. Una cosa es un "plan" y otra es un "plan sistemático". Aún si suponemos que en todos los casos no resueltos de embarazadas, damos por cierto que todas ellas fueron asesinadas y sus hijos no nacieron; los apologistas podrían usar esto como argumento para afirmar "no hubo plan sistemático". Pero de eso no se deduce que en los 38 casos apropiados de los centros clandestinos (o aún en los 48 niños secuestrados) la cúpula militar no supiera de la existencia de estos hechos delictuosos. Cuando Videla te dice "no hubo plan sistemático" lo que te quiere decir es "yo nunca supe de ningún chico apropiado". Cuando Nicolás Márquez te dice que no hubo plan sistemático, lo que te quiere decir es ni Videla ni Massera ni Etchecolatz ni Riveros ni ningún otro "poronga" conocía de apropiaciones. Pero son dos cosas distintas.... y lo último una falsedad: ya explicamos la existencia de evidencia que corrobora que los altos jefes militares sabían y aprobaban la apropiación de esos chicos en concreto, con independencia de si el plan al final fue sistemático o no

Dado que jurídicamente nunca se ha precisado el concepto de "sistematicidad" en parámetros numéricos, uno bien puede optar por decir que hubo un plan sistemático para apropiarse de 38 chicos, pero se desconoce si hubo un plan sistemático para apropiarse de los restantes 230. Si le parece que 38 casos es poquito para hablar de sistematicidad, lo relevante es que la Justicia demostró que los jefes militares avalaban esas sustracciones con una práctica logística coherente (no hubo "casos individuales" en estos más de 30 hechos). Esto es más importante


Otro argumento para que el catador de mierda de Nicolás Márquez niegue el conocimiento de las cúpulas sobre la apropiación de menores, es sacar la muletilla que la Causa 13/84 (el juicio a las juntas de 1985), había exculpado a los Comandantes de ese plan. Concretamente en la sentencia el tribunal dice:

Como se viera, del catálogo de delitos que el Tribunal consideró integraban el sistema se han excluido: la sustracción de menores, la extorsión, el secuestro extorsivo, el plagio y la usurpación. Ello implica la no atribuibilidad de tales ilícitos a quienes fueron comandantes del arma involucrada en su ejecución


Del párrafo rescatado, no es claro si se los exculpa por falta de pruebas al momento del juzgamiento, o porque directamente se los encontró ajenos al plan de apropiación (sistemático o no). Recordemos que el juicio a las juntas solo juzgó por 7 casos de apropiación, cifra insignificante para creer que el tribunal dictaminara sentencia declarativa sobre un plan

Siguiendo el punto anterior, a finales de los años 90, los jueces ordenaron el arresto de Videla y de otros jerarcas como Suárez Mason por apropiación de menores, considerando que el Juicio a las Juntas no propaga efectos de exculpación y cosa juzgada de ningún plan (sino en última instancia hay "cosa juzgada" solamente de esos 7 hechos analizados en el juicio de 1985)



Julio Strassera opina sobre el carácter de cosa juzgada en el caso de la apropiación de menores, a raíz de la detención de Videla. Año 1998 



Cecilia Pando y su marido repiten el mismo bolazo de la Causa 13 y la supuesta negación del plan sistemático de menores. Minuto 3:29


Un ejemplo de periodismo tremendamente superficial lo tenemos de la mano de Ceferino Reato. Aunque Reato no es un execrable impresentable como el salvaje de Nicolás Márquez, no obstante su investigación al respecto es inexacta y banal. En su mediocre libro "Disposición Final", unos extractos:

En su alegato del 20 de abril de 2010, Riveros afirmó que en la zona a su cargo “había disposiciones específicas sobre cómo proceder en el caso de la aparición de menores de edad en el curso de las operaciones; la orden era entregarlos a familiares, vecinos o a las autoridades policiales para que dieran intervención a los jueces, a fin de que se hiciesen cargo de aplicar lo que por ley correspondía. Si algunos de quienes fueron mis subordinados contravino esa orden expresa, cometió un delito del cual es responsable exclusivo a título personal. Está probado que las Fuerzas Armadas entregaron 227 menores a familiares, vecinos o autoridades judiciales”


Ceferino Reato no cuestiona esta lista de 227 casos, tampoco se da cuenta (o no quiere darse cuenta) que la orden que indica Riveros nada dice del caso de las mujeres embarazadas




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