El monumento al combate de Manchalá ¿Dónde nos posicionamos?


El siguiente apartado es una opinión personal

El 28 de Mayo de 1975 el Ejército Revolucionario del Pueblo planeaba asaltar la localidad de Famaillá después de meses de muy escasa actividad en el monte tucumano. La acción contendría un aspecto objetivo y uno propagandístico. El objetivo era la toma de los puntos esenciales (el Comando Táctico, los puentes, etc.) y la liberación de los detenidos de la escuela Diego de Rojas, que funcionaba como centro clandestino próximo a la plaza principal; además de secuestrar y posiblemente fusilar al represor Acdel Vilas. Por el costado propagandístico ayudaría a suplir la ausencia del PRT-ERP en la población tucumana, harto dominada por el cerco que las fuerzas armadas impusieron como control poblacional; y se consolidaría como un espectacular triunfo de la guerrilla contra el ejército "contrarrevolucionario" o "imperialista"

Un militante del ERP que iba a participar en la "operación Famaillá", dejó bien claro al autor Daniel Gutman en su libro "Sangre en el Monte" sobre el objetivo de la aventura. En la pag. 189 le comenta al autor:

¿Sabés lo que hacía Vilas? En un pueblo donde nosotros habíamos repartido remeras, ató a una maestrita a un Jeep y la arrastró por un camino de piedras. A un tipo así no podíamos mantenerlo vivo


La misión era, sin dudas, un acto de optimismo casi religioso. El ERP tenía 35 combatientes de base y debió sumar trabajosamente a 80 combatientes de otras provincias del país, que después de la misión estaban destinados a retornar a sus puestos de origen. Con aproximadamente 120 combatientes, armamento e instrucción militar deficiente iban directo hacia uno de los lugares más vigilados por las fuerzas armadas: con tanques anti-aéreos, hasta bolsas de arena, soldados apostados en cada esquina y techos, con camiones militares. En el siguiente video, un vistazo breve de la zona que pretendía tomar el ERP (el video no es que muestre todo pero más o menos los primeros segundos):


Creer que 120 combatientes del ERP mal armados iban a poder triunfar contra unas fuerzas mejor equipadas, defendidas y más numerosas..... solo cabe en la imaginación optimista de Santucho o en un muy contundente y planificado "golpe de guante"

Pero más allá de eso, la misión se frustró antes de comenzar por una confusión que tuvieron los erpianos en su ruta hacia Famaillá: en la escuela de Manchalá estaban unos pocos soldados conscriptos apostados, pintando la escuela como parte de las labores de la "Acción Cívica" impulsada por el gobierno. Los combatientes del ERP erróneamente creyeron que se trataba de un cerco o retén y se inició un nutrido tiroteo donde, esta vez, la guerrilla superaba en cantidad a los efectivos de las fuerzas armadas que se atrincheraron en la escuelita durante horas, prácticamente inutilizados por el rodeo de los guerrilleros. No obstante, uno de los conscriptos logró romper el cerco del ERP y correr varios kilómetros a buscar auxilio. Finalmente, los guerrilleros ordenan su retirada hacia los cañaverales, dejando vehículos, armas, herramientas, medicamentos, y documentación. Unos 120 guerrilleros contra 14 soldados...... bueno, en realidad, de esos 120 combatientes, muchos estaban metidos en los camiones con los que iban a marchar a Famaillá, y no salieron a combatir desconociendo la magnitud del enemigo. Como sea, la superioridad del ERP era clara aún con el problema antedicho. El saldo final: dos muertos del ERP y ninguno del lado de las FF. AA. El parte de guerra de Vilas habla de 17 bajas guerrilleras (+402 simpatizantes individualizados en la documentación abandonada por la organización), pero no especifica mucho y por la narración del parte, daría la sensación que muchas de esas bajas fueron posterior al combate, en los rastrillajes de búsqueda de heridos

(El ERP en su parte de guerra acusó que le provocaron 28 muertos al Ejército, según "pobladores de la zona". Uno podría pensar que se trata de la típica propaganda donde se infla la cantidad de muertos que le causaron al enemigo, además de aparentar colaboración del pueblo con los guerrilleros. Pero el número de 28 muertos aparece también en el informe interno rural, lo que puede señalar que realmente el ERP creyó erróneamente haber causado esas bajas. O quizás que el escritor de ese informe necesitaba inflar muertos de cara a su Estado Mayor. En cualquier caso, a diferencia del Ejército, el ERP no contaba con el tiempo y los medios suficientes para contabilizar bien la cifra de bajas enemigas in situ; pues debían preocuparse de su propia huida del lugar de los hechos)


En el siguiente video, el relato de uno de los guerrilleros que participó del combate (a partir del minuto 48:50)



En este video, la narración del combate por parte de algunos de los conscriptos que participaron:



La acción obtuvo un monumento conmemorativo cimentado por el gobierno militar, que pasó a ser un recordatorio implícito de la propaganda represora. Manchalá era, para los propagandistas, el punto de inflexión de la destrucción de la guerrilla apátrida criminal, en esa "guerra" de Tucumán

Los organismos de Derechos Humanos odiaron el monumento. No era, en los sentimientos concretos, un monumento a los soldados sino al infame Operativo Independencia. Y con el advenimiento de la corriente kirchnerista pos-2003, que vino a "arrasar" con los resabios simbólicos de la represión militar, esta conmemoración se convirtió en un centro de disputa. Se deseaba derribar la construcción maldita, pero los sectores más interesados en que se conserve (a la cresta del diputado salteño Andrés Suriani) opusieron una resistencia tenaz y efectiva que, sin impedir que se derribe, lograron que años después se vuelva a construir otro. Un triunfo muy bueno para los grupos de la llamada "memoria completa" (y siendo honestos, el monumento nuevo a pesar de su ampulosidad visual no es tan horrendo como la anterior pirámide de ladrillos rojiza)

El monumento previo era esta poronga: 




Y lo cambiaron por este otro, que también es una verga pero zafa bastante más:



Los organismos de Derechos Humanos, sintéticamente, argumentan que los conscriptos que lucharon en Manchalá no fueron héroes (tampoco villanos). Simplemente fueron víctimas de una propaganda militar y represiva que les hizo creer que la lucha fraticida era parte de una guerra, que el Operativo Independencia fue una campaña bélica ("en gobierno constitucional") contra un enemigo extranjerizante en vez de una ola de sangre y persecusión contra opositores, donde el aspecto puramente militar del ERP y de los combates fue irrelevante

Creemos que la postura de los organismos derecho-humanistas es totalmente cierta, totalmente apegada a la dura realidad histórica que los negacionistas y apologistas prefieren evitar. Sin embargo ¿Es viable mantener una conmemoración de Manchalá? ¿Es adecuado? Yo pienso que es posible si se lo "resignifica" (palabra tan de moda últimamente por los progresistas medio tarados, pero que vamos a utilizarla de una mejor manera). Una conmemoración de Manchalá no necesariamente debería rememorar eso que dicen los organismos, sino que puede ser un elogio hacia: la valentía de los conscriptos que, equivocados o no en sus percepciones históricas, creyeron que estaban luchando contra un enemigo y en ese sentido, expusieron el valor para defender la patria o la democracia, sin rendirse. También debería rememorar la valentía del ERP rural que, equivocados o no en su voluntarismo, pretendían algo noble como liberar a los detenidos de la escuelita de Famaillá (con independencia de la propaganda política que ellos luego hiciesen de eso). Manchalá no tiene por qué ser un "enfrentamiento" entre los conscriptos y guerrilleros sino una alianza entre ambos, que en los roles y modos históricos que les tocó en suerte demostraron mayor nobleza y coraje que los represores de turno. Quizás suene una aberración para los grupos de la "memoria completa" que Manchalá sea visto así: ellos ni locos querrían que el ERP rural sea elevado a una conmemoración, y menos en Manchalá que lo tienen idealizado para sus intereses sectarios de "lucha antisubversiva en democracia". Pero, honestamente, es lo más ecuánime para una representación histórica fidedigna

Y todo esto con total independencia de cualquier debate serio acerca de la calidad puramente militar del combate. Pues, siendo muy sinceros, Manchalá fue un tiroteo de características más policiales que otra cosa. Llamar a un tiroteo de un par de horas (4 horas) en un escenario tan estático (apenas se desarrolló en los alrededores de la escuela), llamar eso como "combate" es un poquitín risible para los estándares de la guerra moderna del siglo XX. No llega ni a la modestia bélica de un combate discreto de primera guerra mundial, o las Malvinas. Nadie dice que los combatientes de este suceso no expusieron su vida en peligro, pero no fue un "combate" estrictamente hablando. Salvo que se compare con algún combate del siglo XIX, pero no creo que esa sea el estándar apropiado para comparar



Placa descriptiva del monumento de Manchalá (foto cortesía de AFAVITA), en el que narran sucintamente el combate desde una óptica "apologética", olvidándose de la intención del ERP de ejecutar a Acdel Vilas (que era un represor) y liberar a los detenidos de la Escuelita de Famaillá, que era un centro clandestino que precisamente no defendía el Estado de Derecho como anuncia la placa (y después los apologistas se quejan que en el monumento del Parque de la Memoria se tergiversa la historia!!!)

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